...Podrá el demonio "echarse a sí mismo?"... ya sabemos que hasta los demonios creen en Dios....
Como recordareis, hace unos días hablamos de como Amazon está vendiendo un libro que enseña a los niños cómo invocar demonios. Una reseña del libro
«Un libro de demonios para niños (A Children’s Book of Demons)» dice que integra un elemento de manualidades en esta guía lúdica que invita a los lectores a conjurar demonios amables escribiendo sus sellos, que sirven como “un número de teléfono” directo al espíritu.
«Un libro de demonios para niños (A Children’s Book of Demons)» dice que integra un elemento de manualidades en esta guía lúdica que invita a los lectores a conjurar demonios amables escribiendo sus sellos, que sirven como “un número de teléfono” directo al espíritu.
“El Libro de demonios para niños” es básicamente un grimorio (un manual de brujería para invocar demonios y espíritus de los muertos) para niños. Contiene 72 demonios que los niños pueden invocar para su beneficio personal (que es la definición de magia negra). Cada demonio está acompañado por un sigilo (un símbolo que representa un demonio de poder oculto) y un dibujo que está repleto de simbolismo oculto. Para invocar a estos demonios, se alienta a los niños a reproducir sus sigilos, que son muy similares a los sigilos reales en Goetia, el clásico trabajo de referencia para la magia negra. No es necesario decir que este libro ha provocado un gran revuelo entre la sociedad, que consideran innecesario que los niños tengan acceso a este material tan fácilmente, y sobre todo que esté disponible en el gigante minorista Amazon. Pero ahora la Asociación Internacional de Exorcistas ha advertido que el “libro infantil” enseña a los jóvenes a invocar demonios reales.
Los exorcistas advierten
La polémica sobre el libro escrito por Aaron Leighton ha llegado hasta Roma a través de una declaración de la Asociación Internacional de Exorcistas. El presidente, padre Francesco Bamonte, dijo en un comunicado que “no se juega con los demonios”. Quien enseñe a un niño a invocar a un demonio es como una persona que pone una granada en sus manos para jugar. Tarde o temprano el niño tirará la anilla y explotarán en sus manos.
“No te metas con los demonios”, dijo el padre Bamonte. “Quien invita a un niño a invocar un demonio es como una persona que pone una granada en sus manos para jugar. Tarde o temprano, el niño tirará de la anilla y la bomba explotará en sus manos.”
El padre Bamonte cuestionó específicamente cómo el libro presenta una serie de símbolos que se alienta a los niños a dibujar para invocar a diferentes demonios. Según el exorcista, estos sigilos son extrañamente similares a los que se encuentran en los auténticos manuales mágicos, conocidos como grimorios. Como tal, el padre Bamonte reprendió al autor del libro por simplificar un grimorio tanto como sea posible y transformarlo en un juego divertido: los sellos demoníacos actúan como un ‘número de teléfono’ para contactar a los espíritus del mal.
Además, el exorcista lamentó que el libro represente el último desarrollo en lo que él ve como un “proyecto” gradual destinado a hacer que las entidades demoníacas sean más apetecibles para el público y, finalmente, culminar con “la propuesta explícita de adorar al diablo”. Si bien la advertencia del padre Bamonte es con toda la buena intención, tanto el escritor del libro como la editorial estén encantados con toda la publicidad gratuita que la Asociación Internacional de Exorcistas está dando a la guía ‘demoníaca’.
Para finalizar, el padre Bamonte vincula el libro a un “oscuro proyecto” iniciado en la década de 1970 para minimizar o normalizar el mal. Y este es el principal motivo por el cual su organización recibe tantas llamadas.
El libro del mal para niños
La descripción del libro menciona que se trata de una “parodia paranormal”, aunque es difícil encontrar un niño de 5 a 10 años (edades recomendadas para el libro) que conozca la definición de cualquiera de esas palabras. Sin embargo, está claro que el libro está destinado a ser una herramienta de “aprendizaje divertida” donde los niños dibujan sigilos para invocar a 20 demonios diferentes cuyo propósito es librarlos de ir a la escuela, hacerlos inteligentes y protegerlos del bullying. Es cierto que hay advertencias sobre permitir que los demonios entren en sus cabezas, pero ¿quién lee las advertencias cuando hay páginas en blanco para colorear?
Además, hay que tener en cuenta que tradicionalmente, los demonios se invocan para formar pactos para obtener ganancias o riquezas personales, para responder una pregunta o para maldecir a alguien con dolor o sufrimiento. Los practicantes de magia negra y las brujas usaban un grimorio, un libro de texto específico para la magia oscura.
Por lo general, los grimorios incluyen instrucciones sobre cómo hacer talismanes y amuletos protectores, cómo realizar hechizos mágicos, encantamientos y adivinación y, por supuesto, cómo invocar entidades sobrenaturales, incluidos los demonios. Por lo que los niños nunca deberían tener acceso a este tipo libros. Pero si lo pensamos bien la culpa no lo tienen ellos, más bien los padres inconscientes que deciden comparar este tipo de “literatura infantil” simplemente para hacer la gracia estas navidades.
¿Cuál es tu opinión sobre esta curiosa controversia? No dudes en comentar a continuación.
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