Películas asesinas: casos de espectadores que murieron mientras las veían en el cine
Hay
películas que incrementan las ganas de matar a alguno de sus realizadores:
películas que por una razón u otra consiguen que el espectador saque sus
instintos más viles y quiera ajusticiar a los responsables por el tiempo
perdido. Pero luego está la otra cara de la moneda: aquellas cintas que
consiguen que sea el espectador el que pasé a mejor vida.
Y esto no tiene que estar necesariamente ligado a la mayor o menor calidad del film, sino que son diferentes factores, algunos de los cuales son dignos de los mismísimos Premios Darwin (galardón que se concede anualmente a la muerte más 'tonta' y que, por tanto ayuda a la especie a mejorar).
En esta lista encontramos desde dramas intensos a películas de terror moderno, pasando por excentricidades o musicales de Bollywood. Películas todas ellas que consiguieron, para desafortunados espectadores que los créditos finales fueran realmente los finales. Y así, cualquier metraje, bien pensado -y como ocurría en The Ring-, puede ser el macguffin más siniestro que se recuerde.
Empezamos con «Expediente Warren»:
Una de esas historias estrambóticas que servirían para una película en sí
misma. El 17 de junio de 2016, en un cine de Tiruvannamalai, en la India, un
espectador desconocido falleció durante el tercer acto de The Conjuring 2.
Pero eso sólo es el principio de la historia. El cuerpo sin vida era de un hombre de unos 65 años de edad que se había quejado durante la proyección de fuertes dolores en el pecho. Fue llevado al hospital, donde los médicos sólo pudieron confirmar la hora de la muerte. Sin embargo, los restos debían ser llevados a otro hospital para su examen pormenorizado. Nunca llegó. El conductor desapareció con el cuerpo y nunca se supo la identidad del fallecido ni las verdaderas causas de la muerte. Todo un Expediente que bien podría servir de secuela en una metahistoria de terror jamás vista en pantalla.
La saga Crepúsculo - Eclipse
Pero eso sólo es el principio de la historia. El cuerpo sin vida era de un hombre de unos 65 años de edad que se había quejado durante la proyección de fuertes dolores en el pecho. Fue llevado al hospital, donde los médicos sólo pudieron confirmar la hora de la muerte. Sin embargo, los restos debían ser llevados a otro hospital para su examen pormenorizado. Nunca llegó. El conductor desapareció con el cuerpo y nunca se supo la identidad del fallecido ni las verdaderas causas de la muerte. Todo un Expediente que bien podría servir de secuela en una metahistoria de terror jamás vista en pantalla.
La saga Crepúsculo - Eclipse
Más de uno habrá pensado, maliciosamente, que si la película de los vampiros y
los licántropos está en esta lista es por su calidad, pero la historia real es
mucho más triste de lo que uno cabría esperar. Damian Anthony Smythe, de 23
años, fue a ver la película basada en la obra de Stephanie Meyer en Wellington,
Nueva Zelanda.
El problema es que lo hizo con una botella de whisky. Su muerte se debió a una intoxicación alcohólica aguda, y su padre agregó que conocía los problemas con la los problemas con la bebida de su hijo y que intentó convencerle de ir a rehabilitación, sin obtener resultado.
«Avatar»
El problema es que lo hizo con una botella de whisky. Su muerte se debió a una intoxicación alcohólica aguda, y su padre agregó que conocía los problemas con la los problemas con la bebida de su hijo y que intentó convencerle de ir a rehabilitación, sin obtener resultado.
«Avatar»
La épica aventura en 3D fue todo un 'shock' para el panorama cinematográfico
actual por su uso inaudito del CGI y los efectos especiales, pero quizá fueron
demasiado para quien fue a verla a una sala de Taiwán. Un hombre de 42 años no
identificado se encontró mal durante la proyección y abandonó la sala.
Para cuando alcanzó la sala de emergencias a duras penas, tuvo un grave derrame cerebral y cayó inconsciente. Murió 11 días más tarde. El hombre tenía un historial clínico de alta presión sanguínea y los doctores culparon de su fallecimiento al «sobre excitamiento que le produjo ver la película". No se sabe si lo dijeron como una buena o mala crítica ahora que James Cameron prepara 4 secuelas.
«Freaks, la parada de los monstruos»
La obra maestra de 1932 es una cinta de culto actualmente, pero en su momento
tuvo serias dificultades para triunfar. Tod Browning, el director, se basó en
su propia infancia en un circo para retratar la vida de los seres peculiares
que iban vagando de pueblo en pueblo.
Incluso contrató verdaderos artistas circenses para su film. Aparte de que la historia fuera en su día controvertida -una historia de un enano que se enamora de la trapecista, que se casa con él sólo para asesinarle y quedarse con su dinero-, la visión en pantalla grande de gemelas unidas corporalmente, hermafroditas, un hombre sin piernas, una mujer sin brazos o la mujer barbuda, entre otros, ofendió a la audiencia e hizo que se acusara a Browning de explotar a sus estrellas.
¿Y la muerte? Pues según el libro de Don Summer Horror Movie Freak, la leyenda negra comenzó incluso antes de su distribución, cuando una mujer que asistió a un pase de prueba amenazó al estudio con demandarles por provocarle un aborto involuntario. Tal cual.
«Alien»
La entrega de la franquicia dirigida por James Cameron (otra vez él) no es ni
siquiera la más terrorífica de todas, pero para un estudiante de la India fue
la gota que colmó el vaso. Tras pasar la noche despierto para ver un maratón de
películas de miedo, M. Prabhakar se excusó para ir al servicio en la proyección
de Aliens. Pero no regresó a la sala. Salió gritando del baño y sufrió un
colapso que le produjo la muerte poco después. Según el Times de la India,
nadie notó la desaparición de Prabhakar y, cuando intentaron reanimarlo, fue
infructuoso, pues el maratón ya había acabado. Se declaró su cese cuando llegó su
cuerpo sin vida al hospital.
«La pasión de Cristo»
«La pasión de Cristo»
El proyecto bíblico de Mel Gibson fue criticado por su excesiva violencia, a
veces rozando lo gore, para narrar los últimos días de Jesús de Nazaret. Y
puede que algo de razón tuvieran pues no una, sino dos personas fallecieron durante su proyección.
El primer incidente fue en febrero de 2004, en Wichita, Kansas, donde Peggy Scott, de 56 años, sufrió un ataque al corazón fatal durante la escena de la crucifixión, que una televisión local escribió como «el momento más emocional de la película».
Una enfermera en la sala intentó reanimar a Peggy, pero sus esfuerzos fueron en vano, pues la señora Scott fue declarada muerta a su llegada a un hospital cercano. Un mes después, Jose Geraldo Soares, un pastor brasileño de 43 años, sufrió el mismo destino al ir a ver la cinta con su congregación. Su esposa, durante la película, se dio cuenta de la pérdida de conciencia de su marido. También como en el caso de Peggy Scott, un médico en la sala intentó reanimarle sin conseguirlo.
«Raju Gari Gadhi»
El primer incidente fue en febrero de 2004, en Wichita, Kansas, donde Peggy Scott, de 56 años, sufrió un ataque al corazón fatal durante la escena de la crucifixión, que una televisión local escribió como «el momento más emocional de la película».
Una enfermera en la sala intentó reanimar a Peggy, pero sus esfuerzos fueron en vano, pues la señora Scott fue declarada muerta a su llegada a un hospital cercano. Un mes después, Jose Geraldo Soares, un pastor brasileño de 43 años, sufrió el mismo destino al ir a ver la cinta con su congregación. Su esposa, durante la película, se dio cuenta de la pérdida de conciencia de su marido. También como en el caso de Peggy Scott, un médico en la sala intentó reanimarle sin conseguirlo.
«Raju Gari Gadhi»
Esta película, mezcla de terror y comedia sobre siete concursantes de un reality de televisión que han de pasar la noche en una casa encantada, resultó ser una trampa mortal para un espectador identificado como Amaranatham de Attapur. Amaranatham, de 55 años, tuvo un infarto y murió en un cine de Hyderabad, pero antes se había dirigido a la salida en un par de ocasiones.
Acabada la proyección, los trabajadores de la sala comenzaron a limpiarla cuando descubrieron que estaba muerto. Cuando los investigadores contactaron con la familia de Amaranatham para informarles de su fallecimiento, resultó que el difunto tenía graves problemas del corazón...
«El experimento del Dr. Quatermass»
Uno de los primeros y más trágicos acontecimientos dentro de este reportaje.
Esta película británica, estrenada en EE.UU. bajo el título The Creeping
Unknown en 1956, narra la historia de un astronauta que regresa a La Tierra
infectado por un parásito extraterrestre que amenaza con acabar con la vida en
todo el planeta.
La cinta, sin embargo, entró en los anales de la historia en noviembre de 1956, pues, de acuerdo con una noticia publicada por Variety y recogida en el libro de 1997 The Hammer Story: The Authorised History of Hammer Films, un niño de 9 años de Illinois sufrió la ruptura de una arteria durante su proyección y falleció en el acto.
«Grand masti»
La cinta, sin embargo, entró en los anales de la historia en noviembre de 1956, pues, de acuerdo con una noticia publicada por Variety y recogida en el libro de 1997 The Hammer Story: The Authorised History of Hammer Films, un niño de 9 años de Illinois sufrió la ruptura de una arteria durante su proyección y falleció en el acto.
«Grand masti»
La inmensa mayoría de las películas de esta lista eran o bien dramas o bien películas de miedo, pero aquí hay una sorpresa: la comedia sexual Grand Masti también pertenece a este infausto y selecto grupo.
La víctima en este caso fue Mangesh Bhogal, de 22 años, quien asistió junto a su novia para pasar un buen rato con el humor un tanto obsceno de la cinta y acabó riéndose tanto que sufrió un ataque al corazón fatal. «Quienes se sentaron al lado del joven dijeron que se reía con todo su corazón, lo que le produjo una apoplejía mayor», comunicó un portavoz del cine a DNA India. Una «muerte accidental» según la policía, ya que Bhogal fue declarado muerto incluso antes de llegar al hospital.
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