Encuentran un gran tesoro en la tumba de una civilización desconocida
James Owen
Publicado el 21 de diciembre de 2011
Las tumbas encontradas en Centroamérica contienen gemas y oro de hace mil años e incluso indicios de envenenamiento por ingesta de pez globo. Sin embargo, según los arqueólogos, el verdadero tesoro son las pistas que hacen pensar en la civilización desconocida de los llamados guerreros de oro de Panamá.
«Es un hallazgo espectacular, probablemente el más importante» de esta cultura desde la década de 1930, cuando en Sitio Conte (Panamá) se encontraron varios objetos de oro, afirma la antropóloga John Hoopes.
Hasta ahora se habían encontrado en Sitio Conte las pruebas más significativas de la existencia de los guerreros de oro, que abarca desde el año 250 d.C al siglo XVI, cuando los conquistadores españoles entraron en escena.
Los nuevos objetos hallados, que datan de entre 700 y 1000 d.C, fueron encontrados a aproximadamente tres kilómetros de Sitio Conte, en un lugar llamado El CanÌ?o.
Una segunda investigación
Los monolitos y esculturas de El CanÌ?o atrajeron a los saqueadores a principios del siglo XX, pero afortunadamente sólo encontraron objetos sin valor en las tumbas de personas corrientes.
Hace unos años, tras trabajar en Sitio Conte, también conocido por sus monolitos, la arqueóloga Julia Mayo,del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, decidió volver a investigar en El CanÌ?o.
Los trabajos comenzaron en 2005 y dieron como resultado el descubrimiento de un contorno circular de una serie de tumbas de 80 metros de ancho.
Algún tiempo después, en 2008, el equipo descubrió el esqueleto de un guerrero de alto rango vestido con una armadura con macabras caras grabadas y un cinturón con grandes cuentas de oro. Se trataba de una muestra de lo que estaba por llegar.
Piedras, huesos y oro
La excavación más reciente, a comienzos de 2011, dejó al descubierto un esqueleto parecido en una fosa de varios niveles que en su momento estuvo cubierta por un tejado de madera. Alrededor de este guerrero de oro había al menos 25 cuerpos cuidadosamente colocados, convirtiéndola en la más grande de las seis tumbas encontradas en El Caño hasta ahora, de acuerdo con Mayo, que obtuvo fondos del gobierno de Panamá y del Comité de Investigación y Exploración de National Geographic Society (propietaria de National Geographic News).
Entre los cuerpos se encontraba el atuendo de oro de un niño, probablemente el hijo del guerrero, brazaletes, pendientes y un collar de piedras semipreciosas.
En el fondo de la fosa estaba el cuerpo del propio guerrero sujeto en una especie de plataforma formada por 15 cuerpos.
Mayo cree que estas personas fueron esclavos o prisioneros de guerra que se suicidaron o fueron sacrificados, lo que podría ofrecer una conexión con Sitio Conte, donde se encontraron disposiciones parecidas.
¿Muertos por veneno de pez globo?
El equipo hizo también un hallazgo espeluznante al descubrir cómo pudieron llevarse a cabo los sacrificios, aunque todavía se está llevando a cabo el análisis forense.
«Encontramos un recipiente con espinas de pez globo, Guentheridia formosa, cerca de los cuerpos. Se trata de un pez muy venenoso», añade Mayo, que es además presidenta de la Fundación El Caño.
Hay otro detalle curioso: los cuerpos que rodean a los guerreros están cubiertos de trozos de platos de cerámica. A pesar de que todavía no está claro su significado, Mayo se atreve a sugerir que se hicieron específicamente para cubrir los cadáveres. «Los platos solamente están decorados en lo que sería su parte inferior y están colocados boca abajo sobre los cuerpos».
Hoopes, de la Universidad de Kansas, descubrió algo parecido en Sitio Conte.
«Es posible que utilizaran los platos que usaron durante las celebraciones y los colocaran en las tumbas», afirmó Hoopes, que no formó parte de las excavaciones en El CanÌ?o.
«Lo que no está claro es si se rompieron intencionadamente o fueron colocados intactos y se rompieron después con el tiempo».
Vampiros, hombres lobo y mascotas
Entre los misterios de El CanÌ?o se encuentran los seres medio humanos y criaturas mitológicas que aparecen en los diseños de las joyas y otros objetos.
«Todavía estamos analizando la iconografía», comenta Mayo. «Según algunos expertos, podrían representar ancestros o grupos similares».
De acuerdo con Hoopes «existe una analogía con los hombres lobos y los vampiros de la cultura occidental, ya que se trata de hombres que se convierten en animales o semianimales».
Además, la idea de estar representado por un espíritu animal estaba muy extendida en las culturas precolombinas.
Las personas podían tener «un animal que tomaba sus cuerpos y cambiaba su personalidad, haciéndolas más eficaces en la guerra. «No se diferencia mucho de las mascotas de los equipos de fútbol americano», añade.
¿Quiénes eran?
Mayo espera que estos tesoros de El CanÌ?o (que incluyen hachas, espinas de rayas y cinturones hechos de dientes de ballenas y jaguares) arrojen luz sobre los guerreros de oro y su cultura.
«Parte del problema es que la destrucción de la zona por parte de los españoles tuvo lugar muy pronto, así que ni siquiera sabemos qué idioma hablaban», comenta Hoopes.
Cree que el pueblo de Sitio Conte/El CanÌ?o «debe ser considerado como una cultura diferente que floreció en la región central de Panamá. Sin embargo, objetos aparentemente de comercio (como esmeraldas colombianas encontradas en El Caño) sugieren que se relacionaban con otros grupos».
Tampoco queda mucho de las construcciones de los guerreros de oro, que solían ser de paja y bambú, en comparación con las pirámides de los Mayas.
Afortunadamente, el oro es más resistente y es muy probable que haya más esperando en las veinte tumbas que quedan sin explorar en El CanÌ?o, según Mayo.
A pesar del alcance de los descubrimientos de Mayo, ésta afirma que se trata «de una parte minúscula de una enorme estructura. Es fundamental que se protejan de los saqueadores lugares como éste ».
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