Pinturas rupestres en Tamaulipas
IDENTIFICAN 5 MIL PINTURAS RUPESTRES
EN TAMAULIPAS
Miércoles, 22 de Mayo de 2013 14:11
Imágenes realizadas por grupos de
cazadores-recolectores de la región han sido localizadas en oquedades y cañadas
de la Sierra de San Carlos, municipio de Burgos, de esa entidad.
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Historia en piedra
IDENTIFICAN 5 MIL PINTURAS RUPESTRES EN CUEVAS DE
TAMAULIPAS
*** Imágenes realizadas por grupos de
cazadores-recolectores de la región han sido localizadas en oquedades y cañadas
de la Sierra de San Carlos, municipio de Burgos, de esa entidad
*** La arqueóloga Martha García Sánchez dio a conocer
esta investigación durante el Segundo Coloquio de Arqueología Histórica, que se
realiza en el Museo Nacional de Historia
La existencia de casi 5 mil pinturas rupestres
localizadas en cuevas y cañadas de la Sierra de San Carlos, municipio de
Burgos, Tamaulipas, realizadas por grupos de cazadores-recolectores de la
región, fue dada a conocer por la arqueóloga Martha García Sánchez, durante el
Segundo Coloquio de Arqueología Histórica, que se realiza en el Museo Nacional
de Historia “Castillo de Chapultepec”.
Con el apoyo del arqueólogo Gustavo Ramírez, del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Tamaulipas, la
especialista llevó a cabo la investigación Las pinturas rupestres del Municipio de Burgos, que arroja luz sobre la existencia de 4,926 pinturas
rupestres, realizadas por al menos tres grupos de cazadores-recolectores de la
región: guajolotes, iconoplos y pintos, aunque se tiene evidencia de que
también se movían por la región de la Sierra de San Carlos y áreas aledañas los
grupos cadimas, conaynenes, mediquillos, mezquites, cometunas y canaimes, entre
otros.
En el encuentro académico organizado por el INAH, la
investigadora egresada de la Universidad Autónoma de Zacatecas, explicó que fue
en 2006 cuando se tuvo noticia de la existencia de dichas manifestaciones
rupestres, y fue hace dos años cuando se comenzó el registro de varias de ellas
con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Las pinturas son de carácter antropomorfo, zoomorfo,
astronómico y abstracto, y “su importancia radica en que con base en ellas
hemos podido documentar la presencia de grupos prehispánicos en Burgos, donde
antes se decía que no había nada, cuando en realidad estuvo habitado por una o
varias culturas”, dijo.
“En la Cueva de los Caballos —abundó como ejemplo—,
registramos más de 1,550 imágenes; pero nos falta analizar el componente
cultural de las pinturas porque allí está representado un mitote. En la Cueva
del Indio hallamos representaciones de atlatl (arma
prehispánica, usada para cazar), lo que tampoco había sido encontrado en el
arte rupestre de Tamaulipas”.
García Sánchez comentó que se han visitado once sitios
de la Sierra de San Carlos, como la Cueva de los Caballos, dentro del Cañón de
Bronce, La Noria y Las Colmenas, dentro del Cañón La Noria, y El Carrizo en la
Cañada de Las Pozas, entre otros.
La imágenes, abundó, dejan entrever que las
actividades de los nómadas se enfocaban en la caza, pesca y recolección, además
de la creación de imágenes antropomorfas, religiosas, astronómicas, de lugares
temporales de vivienda, con presencia de probables tipis (tiendas de piel de
forma cónica), así como representaciones de flora y fauna de la región, como
venados, lagartijas y ciempiés.
Aseguró que para la identificación de cada una de las
4,926 imágenes de pinturas rupestres se recurrió a la metodología
arqueológica: “Primero se identifica el sitio, después se limita por paneles,
se subdividen en conjuntos y finalmente se registran las figuras. La mayoría de
estas pinturas tiene un grado de conservación impresionante”.
Sobre los colores (amarillo, rojo, blanco y negro),
dijo, que los grupos nómadas elaboraron sus pinturas con tintes orgánicos y
minerales, “pero haría falta tomar muestras para elaborar un estudio químico de
los componentes de los pigmentos”.
En este sentido, el arqueólogo Gustavo Ramírez, del
Centro INAH Tamaulipas, también señaló que por el momento no ha sido posible
fechar las pinturas rupestres “porque no se ha encontrado ningún objeto antiguo
que esté asociado al contexto y porque estas manifestaciones están en los muros
de las cañadas y, además porque en época de lluvias la corriente del arroyo se
lleva todo el sedimento, tenemos pura grava”.
Agregó que existe la posibilidad de tomar muestras de
los pigmentos, “lo que nos permitiría hacer fechamientos aproximados por medio
de análisis químico o de radiocarbono.
Técnica y significado
La arqueóloga Martha García señaló que para
identificar a sus posibles autores se hizo una investigación en archivos,
crónicas e informes de la época colonial, como el Archivo General de la Nación,
de Nuevo León y de Tamaulipas, y el municipal y parroquial de Burgos,
“pero no hay registros de estos grupos nómadas, sí en cambio de indígenas
tlaxcaltecas o de Nuevo León, españoles, criollos y también franceses, que llegaban
por la costa”.
Aseguró que, por desgracia, de los grupos que
habitaron las sierras de Tamaulipas, prácticamente no hay información, sólo se
les conoce por los motes que les pusieron los conquistadores, frailes y otros
indígenas (principalmente del estado de Zacatecas) que los acompañaban.
Los nombres de las tribus o bandas serranas “van desde
descripciones de rasgos personales (borrados, pintos, sarnosos), costumbres o
actividades (cometunas, comenopales, zapoteros, andaelcamino), patronímicos de
jefes de tropillas (santiagos, Villegas, Pancho cojo), hasta gentilicios
(dienteños, salineros)”, entre muchos otros.
Estos grupos escaparon al dominio español por casi 200
años, explicó la investigadora al referir que la evangelización de Burgos
comenzó a mediados del siglo XVIII (1750), porque eran indomables y “huían a la
sierra de San Carlos donde tenían agua, plantas y animales para alimentarse. En
cambio los españoles no se metían a la sierra y sus cañadas”. E incluso en la
Colonia se llegó a ofrecer 25 pesos por cada cabellera indígena o 60 por cada
cautivo “rescatado”, por lo que se sabe muy poco de sus lenguas, ritos y
costumbres.
Dos investigadores se dieron a la
tarea de ubicar a los indios de Tamaulipas, con base en registros y crónicas
coloniales: Gabriel Saldívar, quien escribió Los indios de Tamaulipas, e Isabel Eguilaz,
autora de Los indios del Norte de México, para
lo que se basó en documentos del Archivo General de Indias.
El Segundo Coloquio de Arqueología Histórica continuará hasta el 24 de mayo en
el Museo Nacional Historia “Castillo de Chapultepec” (Primera Sección del
Bosque de Chapultepec).
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Última actualización el Jueves, 23 de Mayo de 2013
16:27
FUENTE
será casualidad o mi imaginación, pero a como se ve en la foto ésta pintura abajo... ¿a poco no se parecen las demás fotos más abajo?... conjeturas y mucha imaginación mías quizás.