México Martes 15 de marzo de 2011
Agencia EL UNIVERSAL El Universal
PIEZAS Cuatro colgantes prehispánicos de cobre fueron hallados en Lagartero Chiapas (Foto: Agencia EL UNIVERSAL )
Especialistas descubrieron objetos prehispánicos de cobre, cuya antigüedad correspondería al periodo Posclásico Tardío (1200 y 1400 d.C.), en el sitio arqueológico de Lagartero, en Chiapas, la primera vez que se encuentra piezas antiguas de ese metal en el lugar.
El descubrimiento fue realizado por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), quienes encontraron cuatro pequeños colgantes de ese metal, que tienen la forma de cabeza de lagarto, lo que confirma que el nombre original del lugar debió aludir a este reptil, que a su vez fue símbolo del inframundo para la cultura maya, agregó la investigadora Sonia Rivero Torres, en un comunicado del INAH.
La responsable del proyecto arqueológico en este asentamiento, la arqueóloga Sonia Rivero Torres, explicó que el hallazgo se registró junto a un osario descubierto en la Pirámide 2 de esa zona arqueológica, ubicada en el municipio La Trinitaria, cuyas antiguas edificaciones son objeto de trabajos de consolidación y restauración con el fin de abrirla al público en 2012.
La investigadora preciso que está es la primera vez que se encuentran piezas de este metal en Lagartero, y explicó que los pendientes con forma de cabeza de lagarto posiblemente fueron parte de un sartal.
Abundó que debido a su asociación con un entierro múltiple, localizado en la temporada de campo de 2009, en el lado oeste de la Pirámide 2, los pequeños objetos de orfebrería -de 2.4 cm x 8 mm- deben corresponder al Posclásico Tardío (1200 y 1400 d.C.), y aunque se sabe que fueron hechos con la técnica ancestral de molde a la cera perdida, se desconoce dónde fueron manufacturados.
Comentó que "en 1990 comenzaron los trabajos arqueológicos en Lagartero, actualmente llevamos 13 temporadas de campo y nunca habíamos encontrado materiales de cobre, todo indica que las figuras de cabeza de lagarto debieron mandarse a hacer en otro sitio, con la condición de representar este animal que es un símbolo del inframundo en la cultura maya.
Puntualizó que "la única mina prehispánica que se ha excavado, dedicada a la fundición de cobre, se localiza en El Teúl, al sur de Zacatecas, sin embargo, falta investigar más este aspecto en el sureste del país; en el siglo XX se exploró una mina cerca de Pichucalco, Chiapas y tal vez podrían encontrarse otras en la Sierra Madre, pero insisto, faltan estudios", comentó la especialista de la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA).
Debido a que los huesos, junto a los cuales se encontraron los colgantes de cobre, estaban revueltos, es imposible saber a qué individuo debió pertenecer el sartal. El registro de 15 cráneos -algunos con deformación bilobular- hace suponer que una cantidad semejante de cadáveres fue depositada ahí.
Refirió que "sólo en esta pirámide que es la más grande (11.60 m de alto x 28 m² de base) y que delimita la plaza principal por el lado Este, hemos encontrado e investigado dos osarios, y descubrimos otro que probablemente excavaremos en la temporada de campo de 2011".
Respecto al osario vinculado con los objetos de cobre, Sonia Rivero indicó que por el mal estado de los huesos en general, sólo se ha podido caracterizar la morfología de tres cráneos; dos de ellos corresponden al sexo femenino de 20 y 30-35 años de edad, y el otro a uno del sexo masculino de 60-65 años, según informes de la antropóloga física Josefina Bautista.
Sobre los pendientes de cobre, dijo que tres de ellos semi-completos y uno completo, son restaurados en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, a cargo de la experta Pilar Tapia.
Además de los colgantes de cobre, en el osario también se encontró un cascabel de este mismo material; una orejera de ámbar, restos de textil y de cerámica.
Refirió que según las investigaciones, a partir de los restos de cerámica encontrados se ha deducido que Lagartero comenzó a ocuparse desde el año 300 d.C., en el Clásico Temprano, y hasta el Posclásico Tardío (1200 y 1400 d.C.).
FUENTE
La investigadora preciso que está es la primera vez que se encuentran piezas de este metal en Lagartero, y explicó que los pendientes con forma de cabeza de lagarto posiblemente fueron parte de un sartal.
Abundó que debido a su asociación con un entierro múltiple, localizado en la temporada de campo de 2009, en el lado oeste de la Pirámide 2, los pequeños objetos de orfebrería -de 2.4 cm x 8 mm- deben corresponder al Posclásico Tardío (1200 y 1400 d.C.), y aunque se sabe que fueron hechos con la técnica ancestral de molde a la cera perdida, se desconoce dónde fueron manufacturados.
Comentó que "en 1990 comenzaron los trabajos arqueológicos en Lagartero, actualmente llevamos 13 temporadas de campo y nunca habíamos encontrado materiales de cobre, todo indica que las figuras de cabeza de lagarto debieron mandarse a hacer en otro sitio, con la condición de representar este animal que es un símbolo del inframundo en la cultura maya.
Puntualizó que "la única mina prehispánica que se ha excavado, dedicada a la fundición de cobre, se localiza en El Teúl, al sur de Zacatecas, sin embargo, falta investigar más este aspecto en el sureste del país; en el siglo XX se exploró una mina cerca de Pichucalco, Chiapas y tal vez podrían encontrarse otras en la Sierra Madre, pero insisto, faltan estudios", comentó la especialista de la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA).
Debido a que los huesos, junto a los cuales se encontraron los colgantes de cobre, estaban revueltos, es imposible saber a qué individuo debió pertenecer el sartal. El registro de 15 cráneos -algunos con deformación bilobular- hace suponer que una cantidad semejante de cadáveres fue depositada ahí.
Refirió que "sólo en esta pirámide que es la más grande (11.60 m de alto x 28 m² de base) y que delimita la plaza principal por el lado Este, hemos encontrado e investigado dos osarios, y descubrimos otro que probablemente excavaremos en la temporada de campo de 2011".
Respecto al osario vinculado con los objetos de cobre, Sonia Rivero indicó que por el mal estado de los huesos en general, sólo se ha podido caracterizar la morfología de tres cráneos; dos de ellos corresponden al sexo femenino de 20 y 30-35 años de edad, y el otro a uno del sexo masculino de 60-65 años, según informes de la antropóloga física Josefina Bautista.
Sobre los pendientes de cobre, dijo que tres de ellos semi-completos y uno completo, son restaurados en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, a cargo de la experta Pilar Tapia.
Además de los colgantes de cobre, en el osario también se encontró un cascabel de este mismo material; una orejera de ámbar, restos de textil y de cerámica.
Refirió que según las investigaciones, a partir de los restos de cerámica encontrados se ha deducido que Lagartero comenzó a ocuparse desde el año 300 d.C., en el Clásico Temprano, y hasta el Posclásico Tardío (1200 y 1400 d.C.).
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