Científicos estadounidenses descartaron que una estrella gemela del Sol o Némesis sea la que provoca las catástrofes en nuestro planeta
Martes 13 de julio de 2010
Redacción
El Universal
Registros fósiles de 500 millones de años de antigüedad demuestran que la Tierra es sacudida por una catástrofe colosal cada 27 millones de años que extinguen la vida en nuestro planeta.
Adrian L. Melott del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Kansas y Richard K. Bambach del departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Historia Smithsoniano descartaron la teoría de la Némesis hasta ahora considerada como la más acertada sobre los cataclismos que extinguieron la vida de algunas especies, como los dinosaurios.
En 1984, físicos de las universidades de Berkeley y Princeton publicaron en Nature un estudio que sugería que nuestro Sol podía formar parte de un sistema binario. Su acompañante sería Némesis, una estrella apagada o una enana marrón aún no descubierta (llamada así por la diosa griega de la venganza) que cada 26 a 34 millones de años atravesaría la nube de Oort.
Al hacerlo, provocaría una terrible tormenta de grandes cometas que explicaría las grandes catástrofes planetarias y las extinciones asociadas, publica en su portal el diario ABC.
Para Melott y Bambuch, la precisión y regularidad de las extinciones masivas demuestra precisamente que Némesis no existe. Según ellos, la órbita de Némesis debería haberse visto infuenciada por los numerosos encuentros que el Sol ha tenido con otras estrellas en los últimos 500 millones de años.
De acuerdo con su investigación publicada en la revista arXiv de la Universidad de Cornell el objeto que se acerca a la Tierra y provoca una lluvia de meteoritos mortales debe estar más cerca de lo pensado, pero descartan la existencia de la Némesis.
Leer artículo original (en inglés) arXiv
FUENTE
Martes 13 de julio de 2010
Redacción
El Universal
Registros fósiles de 500 millones de años de antigüedad demuestran que la Tierra es sacudida por una catástrofe colosal cada 27 millones de años que extinguen la vida en nuestro planeta.
Adrian L. Melott del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Kansas y Richard K. Bambach del departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Historia Smithsoniano descartaron la teoría de la Némesis hasta ahora considerada como la más acertada sobre los cataclismos que extinguieron la vida de algunas especies, como los dinosaurios.
En 1984, físicos de las universidades de Berkeley y Princeton publicaron en Nature un estudio que sugería que nuestro Sol podía formar parte de un sistema binario. Su acompañante sería Némesis, una estrella apagada o una enana marrón aún no descubierta (llamada así por la diosa griega de la venganza) que cada 26 a 34 millones de años atravesaría la nube de Oort.
Al hacerlo, provocaría una terrible tormenta de grandes cometas que explicaría las grandes catástrofes planetarias y las extinciones asociadas, publica en su portal el diario ABC.
Para Melott y Bambuch, la precisión y regularidad de las extinciones masivas demuestra precisamente que Némesis no existe. Según ellos, la órbita de Némesis debería haberse visto infuenciada por los numerosos encuentros que el Sol ha tenido con otras estrellas en los últimos 500 millones de años.
De acuerdo con su investigación publicada en la revista arXiv de la Universidad de Cornell el objeto que se acerca a la Tierra y provoca una lluvia de meteoritos mortales debe estar más cerca de lo pensado, pero descartan la existencia de la Némesis.
Leer artículo original (en inglés) arXiv
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