La primera edición del Festival Internacional Espíritu del Planeta de Vitoria-Gasteiz concluyó ayer, día 15 de junio de 2013, con un gran éxito de participación, teniendo en cuenta la complejidad y dificultad del trabajo que un gran evento como este conlleva.
Un trabajo llevado a cabo por voluntari@s, que comparten los diversos mensajes que, desde este Festival, se quiere hacer llegar a la sociedad. Su verdadero objetivo está más allá de lo aparente, más allá de lo que se ve, más allá de ser un demostración del folclore de los pueblos. Estamos en momentos de urgencia planetaria.
Es un llamado a la unidad de los pueblos, al respeto de las diferencias culturales, al reconocimiento de los daños producidos por la conquista para que el perdón sane las heridas, a la superación de los prejuicios, a la importancia de mantenerse unidos, a la importancia de mantener la diversidad, al cuidado de la Tierra y del espíritu del planeta. Solo desde la unidad de propósitos como humanidad es posible encontrar una salida del atolladero en el que nos encontramos.
El reencuentro de abuelos y abuelas de América y de Europa, la unión de los pueblos del norte y del sur, de los pueblos del cóndor y el águila, una profecía que comparten muchos de los pueblos originarios en referencia a los tiempos que estamos viviendo, ha sido una iniciativa promovida por el 8º Círculo de Abuelos y Abuelas sabios del Planeta. Y no ha sido fácil ponerla en marcha.
Carlos Orellana, el director del festival, junto con voluntarias delCírculo de Mujeres han realizado visitas informativas a asociaciones, centros parroquiales y residencias de mayores, para hacerles llegar una calurosa invitación a participar, explicando que en las culturas originarias los abuelos y abuelas son considerados los depositarios de la sabiduría, adquirida precisamente por la experiencia de vida. Ella es la guía para que los jóvenes puedan tener referentes y ayuda en su orientación en la vida.
Los cambios nunca son fáciles, y menos fáciles con las personas de más edad. A pesar de la dificultad, el trabajo ha dado frutos, y se ha conseguido una respuesta positiva. Muchas personas mayores, especialmente mujeres, se han acercado al Festival, han participado en las danzas y en el Círculo de Abuelos y Abuelas, y han expresado su alegría por los mensajes que se han transmitido.
Al terminar esta edición, se puede decir que el Festival ha demostrado tener un gran potencial para canalizar el deseo que se encuentra en el corazón de todas las personas hacia una confluencia de los pueblos y culturas, para conseguir una unidad de propósito capaz de hacer frente al tiempo de cambio (el Pachacútec) que estamos viviendo.
La perseverancia, como siempre, será una de las cualidades fundamentales para que el Festival se afiance y crezca de cara a la edición del año que viene.
En este post se incluyen algunos vídeos y un reportaje sobre la presentación del evento que tuvo lugar en Madrid. En ellos, los abuelos y abuelas del 8º Círculo y también los artistas participantes en el Festival hablan sobre los objetivos que se pretenden conseguir con esta propuesta.
Durante la presentación del evento que se realizó en Madrid, y que se incluye en este post, Rosario Flores pide a la prensa una especial atención para divulgar los mensajes de los Abuelos y Abuelas.
A continuación se incluye el reportaje que, desde una mirada más delicada y cuidadosa que la que suele ser frecuente en los grandes medios de comunicación, realizó de esta presentación, la excelenterevista GEA PHOTOWORDS, que desde aquí os invito a conocer.
Además se incluyen también los vídeos de esa presentación
FOTO © Javier Schejtman, miembro de GEA PHOTOWORDS
GEA Y EL ESPÍRITU DEL PLANETA
Los cánticos y danzas por la Madre Tierra transformaron los jardines del Palacio Fortuny de Madrid, la mañana del pasado miércoles, en el mejor escenario para representar el `Espíritu del Planeta´, un Festival que se celebrará los próximos 14 y 15 de junio en Vitoria-Gasteiz para dar a conocer la diversidad cultural de la Tierra a través de las tradiciones de los pueblos originarios de cada continente.
Aprovechando la oportunidad del Día Internacional del Medio Ambiente, GEA PHOTOWORDS organizó el acto de presentación del evento, patrocinado por la asociación Miración, uniendo las voluntades sabias de los abuelos/as de varias etnias del planeta con dos ilustres representantes del pueblo gitano hispano: Rosario Flores y Antonio Carmona.
Redacción GEA PHOTOWORDS
El argentino Carlos Orellana, director del Festival, fue el encargado de desgranar los detalles del Festival que se iniciará con la llegada, el 14 de junio, de la Caravana Ecológica Internacional, una marcha no competitiva que portará el Bastón Sagrado de los Abuelos y Abuelas Sabios desde Bérgamo (Italia) hasta Vitoria tras recorrer 1.300 kilómetros por el sur de Europa. Más de cincuenta atletas italianos de la Asociación Atletas por la Paz se encargarán de traer este legado de paz que simboliza el mensaje que los ancianos indígenas quieren transmitir al mundo.
“Lo importante” aseguró Orellana “no es sólo donde se haga sino la oportunidad única que tenemos de poder contar con el apoyo de estos abuelitos/as para recordarnos que el mayor bien común que tenemos los seres humanos es el Planeta Tierra y que todos juntos tenemos que luchar para preservarlo para nuestros hijos. En cualquier caso, Vitoria, la ciudad donde vivo desde hace años, ha sido la capital verde de Europa y es un lugar que ha entendido muy bien lo que significa esa vida más armonizada con el entorno”.
El Festival presentará la música y danza de los Pueblos Originarios: pigmeos, aztecas, aborígenes australianos, nativos americanos, abuelas y abuelos de comunidades indígenas del Perú, comunidad amazónica del Brasil y grupos tradicionales de Bérgamo y Euskal Herria. El día 15 se clausurará con la actuación de Rosario Flores y Antonio Carmona en solidaridad con el pueblo gitano.
Con la recaudación del Festival se pretende apoyar proyectos en las comunidades indígenas de los participantes, como la Casa Medicina para la tribu amazónica Dessana (Brasil), que será construida con los materiales tradicionales de su cultura; o el proyecto de apoyo a la educación y la formación profesional de niños/as huérfanos pigmeos y bantúes de Djoum y Kribi, en los departamentos de Dja y Lobo Ocean al sur de Camerún, entre otros. La financiación viene de mecenas, donaciones particulares y las entradas (10 euros) que se venderán durante el Festival.
LA VOZ DE LOS ABUELOS
En unas breves intervenciones, los invitados al acto compartieron sus buenos deseos para conseguir el principal objetivo del evento: dar voz al maltratado espíritu del planeta. Así, cada uno de los representantes de las diferentes etnias aprovecharon sus breves intervenciones para aportar el calor de su corazón a este propósito.
El “abuelito” Raymundo Veloso, representante de la tribu Desana “hijos del viento”, nació hace 67 años en el alto Río Negro, en la Amazonia brasileña, muy cerca de la frontera con Colombia. Por eso, él y su esposa, doña Aurora,chapurrean un poco de español. El hombre, que al final del acto realizó una “bendición indígena” a los cuatro puntos cardinales, al cielo y a la Tierra, recordó como hace medio siglo nadie les hacía caso: “allá por 1966 ya luchábamos para que nuestras tierras fuesen demarcadas, protegidas contra la invasión de los hombres blancos. Entonces teníamos en contra a los gobernantes, los políticos y hasta de los periodistas. Sin embargo, hoy por lo menos ustedes están aquí apoyando esta causa y eso ya vale mucho. Para mí, venir aquí ya es un regalo soñado desde hace muchas generaciones por mis antepasados y espero volver a mi casa con la buena noticia de que el mundo está despertando por fin para, todos juntos, subir la energía para alimentar el espíritu de este planeta”.
También dejaron su mensaje en forma de “Danza del Sol” el Abuelo Enrique Tulupa y la Abuela María Changoluiza, de la etnia Quechua de Ecuador. Ambos son miembros del Círculo de las Abuelas y los Abuelos Sabios, un punto de encuentro entre los representantes de diferentes etnias en el que comparten sus conocimientos y su cosmovisión del planeta, indefectiblemente unido a la Madre Tierra, el respeto al Ser Humano y la Naturaleza.
A continuación tomó la palabra Susan Sy Massai , representante del pueblo Masai de Kenia y miembro del “Festival Espirito del Pianeta” de Bérgamo, Italia, que ya ha celebrado su decima tercera edición con gran éxito de asistentes. Para la keniata lo más importante es la unión de pueblos y razas en un solo espíritu y un solo esfuerzo para mantener al planeta en equilibrio.
Antonio Carmona recordó su pasado, en el Sacromonte granadino, “donde los gitanos recibíamos todo tipo de desprecio, racismo y malos modos. Mi abuelo me enseñó a hablar, a saber estar en todas las situaciones, a saber defenderme, a estar orgulloso de quién soy, lo que soy y defender mi raza siempre. Por eso me siento muy identificado con lo que estos abuelos nos han transmitido hoy porque su pensamiento coincide bastante con el de mi propio abuelo. Tienen el mismo espíritu”. Antonio acompañó con la percusión de su cajón peruano las danzas de los abuelos Enrique y María en uno de los momentos más emotivos del acto.
Por su parte, Rosario Flores, hizo un alegato a la necesidad de salvar a los seres humanos de su enfermedad “salvando el espíritu de este Planeta con el que estamos acabando. Porque como humana me siento perdida. Ojalá la juventud pueda enriquecerse con las enseñanzas de estos abuelos, más allá del poder, la riqueza o el beneficio al momento, sin pensar nunca en las consecuencias del mañana. Hay que escuchar los mensajes de estos abuelos con los cinco sentidos y con el sexto escuchar el grito de la Tierra. Por eso sigo cantando. Porque la música me salva y es la mejor medicina del alma”.
La artista cerró el acto cantando a capela el conocido tema de su hermano Antonio “No dudaría…” como último alegato para recordar que “nadie tiene que dudar en que el espíritu del planeta lo formamos todos”.
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