27 de marzo de 2013: A lo largo del tiempo, las naciones de la Tierra que cuentan con tecnología espacial han enviado docenas de sondas y vehículos exploradores a Marte. Hoy en día, hay tres satélites activos circulando alrededor del Planeta Rojo mientras dos vehículos exploradores, Opportunity (Oportunidad, en idioma español) y Curiosity (Curiosidad, en idioma español), se desplazan debajo de ellos, sobre las rojas arenas. Marte es seco, desierto y aparentemente carece de vida.
Pronto, estos dispositivos podrían hallarse explorando un tipo de mundo muy distinto.
"Hay una pequeña pero nada despreciable probabilidad de que el cometa 2013 A1 se estrelle contra Marte en octubre de 2014", dice Don Yeomans, del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra (Near-Earth Object Program, en idioma inglés), de la NASA, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés). "Las soluciones actuales sugieren que hay una probabilidad en dos mil de que esto suceda".
El núcleo del cometa tiene probablemente de 1 a 3 kilómetros de diámetro y se aproxima a gran velocidad, alrededor de 56 km/seg (aproximadamente 125.000 millas por hora). "Si llegara a chocar contra Marte, produciría una explosión con una energía equivalente a 35 millones de megatones de dinamita", estima Yeomans.
A modo de comparación, cabe mencionar que el impacto del asteroide que terminó con los dinosaurios terrestres hace 65 millones de años fue unas 3 veces más poderoso, produjo una energía equivalente a 100 millones de megatones. Otro punto de comparación es el meteoro que explotó sobre Chelyabinsk, Rusia, en febrero de 2013, el cual dañó edificios y arrojó personas al suelo. El cometa de Marte contiene potencialmente 80 millones de veces más energía que aquel relativamente exiguo asteroide.
Un impacto no necesariamente sería el fin del programa de la NASA en Marte, pero sí transformaría el programa, y también al mismo Marte.
"Yo lo veo como un gigantesco experimento sobre el clima", dice Michael Meyer, quien es el científico principal del Programa de Exploración de Marte (Mars Exploration Program, en idioma inglés), en las oficinas centrales de la NASA. "Un impacto como este arrojaría una gran cantidad de material hacia la atmósfera de Marte: polvo, arena, agua y otros desechos. El resultado podría ser un planeta Marte más caliente y húmedo que el que conocemos ahora".
A Meyer le preocupa que el vehículo explorador todo terreno Opportunity, impulsado por energía solar, pueda tener dificultades para sobrevivir si la atmósfera se vuelve opaca. En cambio, el vehículo explorador Curiosity, impulsado por energía nuclear, continuaría su misión sin problemas. También destaca que los vehículos en órbita alrededor de Marte tendrían problemas para distinguir la superficie, por lo menos por un tiempo, mientras los desechos se asientan.
Un impacto directo parece poco probable. Paul Chodas, del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra, subraya que 1 probabilidad en 2000 significa que hay una probabilidad de 1999 en 2000 de que no haya impacto alguno. "Un sobrevuelo cercano es mucho más probable", apunta.
Incluso un sobrevuelo cercano es un suceso potencialmente importante. Las más recientes soluciones orbitales determinadas por los científicos indican que el cometa pasaría a menos de 300.000 kilómetros del Planeta Rojo en su máximo acercamiento. Eso significa que Marte podría encontrarse dentro de la atmósfera gaseosa y polvorienta del cometa, llamada "coma". Visualmente, el cometa podría alcanzar un brillo de magnitud cero; es decir, unas pocas veces más brillante que una estrella de magnitud 1, vista desde el Planeta Rojo.
"Las cámaras colocadas en TODOS los vehículos espaciales que actualmente funcionan en Marte deberían poder tomar fotografías del cometa 2013 A1", dice Jim Bell, quien es un científico planetario y especialista en imágenes, de la Universidad Estatal de Arizona (Arizona State University, en idioma inglés). "Respecto de las sondas Mars Odyssey (Odisea, en idioma español) y el Orbitador de Reconocimiento de Marte (Mars Reconnaissance Orbiter, en idioma inglés), el asunto será apuntarlos en la dirección correcta; están acostumbrados a 'mirar' hacia abajo, no hacia arriba. Los diseñadores de la misión deberán averiguar cómo hacerlo, si es que eso es posible".
"En cuanto a los vehículos exploradores Opportunity y Curiosity, el asunto será poder cargarlos de energía para que tomen imágenes por la noche", continúa. "El vehículo Opportunity funciona con energía solar y, por lo tanto, necesitaría disponer de la energía de reserva de su batería para poder hacer funcionar las cámaras durante la noche. Si es capaz o no de hacer esto dependerá de cuánta energía obtenga de sus polvorientos paneles solares durante el día. Por otro lado, el vehículo explorador Curiosity funciona con energía nuclear, de manera que tendrá mayores capacidades para obtener imágenes nocturnas".
Los investigadores estarán muy interesados en ver cómo interacciona el cometa con la atmósfera de Marte. Tal vez, podría producirse una lluvia de meteoros. "El análisis del espectro de los meteoros en desintegración podría decirnos algo interesante sobre la química de las capas superiores de la atmósfera de Marte", destaca Meyer.
Otra posibilidad son las auroras marcianas. A diferencia de la Tierra, que tiene un campo magnético que envuelve a nuestro planeta por completo, Marte solo está magnetizado en zonas aisladas. Aquí y allá, sombrillas magnéticas salen del suelo, creando de ese modo una bizarra colcha de polos magnéticos concentrados principalmente en el hemisferio sur. Los gases ionizados que alcancen la parte superior de la atmósfera marciana podrían ocasionar la aparición de auroras en los doseles de las sombrillas magnéticas.
Aun antes de saber sobre el sobrevuelo del cometa, la NASA ya había decidido enviar otra nave espacial a Marte para estudiar la dinámica de la atmósfera marciana. Si la sonda, llamada MAVEN (acrónimo que en idioma inglés significa "Mars Atmosphere and Volatile Evolution", o "Atmósfera de Marte y Evolución de Materiales Volátiles", en idioma español), es lanzada a tiempo en el mes de noviembre de 2013, llegaría a Marte justo unas cuantas semanas antes que el cometa, en 2014.
Sin embargo, señala Bruce Jakosky, quien es el investigador principal del proyecto MAVEN en la Universidad de Colorado, la nave espacial no estará lista para observar el cometa cuando llegue a Marte. "Toma un tiempo poner al satélite en la órbita de mapeo, así como también desplegar los paneles, encender y probar los instrumentos científicos y más", explica. "MAVEN no podrá funcionar a pleno hasta, tal vez, unas dos semanas después del paso del cometa. Habrá otros efectos que yo esperaría que duraran por un período relativamente largo (especialmente si el cometa choca contra Marte) y podremos entonces observar esos cambios".
Los astrónomos de todo el mundo están monitorizando al cometa 2013 A1. Cada día, nuevos datos llegan para refinar el cálculo de su órbita. Conforme se reduzcan los intervalos de incertidumbre, Yeomans espera que se descarte el impacto directo. "Las probabilidades apuntan a un sobrevuelo, no a una colisión", dice.
De cualquier modo, esto va a ponerse bueno. Manténgase actualizado conforme el cometa se acerca.
Créditos y Contactos
Funcionaria Responsable de NASA: Ruth Netting
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Editor de Producción: Dr. Tony Phillips
Traducción al Español: Carlos Román Zúñiga
Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti
Formato: Carlos Román Zúñiga
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