Hace más de 10 años el psicólogo estadounidense Arthur Aron halló la fórmula para que dos extraños se enamoraran en menos de una hora. Ahora, una escritora junto a uno de sus conocidos decidieron probar la 'pócima mágica' y también terminaron enamorados.
El método de Aron, un cuestionario que debe ser contestado en 45 minutos, demostró que es posible generar una situación íntima entre dos desconocidos sin que tengan peso relevante factores como la afinidad o las expectativas de gustar al otro.
La escritora estadounidense Mandy Len Catron también decidió aplicar la técnica en su vida personal, pero a diferencia del experimento de Aron, decidió probar con una persona de su entorno social con la que no compartía relación alguna, y realizó el experimento en un bar, según explica en sus relatos publicados en 'The New York Times'.
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El cuestionario creó intimidad en la pareja y sentó la base de su posterior enamoramiento. "Aunque es difícil darle todo el mérito al estudio (podría haber ocurrido de todas formas), las preguntas nos ofrecieron un camino hacia una relación que sentimos como voluntario y deliberado (…) El amor no nos ocurrió. Estamos enamorados porque tomamos la decisión de estarlo", describió Mandy.
El cuestionario
A continuación les dejamos una parte del cuestionario, que consta de 36 preguntas:
Se trata de plantearlas a esa persona desconocida y en tres bloques.
-Antes de hacer una llamada telefónica, ¿alguna vez ensayas lo qué vas a decir? ¿Por qué?
-¿En qué consiste tu día "perfecto"?
-¿Se te ha pasado por la cabeza alguna idea de cómo vas a morir?
-Si pudieras cambiar algo de tu infancia, ¿qué sería?
-¿Hay algo que hayas soñado hacer desde hace tiempo? ¿Por qué no lo has hecho todavía?
-¿En qué consiste tu día "perfecto"?
-¿Se te ha pasado por la cabeza alguna idea de cómo vas a morir?
-Si pudieras cambiar algo de tu infancia, ¿qué sería?
-¿Hay algo que hayas soñado hacer desde hace tiempo? ¿Por qué no lo has hecho todavía?
Sin importar las respuestas, mantener ese diálogo de forma franca y abierta quizá no haga brotar el amor de forma inmediata como para abalanzarse a besar al otro mientras escuchamos la banda sonora de nuestra vida en la cabeza, pero sí crean la confianza y el vínculo necesario para que el caldo de cultivo que toda relación amorosa esté listo y lo más importante: que sea fundamentada y dure en el tiempo.
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