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 Iré añadiendo entradas que considere importantes en esta segunda etapa para mi de publicaciónes. 



martes, 18 de junio de 2013

EL GUERRERO INVENCIBLE, Luz en tu Sendero Mabel Collins



Estas reglas han sido escritas para todos los discípulos: Síguelas.


Antes que los ojos puedan ver, deben ser incapaces de llorar.
Antes que el oído pueda oír, tiene que haber perdido la sensibilidad. Antes de que la voz pueda hablar en presencia de los Maestros, debe haber perdido la posibilidad de herir. Antes de que el alma pueda erguirse en presencia de los Maestros es necesario que los pies se hayan lavado en sangre del corazón.



1) Mata la ambición. [1]

2) Mata el deseo de vivir.

3) Mata el deseo del bienestar.


4) Trabaja como trabajan los que son ambiciosos. Respeta la vida como lo hacen los que la desean. Sé feliz como lo son los que viven por la felicidad. Busca en tu corazón la raíz del mal y arráncala. Esta raíz vive en el corazón del discípulo fervoroso lo mismo que en el hombre de deseos. Solamente el fuerte puede destruirla. El débil tiene que esperar su crecimiento, su fructificación y su muerte. Es ésta una planta que vive y se desarrolla a través de las edades. Florece cuando el hombre ha acumulado en sí mismo existencias innumerables. El que quiera entrar en la senda del poder, debe arrancarla de su corazón. Y entonces del corazón brotará sangre, y la vida toda del hombre parecerá desvanecerse por completo. Hay que sufrir esta prueba; puede presentarse desde el primer peldaño de la peligrosa escala que al sendero de vida conduce: puede no venir hasta lo último.

Pero acuérdate, ¡oh, discípulo!, que tienes que pasar por esta prueba, y refuerza las energías de tu alma para tal empresa. No vivas en lo presente ni en lo futuro, sino en lo eterno. Allí no puede florecer esta hierba gigantesca: esta mancha de la existencia la borra la atmósfera misma del pensamiento eterno.


5) Mata todo sentimiento de separatividad. [2]

6) Mata el deseo de sensación.

7) Mata la sed de crecimiento.


8) Sin embargo, mantente solo y aislado, porque nada de cuanto tiene cuerpo, nada de cuanto tiene conciencia de la separación, nada de cuanto está fuera de lo eterno puede acudir en tu auxilio. Estudia la sensación y obsérvala, porque únicamente así puedes empezar la ciencia del propio conocimiento, y colocar el pie en el primer peldaño de la escala.

Crece como la flor, inconscientemente, pero ardiendo en ansias por entreabrir su cáliz a la brisa. Así es como debes avanzar abriendo tu alma a lo eterno. Pero debe ser lo eterno lo que debe desarrollar tu fuerza, y no el deseo de crecimiento. Porque en el primer caso floreces con la lozanía de la pureza y en el otro te endureces con la avasalladora pasión de la importancia personal.

9) Desea únicamente lo que está en ti.

10) Desea únicamente lo que está fuera de tu alcance.

11) Desea únicamente lo que es inasequible.

12) Porque en ti está la luz del mundo, la única luz que en el sendero puede difundirse.


Si eres incapaz de percibirla dentro de ti, es inútil que la busques en otra parte.Está fuera de tu alcance, porque cuando a ella llegues ya no te encuentras a ti mismo. Es inasequible, porque siempre retrocede. Entrarás en el seno de la luz, pero no tocarás nunca la llama.

13) Desea ardientemente el poder.

14) Desea ardientemente la paz.

15) Desea las posesiones por encima de todo.

16) Pero estas posesiones deben pertenecer al alma pura, y por consiguiente, deben ser igualmente poseídas por todas las almas puras, siendo así la propiedad especial del todo que unidas constituyen.

 
Anhela las posesiones propias del alma pura, a fin de que puedas acumular riquezas para aquel espíritu común de vida que es tu único ser verdadero. La paz que debes desear es aquella paz sagrada que nada puede turbar, y en el seno de la cual, el alma crece como la flor santa en las lagunas inmóviles. Y ese poder a que debe aspirar el discípulo, es aquel que le hará aparecer como nada a los ojos de los hombres.

17) Busca la senda. [3]

18) Busca el camino penetrando al interior.

19) Busca el camino avanzando resueltamente al exterior.


20) Búscalo, pero no en una dirección única. Para cada temperamento existe una vía al parecer más deseable. Pero no se encuentra el camino sólo por la devoción, ni por la mera contemplación religiosa, ni por el ardor de progreso, ni por el laborioso sacrificio de sí mismo, ni por la observación estudiosa de la vida. Ninguna de estas cosas por si sola hace adelantar al discípulo más de un paso.

Todos los peldaños son necesarios para recorrer la escala.
 Los vicios de los hombres se convierten en los peldaños de la misma, uno por uno, a medida que se van dominando.Las virtudes del hombre son, en verdad, escalones necesarios, de los cuales no se puede en modo alguno prescindir. Sin embargo, aunque crean una atmósfera bella y un porvenir feliz, son inútiles sin son aisladas. La naturaleza toda del hombre debe ser sabiamente empleada por el que desee entrar en el sendero. 

Cada hombre es absolutamente para sí mismo el sendero , la verdad y la vida. Pero esto lo es sólo cuando domina firmemente toda su individualidad, y cuando por la energía de su despertada individualidad, reconoce que esta individualidad no es él mismo, sino aquella cosa que él ha creado trabajosamente para su uso, y por cuyo medio se propone, a medida que su crecimiento desarrolla lentamente su inteligencia, alcanzar la vida más allá de la individualidad. Cuando sabe que para esto existe su asombrosa vida compleja y separada, entonces, en verdad, y sólo entonces, se halla en el sendero. 

Búscalo sumergiéndote en las espléndidas y misteriosas profundidades de lo más íntimo de tu ser. Búscalo probando toda experiencia, utilizando los sentidos a fin de comprender el desenvolvimiento y significación de la individualidad, y la hermosura y oscuridad de estos otros fragmentos divinos que contigo y a tu lado combaten, y que forman la raza a la cual perteneces. Búscalo estudiando las leyes del ser, las leyes de la naturaleza, las leyes de lo sobrenatural; y búscalo postrando tu alma ante la pequeña estrella que arde en el interior. En tanto que vigilas y adoras con perseverancia , su luz irá siendo más y más brillante. Entonces podrás conocer que has encontrado el fin, su luz se convertirá súbitamente en luz infinita [4]

21) Busca la flor que debe abrirse durante el silencio que sigue a la tormenta y no antes. La planta crecerá y se desarrollará, echará ramas y hojas y formará capullos, en tanto que continúa la tempestad y el duro combate. Pero mientras la personalidad toda del hombre no se haya disuelto y desvanecido; mientras que el divino fragmento que la ha creado no la considere como mero instrumento de experimentación y experiencia; mientras la naturaleza toda no esté vencida y se halle subyugada por su yo superior , no puede abrirse la flor. Entonces sobrevendrá una calma como la que en los países tropicales sucede a una lluvia torrencial, cuando la Naturaleza obra con tanta rapidez que puede verse su acción. Una calma semejante se difundirá sobre el espíritu fatigado. Y en el silencio profundo, ocurrirá el misterioso suceso que probará que se ha encontrado el sendero.

Llámesela como se quiera, es una voz que habla donde no hay nadie que hable; es un mensajero que viene, mensajero sin forma ni sustancia, o bien es la flor del alma que se ha abierto. No hay metáfora que pueda describirlo. Pero se puede presentir, buscar y desear, aún en medio de la furia de la tempestad. El silencio puede durar sólo un momento, o bien puede prolongarse un millar de años, pero tendrá fin. Sin embargo, en ti residirá su fuerza. Una y otra vez tiene que darse y ganarse la batalla. El reposo de la Naturaleza sólo puede ser un intervalo. [5] Estas reglas expuestas son las primeras que han sido escritas en los muros del Templo del Saber. Los que pidan, obtendrán. Los que deseen aprender, aprenderán. [6]




LA PAZ SEA CONTIGO.
4

Mabel Collins 

FUENTE

NOTA: El enlace arriba de Biblioteca Upasika está roto, creo ya no existe el sitio o tiene otra ubicación que desconozco.





EL GUERRERO INVENCIBLE


Asgard el mago supremo ya lograba dominar el rayo, el fuego y el mar.
Pero era el Mago Supremo, no el Mago Divino la cual era su meta final, y si lograba alcanzarla todos los portales se abrirían y accedería al conocimiento absoluto. Asgrad ya había conseguido los siete báculos de los Brahmanes sagrados fundiéndolas en una sola, (la cual portaba ahora mismo), centralizando y magnificando así su poder.

Le arrebató el tesoro secreto al arcángel de la mañana y le quitó parte de su esencia al viento del este. Sus enemigos fueron derrotados y los distintos talismanes adquiridos quedando solo uno y a un paso de la victoria y del poder absoluto.
Asgard se relamió como un gato hambriento, estaba llegando al final de su larga campaña. De pronto se detuvo.

“ Entonces quien guarda el último talismán no ha de ser ningún novato descuidado – pensó claramente preocupado – el Ojo del Dragón es el que me falta y quien lo guarda el mejor será de todos los guerreros…”
Asgard consideró que no podría engañarlo como a los demás o simplemente combatirlo sino que debería usar toda su potencia contra éste.

_ “ Será un gigante como los demás o una bestia casi indestructible? – pensó– si el ultimo talismán activa el poder de todos los demás y otorga poder absoluto, entonces mi enemigo poseerá una fuerza vital semejante para que la batalla sea justa, será invencible como lo describen las leyendas de antaño”

Su memoria saltó unas semanas atrás, ¿llevaría quizás días como ocurrió con el guerrero de acero y roca? ¿O la batalla sería debajo de la tierra como con el guerrero sombra?.
Asgard sacudió sus temores y dudas como si fuesen parásitos molestos pegados a su ropa, no se detendría ahora, seguramente con la circunstancia adversa comparecería también la solución.

_ “ Pronto seré el Mago Divino y no debería dejar que mis batallas interiores me debiliten, ya suficiente tendré con la que se aproxima que por cierto será la última, pronto no habrá mas rivales para mi, y yo seré el invencible”
Volvió a acariciar sus expectativas futuras mientras se internaba más y más en el bosque frondoso y oscuro. Encontró de pronto un camino de piedrecillas blancas el cual ondeaba hasta el alcance mismo de la vista. Era el camino predicho en sus sueños, el que lo conduciría hacia la victoria o a la muerte y el olvido. Asgard levantó la vista hacia el cielo y la formación de las constelaciones le parecieron propicias, de una cosa estaba seguro: mas allá del resultado de la batalla el saldría vivo de la situación.

Luego de andar un rato halló una gran roca y el ella una inscripción casi burlesca:

“Te acercas demasiado,
viajero ambicioso,
no vires a los costados,
¡cuidado con los osos!”

Veinte osos que brotaron de la tierra, los árboles y las rocas cayeron sobre Asgard quien se encerró en un burbuja protectora y soportó el embate continuo de golpes terribles, soportó hasta que de rabia los osos se mataron entre ellos provocando una carnicería como hacia tiempo el mago no veía. Asgard consideró que jamás había trabado una batalla previa antes de cualquier guardián de cualquier talismán por el cual luchase, seguramente era con el propósito de debilitarlo.
_ “¿Cómo se atreve?” – pensó enfurecido Asgard _ “ ¿Tan débil me cree el idiota como para hacerme esto?, ¡juro que lo pagará muy caro, tendrá una muerte dolorosa sea lo que sea que me espere allí!”.

Pensó que no era bueno dejarse dominar por la ira ya que no era ningún novato en estas cosas, y luego de unir el Ojo del Dragón a todos los demás talismanes las emociones humanas desaparecerían por completo dejando lugar a sensaciones de un estado superior ni bueno, ni malo.
Una hora después cavilar y de atravesar un profundo arroyo de aguas oscuras otra roca al costado del camino rezaba:

“Eres hábil y valiente
aunque no bastará, soy sincero,
derramarás hasta la última chispa de vida
cuando llegues al Invencible Guerrero”.

Asgrad no recordaba que lo retaran de manera tal, nunca en su vida recibió semejante amenaza de muerte por anticipado. Volvió estudiar a los astros, pidió consejo al viento del sur nocturno y aun así no consiguió tranquilizar su corazón. Recibir amenazas cuando eres nadie es una cosa; ¿pero recibirlas holgadamente a punto de alcanzar el poder absoluto? ¿Quién era el que guardaba entonces el Ojo del Dragón? ¿un dios?
Asgard notó que debajo de la advertencia estaba escrita una breve posdata:

“No resultarás probo
si te matan los lobos”

Mil lobos enfurecidos, enormes, atacaron desde todas las direcciones posibles al sorprendido Asgard quien inmediatamente bajó fuego del cielo y calcinó dos hectáreas por completo a su alrededor usando todo su poder. Cuando la columna de fuego se disipó finalmente el humo y ardientes brasas crepitantes ahogaban al mago quien luchó por respirar hasta que encontró el verde del bosque y el camino de piedrecillas blancas nuevamente.

Ahora si estaba agotado, sudoroso y temblando de pies a cabeza por la debilidad. Aun así Asgard no se detuvo y continuo caminando trabajosamente hasta que llegó al pie de la montana negra. Desde lejos pudo divisar la estrecha entrada del templo tallado en la roca. Descansó unos minutos apoyado en su báculo.
_ “Lo que sea que haya allí dentro – pensó – sabe lo que hace, sabía que utilizaría el ataque del fuego que es lo que más poder gasta, sea lo que sea que este allí dentro sabe que me queda un solo ataque y que no puedo desperdiciarlo. No solo es fuerte sino que inteligente…vaya rival”

Se acercó cautelosamente a la entrada y se asomó solo cuando su báculo no le indicó peligro. En el fondo del templo el Ojo del Dragón brillaba eternamente verde iluminando muy tenuemente el sombrío lugar, Asgard iba a dar un paso hacia adentro cuando una figura se movió apenas al lado de Ojo del Dragón, Asgard alertado no podía distinguir al guerrero al que esperó que lo atacara y no ocurría nada. La sombra esperaba paciente y expectante.

_ “Es muy poderoso – pensó – espera que lo ataque solo para devolverme mi propio ataque, mi báculo no lo detectó ni antes ni ahora, como si no existiera, él lo anula por completo; y todo esto lo hacen los grandes maestros. Yo lo haría si estuviera en mis completas capacidades.”

Asgard resopló reconociendo su derrota sin sentir vergüenza ni humillación, recordó cuan lejos había llegado y todo lo que había logrado cuando sus propios colegas no se atrevieron a seguir adelante, el continuó. Finalmente apreció mas a su vida que a un talismán, saludó al guerrero invencible quien hizo lo mismo desde la oscuridad y Asgard conforme y orgulloso se marchó para jamás regresar.
En el fondo del templo el Ojo del Dragón titilaba con un verde resplandor como riendo al lado de un gran espejo que reflejaba de manera prefecta la entrada al templo y que en un frontispicio decía:

“El Invencible Guerrero
eres tú solamente
toma el Ojo del cuenco
y utilízalo sabiamente”

FUENTE

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