miércoles 28 de diciembre de 2011
En varias ocasiones hemos hablado de la posibilidad cada vez más cercana de leer la mente (por ejemplo aquí). Estos avances se basan casi todos en el uso de la resonancia magnética funcional (fMRI). Sin embargo, una línea de investigación paralela ha intentado hacer uso de las señales eléctricas que generan el encefalograma y, últimamente, de los conocimientos sobre el campo eléctrico del cerebro (más detalles aquí ). Un equipo de investigadores encabezado por Xavier O'Heary, del Instituo de Tecnología de Massachusetts (MIT, EE.UU.), en colaboración con el NSRDEC del United States Army Soldier Systems Center, ha presentado un dispositivo capaz de “leer” el pensamiento verbal de una persona y transmitirlo por radio a un dispositivo similar de manera que otra persona pueda “escuchar” lo que ha “dicho”. La presentación tuvo lugar durante la New Combat Technologies Conference que se celebró el pasado día 22 de diciembre en Phoenix (EE.UU.). Una descripción de los aspectos neurocientíficos aparece en Science.
La actividad eléctrica del cerebro es capaz de afectar a un sistema magnético de tal manera que se generan corrientes externas que son emitibles por radio. El dispositivo lee la actividad cerebral de esta manera y la transmite por radio a otro elemento similar. En éste el proceso se invierte, convirtiéndose la señal eléctrica en magnética que afecta al campo del cerebro de tal manera que el sujeto “oye”. El sistema funciona por turnos y solamente para información verbal.
En los experimentos descritos en la carta enviada a Science, 7 parejas de sujetos fueron capaces de comunicarse mentalmente estando separados más de un kilómetro. En un primer experimento, los sujetos emisores tenían que leer mentalmente un listado de 50 palabras inconexas; en este caso los receptores “oyeron” menos de la mitad. Sin embargo, en un segundo experimento, en el que se usaron esas mismas palabras pero formando frases gramaticalmente correctas y con sentido, los receptores “oyeron” el 87% de las frases correctamente. Finalmente, en un tercer experimento, en el que los emisores leían al azar 20 de 100 frases posibles, previamente conocidas por los receptores, el índice de acierto fue del 100%.
Pero no todo es tan fácil. Los dispositivos tuvieron que ajustarse físicamente a cada sujeto y calibrarse de forma personalizada. Estas características, unidas a las demás, harán que el primer uso sea en los equipos de fuerzas especiales (Delta, SEALS, etc.) una vez se solucione el principal inconveniente, el peso, algo más de kilo y medio en los prototipos.
Independientemente del uso militar, estos dispositivos abren todo un mundo de posibilidades tanto para el estudio del cerebro como para el uso clínico, en pacientes con imposibilidad de comunicarse de otra forma. El futuro ya está aquí.
Referencia:
O´Heary, X., McMillan, J., Hudson, H., Steinberg, M., Eisenstein, R., Pampanella, L., Cape, J., Monnard, P., & Boncella, J. (2011). Electromagnetic Transduction and Long Distance Radio Communication of the Verbal Activity of the Brain DOI: 10.1039/hoy2812d
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