O sea que siempre lo mismo: "Ángeles y seres de luz" guian y manipulan a los borregos que somos los humanos... según ellos.
¿y el sacrosanto ángel Moroni?
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El poder de Lucifer y los sacerdocios
En una escena anterior de la representación del Jardín del Edén, los mormones que transitan el templo (esto es, los patrones del templo) contemplan el desarrollo del drama en el cual Lucifer explica a Adán y a Eva que no hay otra manera de adquirir el conocimiento para llegar a ser "como dioses" que desobedecer al "Padre" y comer la fruta prohibida. (30) En el mormonismo, Lucifer no es un ángel caído, como lo enseña la Biblia, sino literalmente el hijo (aunque rebelde) de Dios, y hermano de Jesús, Como ya hemos visto, el mormonismo también enseña que Satanás le dijo la verdad a Eva, que Adán y Eva no pecaron al desobedecer a Dios, y que la 'caída' fue en realidad una "bendición oculta" que abrió la puerta hacia la divinización de la raza humana. En ese momento de la ceremonia, el legado luciferiano se refuerza con una fascinante secuencia de acontecimientos.
Lucifer ha aparecido en escena vestido con un delantal bordado muy parecido al que usan los masones en sus rituales secretos. Al tomar de la fruta prohibida y alcanzar la " sabiduría", Adán advierte la túnica de Lucifer y le pregunta qué significado tiene.
Satanás entonces contesta: "Es el emblema de mi poder y mis sacerdocios".
Habiendo dicho esto, Lucifer indica a Adán y a Eva que se hagan delantales similares para ellos. Astutamente, exclama: "Vean, están desnudos. Tomen hojas de higuera y háganse delantales. Nuestro Padre notará su desnudez. ¡Rápido! ¡Escóndanse!"
Tan obedientes a Satanás como fueron desobedientes a Dios, Adán y Eva siguen las instrucciones de¡ "dios de este mundo". Lo que sigue después es tan chocante que resulta difícil de creer. Sin embargo, se repite miles de veces en los templos mormones alrededor de¡ mundo, confirmando vez tras vez el legado luciferiano. Apenas Adán y Eva han atado alrededor suyo los delantales luciféricos, el narrador de la ceremonia instruye a los patronos de¡ templo para que coloquen sus propios delantales de hojas de higuera sobre sus hermosas vestiduras litúrgicas (si no las tienen se las proporcionan). Tan obedientes a Satanás como lo han sido Adán y Eva, cada uno de los mormones que cumple con el templo se coloca solemne- mente un delantal de hojas de higuera. En contraste con esto, la Biblia muestra que Dios se negó a aceptar los delantales de hojas de higuera de Adán y Eva corno manera de cubrir su desnudez. En lugar de ello, El los vistió con pieles de animales que sacrificó para ellos como símbolo del sacrificio que Cristo un día haría sobre la cruz por los pecados, no sólo de Adán y Eva sino de todo el mundo.
Una vez cubiertas las elegantes túnicas plisadas del sacerdocio mormón con este emblema del "poder y el sacerdocio" de Lucifer, los patronos proceden a llevar a cabo la totalidad de la ceremonia del Legado, que es tan sagrada e importante en el camino mormón hacia la deidad. Por sorprendente que parezca, los mormones del templo se casan y son enterrados con este delantal de hojas de higuera que su propia doctrina identifica como símbolo del "poder y el sacerdocio" de Lucifer. Esta es sólo una parte del fascinante legado que Lucifer ha logrado trasmitir a la iglesia mormona.
¿Qué Dios es este?
El "Dios" mormón, Elohim, entra en escena y descubre que Lucifer ha seducido a Adán y a Eva. Se siente impresionado y airado, a pesar del hecho de que no sólo conocía anticipadamente este plan para hacer caer a Adán y a Eva en la mortalidad, sino que ha ayudado a disponerlo. Después de todo, para el mormonismo esto era necesario y justo, porque sin la "caída" previamente dispuesta, los seres humanos no hubieran podido tener hijos ni alcanzar la deidad. Paradójicamente, Elohim no dice nada respecto a los delantales de hojas de higuera que sus criaturas están usando. Y lo que resulta igualmente extraño, los patronos del templo mormón, miles de ellos, llevan a cabo estas ceremonias paganas vez tras vez sin preguntarse jamás por qué todos lo hacen vestidos con el símbolo del poder y el sacerdocio de Lucifer. Siendo él quien viste a Adán y a Eva y a los mormones participantes con los delantales de higuera, es Lucifer quien está claramente al frente de los acontecimientos.
Tronando de ira, Elohim maldice a Lucifer, condenándolo a arrastrarse sobre su vientre, comer polvo para siempre y ser aplastado en la cabeza; pero guarda silencio respecto al símbolo del poder y el sacerdocio de Satanás que todas sus criaturas usan ahora en obediencia al "dios de este mundo", a quien evidentemente siguen. Sin impresionarse por los horribles veredictos de Elohim, Lucifer desafía con arrogancia al "Dios" mormón cara a cara, jurando "reinar con sangre y terror en la tierra". Y se dedica entonces a su tarea, aparentemente inmune a la maldición de Elohim, ya que no cambia su conducta ni su funcionamiento corporal. No cabe otra cosa que preguntarse quién es realmente "Elohim", ya que su hijo rebelde, Lucifer, es obviamente mucho más fuerte que él.
Más que una coincidencia, como creían los abogados, parece más bien coherente con todo lo expuesto que "Mormo" es el dios de los ghouls en la Biblia Satánica. Esta es la clase de evidencia perversa y disimulada que Satanás deja entrever del legado luciferiano que ha trasmitido al mormonismo. Pero no termina allí. El mormonismo niega la existencia del infierno, pero en chino, mormón significa "puertas del infierno". Aquí tenemos otra distorsión perversa, que es consistente con el carácter de Satanás. Y hay más todavía. Se ha dicho que Joseph Smith dijo: "El infierno no es, en absoluto el lugar que este mundo de tontos supone que es, sino por el contrario, es un lugar muy agradable. . . ." (31)
Habiendo enseñado que el infierno es agradable, Smith describe el ciclo corno un lugar de llamas eternas donde el trono de Dios está rodeado de fuego.(32). Esta inversión de la verdad bíblica es el intento típico de Lucifer de intercambiar su lugar con Dios, que se encuentra en todas las religiones ocultistas luciferianas.
Al comentar las notables enseñanzas de Joseph Smith sobre el cielo y el infierno, el apóstol mormón Juan A. Widtsoe escribió: "El más indigno pecador encontrará un lugar en el reino celestial . . . en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, no hay infierno. Todos encontrarán salvación en alguna medida. . . el evangelio de Jesucristo no tiene infierno. . ." (33) Sin embargo, al mismo tiempo, el propio Libro del Mormón pone en evidencia esta creencia como otro legado luciferiano más, ya que declara que Satanás es quien guiará a los ingenuos al infierno, negando su existencia:
Y tranquilizará a otros, acunándolos en la seguridad de lo carnal, para que digan: Todo está bien en Sion, sí, Sion prospera, todo está bien ... y así el diablo engañará sus almas y los guiará cuidadosamente hacia el infierno.
Y mirad, a otros adulará, diciéndoles que no hay infierno ... y así les susurrará al oído, mientras los apresa con sus horribles cadenas, de las cuales no hay salvación. (34)
El engaño perfecto
Ya debiera haber quedado perfectamente claro que el mormonismo no se basa ni en la Biblia ni en el Libro del Mormón. En el centro mismo de la doctrina mormona está la enseñanza de que no hay infierno; por lo tanto, la muerte no es definitiva, y los "muertos" pueden arrepentirse y ser bautizados en la iglesia mormona en el mundo de los espíritus. Esto no sólo contradice lo que la Biblia enseña, sino también lo que explícitamente declara el Libro del Mormón en cuanto a que no hay absolutamente ninguna posibilidad de arrepentirse y ser salvado una vez que la persona ha muerto. De hecho, el Libro del Mormón enseña que Satanás mismo es quien engaña a las personas, haciéndoles creer que tendrán otra posibilidad después de la muerte.
Porque es en esta vida cuando los hombres deben prepararse para encontrarse con Dios ... porque después de este día de vida que se nos da para prepararnos para la eternidad ... no puede hacerse ya más nada.
No podrás decir, cuando seas llevado a esa horrenda crisis, que te arrepentirás, que volverás a tu Dios, no podrás decir eso ...
Si has demorado el día de tu arrepentimiento hasta la misma muerte, has sido sometido al espíritu del diablo y él te ha sellado como propiedad suya; por lo tanto, el Espíritu del Señor se ha retirado de ti y no tiene lugar en ti, y el diablo tiene todo el poder sobre ti y este es el destino final de los malvados. (35)
Si, como el propio Libro del Mormón enseña, Satanás está atrayendo a las almas ingenuas hacia el infierno, diciéndoles que no existe y que podrán arrepentirse y unirse a la iglesia mormona aún después de la muerte, entonces queda claro que el mormonismo no dice la verdad respecto al infierno, ¿Pueden creerse sus enseñanzas respecto al cielo? ¿Qué hay del "cielo" mormón? Aquí el legado luciferiano se vuelve más sorprendente aún, La mentira acerca de que no hay muerte está vinculada íntimamente con lo que a continuación le dijo Satanás a Eva, de que llegaría a ser una diosa. Estas dos mentiras fueron el tema del famoso "Sermón del Rey Follet que Joseph Smith predicó ante 20.000 seguidores en abril de 1844, que los mormones consideran como "su más grandioso sermón y uno de los más grandes sermones predicado jamás por hombre alguno". (36) Aquí la descripción que Joseph Smith hace del cielo suena sospechosamente parecida al infierno
... y tienen que aprender cómo llegar ustedes mismos a ser dioses ... lo mismo que han hecho todos los dioses antes de ustedes ... de exaltación en exaltación, hasta alcanzar la resurrección de ¡Os muertos, Y ser capaces de vivir en el fuego eterno ...
Qué consolador... saber que aunque el tabernáculo terrenal cae y se disuelve se levantará otra vez, para vivir en las llamas eternas ... como un dios, y ascender al trono del eterno poder lo mismo que los que han partido antes. (37)
¿Es realmente Lucifer el dios mormón, y en consecuencia el "cielo"
que los mormones se esfuerzan tanto por alcanzar es en realidad el infierno? Una distorsión tan diabólica parece muy propia de Lucifer, que tiene pleno derecho a reclamar a los mormones como suyos, ya que tan voluntariosa y orgullosamente usan el emblema especial de su poder y sacerdocio, tanto en su vida como en su muerte.
NOTAS
Hebreos 9:27
Juan 8:21-24
Doctrinas y Convenios 128:15
I Timoteo 1:4; Tito 3:9
Doctrines of Salvation vol. 2 pag. 149
Mateo 22:35-38
Doctrines of Salvation, vol. 2, pág. 146
Temple Mormonism (Nueva York, 1931), pág. 10.
Deseret News, Church Section 23 de abril, 1966, página 14.
Journal of Discourses, vol. 6 pág. 163.
The Ensign, mayo de 1976, página 102.12.
Ibid, mayo de 1982, págs. 71-72.
Journal of Discourses, vol. 19, pág. 229.
Doctrines of Salvation, vol. 3, pág. 60.
Journal of Discourses, vol. 4, pág. 223.
16. Ibid, vol. 3, pág. 109.
1 Samuel 28:7-19; Mateo 17:1-9.
1 Nefi 15:35; Alma 5:24-25.
Para un análisis completo, ver Dave Hunt, The Cult Explosion (La explosión de sectas), (Harvest House
Publishers, 1980), págs. 143-82).
Deuteronomio 18:9-12; Levítico 19:31; 20:6.
21.The Ensign, mayo de 1982, pág. 65.
The Instructor, noviembre de 1964, pág. 456.
Journal of Discourses, vol - 19, pág. 229.
Dave Hunt, op. cit., págs. 143-44.
25.2 Corintios 11: 14.
26. Doctrinas y Convenios, introducción, pág. 3.
27. Joseph Heinerman, Temple Manifestations (Mountain Valley
Publishers, Manti, UT), págs. 94-97.
Ibid, págs. 134-37.
2 Corintios 4:4.
Chuck Sackett, What's Going On in There?, pág. 27.
31. The Nauvoo Expositor, 7 de junio de 1844.
32. Doctrinas y Convenios; Enseñanzas de¡ Profeta Joseph Smith.
33. Joseph Smith-Seeker alter Truth (Salt Lake City, 1951), págs. 177-78.
34. 2 Nefl 28:21-22.
35. Alma 34:32-35.
36. Mormon Doctrine, pág. 421.
37. Journal of Discourses, vol. 6, pág. 4.
pvillablanca@hotmail.com
En una escena anterior de la representación del Jardín del Edén, los mormones que transitan el templo (esto es, los patrones del templo) contemplan el desarrollo del drama en el cual Lucifer explica a Adán y a Eva que no hay otra manera de adquirir el conocimiento para llegar a ser "como dioses" que desobedecer al "Padre" y comer la fruta prohibida. (30) En el mormonismo, Lucifer no es un ángel caído, como lo enseña la Biblia, sino literalmente el hijo (aunque rebelde) de Dios, y hermano de Jesús, Como ya hemos visto, el mormonismo también enseña que Satanás le dijo la verdad a Eva, que Adán y Eva no pecaron al desobedecer a Dios, y que la 'caída' fue en realidad una "bendición oculta" que abrió la puerta hacia la divinización de la raza humana. En ese momento de la ceremonia, el legado luciferiano se refuerza con una fascinante secuencia de acontecimientos.
Lucifer ha aparecido en escena vestido con un delantal bordado muy parecido al que usan los masones en sus rituales secretos. Al tomar de la fruta prohibida y alcanzar la " sabiduría", Adán advierte la túnica de Lucifer y le pregunta qué significado tiene.
Satanás entonces contesta: "Es el emblema de mi poder y mis sacerdocios".
Habiendo dicho esto, Lucifer indica a Adán y a Eva que se hagan delantales similares para ellos. Astutamente, exclama: "Vean, están desnudos. Tomen hojas de higuera y háganse delantales. Nuestro Padre notará su desnudez. ¡Rápido! ¡Escóndanse!"
Tan obedientes a Satanás como fueron desobedientes a Dios, Adán y Eva siguen las instrucciones de¡ "dios de este mundo". Lo que sigue después es tan chocante que resulta difícil de creer. Sin embargo, se repite miles de veces en los templos mormones alrededor de¡ mundo, confirmando vez tras vez el legado luciferiano. Apenas Adán y Eva han atado alrededor suyo los delantales luciféricos, el narrador de la ceremonia instruye a los patronos de¡ templo para que coloquen sus propios delantales de hojas de higuera sobre sus hermosas vestiduras litúrgicas (si no las tienen se las proporcionan). Tan obedientes a Satanás como lo han sido Adán y Eva, cada uno de los mormones que cumple con el templo se coloca solemne- mente un delantal de hojas de higuera. En contraste con esto, la Biblia muestra que Dios se negó a aceptar los delantales de hojas de higuera de Adán y Eva corno manera de cubrir su desnudez. En lugar de ello, El los vistió con pieles de animales que sacrificó para ellos como símbolo del sacrificio que Cristo un día haría sobre la cruz por los pecados, no sólo de Adán y Eva sino de todo el mundo.
Una vez cubiertas las elegantes túnicas plisadas del sacerdocio mormón con este emblema del "poder y el sacerdocio" de Lucifer, los patronos proceden a llevar a cabo la totalidad de la ceremonia del Legado, que es tan sagrada e importante en el camino mormón hacia la deidad. Por sorprendente que parezca, los mormones del templo se casan y son enterrados con este delantal de hojas de higuera que su propia doctrina identifica como símbolo del "poder y el sacerdocio" de Lucifer. Esta es sólo una parte del fascinante legado que Lucifer ha logrado trasmitir a la iglesia mormona.
¿Qué Dios es este?
El "Dios" mormón, Elohim, entra en escena y descubre que Lucifer ha seducido a Adán y a Eva. Se siente impresionado y airado, a pesar del hecho de que no sólo conocía anticipadamente este plan para hacer caer a Adán y a Eva en la mortalidad, sino que ha ayudado a disponerlo. Después de todo, para el mormonismo esto era necesario y justo, porque sin la "caída" previamente dispuesta, los seres humanos no hubieran podido tener hijos ni alcanzar la deidad. Paradójicamente, Elohim no dice nada respecto a los delantales de hojas de higuera que sus criaturas están usando. Y lo que resulta igualmente extraño, los patronos del templo mormón, miles de ellos, llevan a cabo estas ceremonias paganas vez tras vez sin preguntarse jamás por qué todos lo hacen vestidos con el símbolo del poder y el sacerdocio de Lucifer. Siendo él quien viste a Adán y a Eva y a los mormones participantes con los delantales de higuera, es Lucifer quien está claramente al frente de los acontecimientos.
Tronando de ira, Elohim maldice a Lucifer, condenándolo a arrastrarse sobre su vientre, comer polvo para siempre y ser aplastado en la cabeza; pero guarda silencio respecto al símbolo del poder y el sacerdocio de Satanás que todas sus criaturas usan ahora en obediencia al "dios de este mundo", a quien evidentemente siguen. Sin impresionarse por los horribles veredictos de Elohim, Lucifer desafía con arrogancia al "Dios" mormón cara a cara, jurando "reinar con sangre y terror en la tierra". Y se dedica entonces a su tarea, aparentemente inmune a la maldición de Elohim, ya que no cambia su conducta ni su funcionamiento corporal. No cabe otra cosa que preguntarse quién es realmente "Elohim", ya que su hijo rebelde, Lucifer, es obviamente mucho más fuerte que él.
Más que una coincidencia, como creían los abogados, parece más bien coherente con todo lo expuesto que "Mormo" es el dios de los ghouls en la Biblia Satánica. Esta es la clase de evidencia perversa y disimulada que Satanás deja entrever del legado luciferiano que ha trasmitido al mormonismo. Pero no termina allí. El mormonismo niega la existencia del infierno, pero en chino, mormón significa "puertas del infierno". Aquí tenemos otra distorsión perversa, que es consistente con el carácter de Satanás. Y hay más todavía. Se ha dicho que Joseph Smith dijo: "El infierno no es, en absoluto el lugar que este mundo de tontos supone que es, sino por el contrario, es un lugar muy agradable. . . ." (31)
Habiendo enseñado que el infierno es agradable, Smith describe el ciclo corno un lugar de llamas eternas donde el trono de Dios está rodeado de fuego.(32). Esta inversión de la verdad bíblica es el intento típico de Lucifer de intercambiar su lugar con Dios, que se encuentra en todas las religiones ocultistas luciferianas.
Al comentar las notables enseñanzas de Joseph Smith sobre el cielo y el infierno, el apóstol mormón Juan A. Widtsoe escribió: "El más indigno pecador encontrará un lugar en el reino celestial . . . en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, no hay infierno. Todos encontrarán salvación en alguna medida. . . el evangelio de Jesucristo no tiene infierno. . ." (33) Sin embargo, al mismo tiempo, el propio Libro del Mormón pone en evidencia esta creencia como otro legado luciferiano más, ya que declara que Satanás es quien guiará a los ingenuos al infierno, negando su existencia:
Y tranquilizará a otros, acunándolos en la seguridad de lo carnal, para que digan: Todo está bien en Sion, sí, Sion prospera, todo está bien ... y así el diablo engañará sus almas y los guiará cuidadosamente hacia el infierno.
Y mirad, a otros adulará, diciéndoles que no hay infierno ... y así les susurrará al oído, mientras los apresa con sus horribles cadenas, de las cuales no hay salvación. (34)
El engaño perfecto
Ya debiera haber quedado perfectamente claro que el mormonismo no se basa ni en la Biblia ni en el Libro del Mormón. En el centro mismo de la doctrina mormona está la enseñanza de que no hay infierno; por lo tanto, la muerte no es definitiva, y los "muertos" pueden arrepentirse y ser bautizados en la iglesia mormona en el mundo de los espíritus. Esto no sólo contradice lo que la Biblia enseña, sino también lo que explícitamente declara el Libro del Mormón en cuanto a que no hay absolutamente ninguna posibilidad de arrepentirse y ser salvado una vez que la persona ha muerto. De hecho, el Libro del Mormón enseña que Satanás mismo es quien engaña a las personas, haciéndoles creer que tendrán otra posibilidad después de la muerte.
Porque es en esta vida cuando los hombres deben prepararse para encontrarse con Dios ... porque después de este día de vida que se nos da para prepararnos para la eternidad ... no puede hacerse ya más nada.
No podrás decir, cuando seas llevado a esa horrenda crisis, que te arrepentirás, que volverás a tu Dios, no podrás decir eso ...
Si has demorado el día de tu arrepentimiento hasta la misma muerte, has sido sometido al espíritu del diablo y él te ha sellado como propiedad suya; por lo tanto, el Espíritu del Señor se ha retirado de ti y no tiene lugar en ti, y el diablo tiene todo el poder sobre ti y este es el destino final de los malvados. (35)
Si, como el propio Libro del Mormón enseña, Satanás está atrayendo a las almas ingenuas hacia el infierno, diciéndoles que no existe y que podrán arrepentirse y unirse a la iglesia mormona aún después de la muerte, entonces queda claro que el mormonismo no dice la verdad respecto al infierno, ¿Pueden creerse sus enseñanzas respecto al cielo? ¿Qué hay del "cielo" mormón? Aquí el legado luciferiano se vuelve más sorprendente aún, La mentira acerca de que no hay muerte está vinculada íntimamente con lo que a continuación le dijo Satanás a Eva, de que llegaría a ser una diosa. Estas dos mentiras fueron el tema del famoso "Sermón del Rey Follet que Joseph Smith predicó ante 20.000 seguidores en abril de 1844, que los mormones consideran como "su más grandioso sermón y uno de los más grandes sermones predicado jamás por hombre alguno". (36) Aquí la descripción que Joseph Smith hace del cielo suena sospechosamente parecida al infierno
... y tienen que aprender cómo llegar ustedes mismos a ser dioses ... lo mismo que han hecho todos los dioses antes de ustedes ... de exaltación en exaltación, hasta alcanzar la resurrección de ¡Os muertos, Y ser capaces de vivir en el fuego eterno ...
Qué consolador... saber que aunque el tabernáculo terrenal cae y se disuelve se levantará otra vez, para vivir en las llamas eternas ... como un dios, y ascender al trono del eterno poder lo mismo que los que han partido antes. (37)
¿Es realmente Lucifer el dios mormón, y en consecuencia el "cielo"
que los mormones se esfuerzan tanto por alcanzar es en realidad el infierno? Una distorsión tan diabólica parece muy propia de Lucifer, que tiene pleno derecho a reclamar a los mormones como suyos, ya que tan voluntariosa y orgullosamente usan el emblema especial de su poder y sacerdocio, tanto en su vida como en su muerte.
NOTAS
Hebreos 9:27
Juan 8:21-24
Doctrinas y Convenios 128:15
I Timoteo 1:4; Tito 3:9
Doctrines of Salvation vol. 2 pag. 149
Mateo 22:35-38
Doctrines of Salvation, vol. 2, pág. 146
Temple Mormonism (Nueva York, 1931), pág. 10.
Deseret News, Church Section 23 de abril, 1966, página 14.
Journal of Discourses, vol. 6 pág. 163.
The Ensign, mayo de 1976, página 102.12.
Ibid, mayo de 1982, págs. 71-72.
Journal of Discourses, vol. 19, pág. 229.
Doctrines of Salvation, vol. 3, pág. 60.
Journal of Discourses, vol. 4, pág. 223.
16. Ibid, vol. 3, pág. 109.
1 Samuel 28:7-19; Mateo 17:1-9.
1 Nefi 15:35; Alma 5:24-25.
Para un análisis completo, ver Dave Hunt, The Cult Explosion (La explosión de sectas), (Harvest House
Publishers, 1980), págs. 143-82).
Deuteronomio 18:9-12; Levítico 19:31; 20:6.
21.The Ensign, mayo de 1982, pág. 65.
The Instructor, noviembre de 1964, pág. 456.
Journal of Discourses, vol - 19, pág. 229.
Dave Hunt, op. cit., págs. 143-44.
25.2 Corintios 11: 14.
26. Doctrinas y Convenios, introducción, pág. 3.
27. Joseph Heinerman, Temple Manifestations (Mountain Valley
Publishers, Manti, UT), págs. 94-97.
Ibid, págs. 134-37.
2 Corintios 4:4.
Chuck Sackett, What's Going On in There?, pág. 27.
31. The Nauvoo Expositor, 7 de junio de 1844.
32. Doctrinas y Convenios; Enseñanzas de¡ Profeta Joseph Smith.
33. Joseph Smith-Seeker alter Truth (Salt Lake City, 1951), págs. 177-78.
34. 2 Nefl 28:21-22.
35. Alma 34:32-35.
36. Mormon Doctrine, pág. 421.
37. Journal of Discourses, vol. 6, pág. 4.
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