Desde el punto de vista astronómico, los cielos matutinos estarán dominados por la presencia de Marte y Júpiter. Estos dos planetas se irán acercando el uno al otro en el cielo hasta alcanzar el 22 de julio una distancia mínima de aproximadamente 1 grado. Venus y Saturno dominarán la primera parte de la noche y alcanzarán el 20 de septiembre una distancia mínima relativa de unos 4 grados.
Por su parte, la tradicional lluvia de estrellas de las Perseidas sucederá hacia el 12 de agosto, y su observación este año será favorable por coincidir con la Luna en fase cercana al cuarto creciente. En lo relativo a eclipses, el IGN ha informado de que no habrá ninguno, ni de Sol ni de Luna, durante esta estación.
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en los que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En verano, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más boreal. Así, el día que esto ocurre, el Sol alcanza su máxima declinación norte, que son 23º y 17′ y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia. A esta circunstancia se le llama solsticio (sol quieto) de verano. Justo en este instante en el hemisferio sur se inicia el invierno.
El día del solsticio de verano es el de mayor duración del año y, en torno a esta fecha se encuentra el día en el que el Sol sale más pronto y el que se pone más tarde.
En esta época se da la circunstancia (no relacionada con las estaciones) del día del Afelio, es decir el día en el que el Sol y la Tierra están más alejados entre sí a lo largo del año. Esto es lo que provoca que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano (según la conocida como tercera ley de Kepler) y por lo tanto la duración de esta estación sea mayor.
CUANDO PUEDE INICIARSE
El verano puede comenzar en tres fechas distintas, del 20 al 22 de junio. A lo largo del siglo XXI, el estío comenzará en los días 20 y 21 de junio, siendo el más tempranero el verano de 2096 y el inicio más tardío el de 2003.
El día 21 será el de mayor duración. Por ejemplo, en Madrid, esta duración será de 15 horas y tres minutos, frente a las 9 horas y 17 minutos que durará el día más corto (el 21 de diciembre). Esto supone casi seis horas de diferencia entre el día más largo y el más corto del año.
La diferencia depende de la latitud del lugar. Concretamente, es nula en el Ecuador y es extrema (24 horas) por encima del círculo polar ártico. Es precisamente por encima del círculo polar boreal donde algunos días al año (alrededor del 21 de junio) se da el fenómeno del Sol de medianoche, en que el Sol es visible por encima del horizonte durante las 24 horas del día. (En la Antártida ello ocurre alrededor del 21 de diciembre).
Se podría pensar que el día más largo del año será también el día en que el Sol salga más pronto y se ponga más tarde, pero no es así: esto es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse. Ello hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un sol ficticio, están desajustados. El día en que el Sol sale más pronto es el 14 de junio, mientras que el día en que el Sol se pone más tarde es el 27 de junio.
FENÓMENOS ASTRONÓMICOS DE INTERÉS
Según ha señalado el IGN, la primera luna llena del verano se dará el 23 de junio y posteriormente se contabilizarán tres más: 22 de julio, 21 de agosto y 19 de septiembre.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, Cefeo, el Cisne, el Dragón y las dos Osas. De Este a Sur a Oeste se verán Pegaso, el Aguila, la Corona Boreal y la Cabellera de Berenice. Cerca del horizonte se verán a lo largo de la noche algunas de las constelaciones zodiacales, de la Virgen a Acuario, esta última ya cerca del amanecer.
Entre las estrellas más brillantes visibles en esta época destacan las que constituyen el “triángulo del verano”: Altair (en el Aguila), Deneb (en el Cisne) y Vega (en la Lira).
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