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Un australiano dice ser la reencarnación de Jesucristo
En 1993 murió el líder del conocido grupo de los Davidianos David Koresh, quien fue noticia después del asalto a su propiedad por parte de la ATF y el FBI cerca de Waco, Texas, que resultó en la muerte de 82 miembros. Una de las creencias de esta secta era que el mudo estaba viviendo los últimos días descritas en las profecías bíblicas antes de la segunda venida de Cristo. 20 años después de la matanza de Waco, un hombre que dice ser el propio Jesús está ganando una gran cantidad de adeptos en poco tiempo, causando preocupación entre los expertos en sectas de Australia.
Alan John Miller, ex especialista en alta tecnología, no solo afirma ser Cristo, su compañera australiana llamada Mary Luck, es en realidad María Magdalena. Alan John Miller, conocido como AJ, dirige el movimiento religioso “la Verdad Divina” en su casa, cerca de la pequeña ciudad de Kingaroy en el estado de Queensland. Para muchos, AJ es simplemente un sectario, para otros un salvador, pero algunas personas afirman que se trata del falso Mesías.
AJ, ¿el nuevo falso Mesías?
AJ realiza seminarios en Australia, además de viajar por todo el mundo “enseñando” a las personas a cómo tener una relación personal con Dios, en ocasiones profundizando o manipulando sus emociones. Gran cantidad de sus seguidores ya han comprado propiedades en la zona donde reside su maestro para estar más cerca de él.
Otra de las sorprendentes revelaciones de AJ es que después de su crucifixión él entró en el mundo de los espíritus, donde conoció a Platón, Sócrates, Papas y presidentes de gobiernos, además de decir que se acuerda de todos los milagros que hizo.
“Tengo recuerdos muy claros de la crucifixión, pero no fue tan angustioso para mí como lo fue para los demás, como María, que estuvo presente. Cuando eres uno con Dios no existe el estado de miedo, y se tiene muy buen control sobre las sensaciones de tu cuerpo y el nivel de dolor que absorbe tu cuerpo”, dijo AJ a Sky News.
Sobre los milagros, AJ dijo que resucito a Lázaro:
“Yo resucite a un buen número de personas… incluyendo a mi amigo Lázaro, que la mayoría de la gente sabe que se menciona en la Biblia.”
Seguidores del nuevo Cristo
Los expertos en sectas están realmente alarmados por los seminarios, ya que atraen a grandes grupos de personas, llegando a reunir a 150 personas a la vez. Una mujer británica llamada Louise “Luli” Faver, de 39 años, es una ex neurocientífica que ha renunciado a su carrera para estar más cerca “Jesús y María Magdalena”. Ella está segura de que AJ le ha ayudado a ser más feliz y más plena en la vida.
“Es muy bueno estar rodeado de gente que piensa que no estás loca, estar rodeado de personas que entienden lo que te está pasando y las dificultades relacionada con todo lo emocional”, dijo.
Otro de los casos es el de George Hamel, quien ha dejado atrás un negocio y a su esposa en California para estar más cerca de las enseñanzas de AJ. Él cree firmemente que AJ es Jesucristo, e insiste en que no hay nada que temer de él.
“Es natural que la gente tengan miedo cuando no saben algo. Cualquier persona que tenga la oportunidad de conocerlo verá que no tiene maldad”, dijo.
Algunas personas están seriamente preocupadas, como el reverendo David Millikan, quien conoce personalmente a AJ Miller y es un experto en sectas.
“El peligro es que está atrayendo cada vez a más y más personas que perderán su vida social, gastando todo su dinero, perdiendo a sus familias y relaciones personales”, dijo el reverendo Millikan a los medios de comunicación.
¿Una nueva secta peligrosa?
Pero AJ se defiende de las acusaciones diciendo que no exige nada a los que quieren escucharle, pero sí que es cierto que acepta donaciones, aunque no son obligatorias. Sobre si el obliga a las personas dijo:
“Todo lo que hacemos en los seminarios es responder a las preguntas de la gente. No entiendo dónde está el problema, no hacemos daño a nadie. Había mucha gente en el primer siglo que no creían que era el Mesías y se sintieron ofendidos por lo que dije, y de hecho he muerto a manos de algunos de ellos. Desafortunadamente no aprendieron el amor y mi sugerencia es, incluso si una persona no se cree que yo soy Jesús, al menos que aprenda a amar”, dijo a Sky News.
María Magdalena, conocida habitualmente como Mary Luck, admite que su familia no la han apoyado en su relación con AJ. Ella dijo:
“Mis padres tuvieron mucho miedo simplemente porque AJ estaba diciendo públicamente de que él era Jesús y por su propio miedo ellos temían por lo que sería de mi vida. También tenían algunos problemas fundamentales con las emociones, que es necesario para estas enseñanzas.”
Las enseñanzas de Jesús y María Magdalena han evolucionado con el paso del tiempo, y ahora utilizan la tecnología como los DVDs, Internet, etc… extendiendo así su palabra a nivel mundial.
¿Historia mitificada o mito convertido en fuente histórica? Los argumentos en ambos bandos son numerosos, pero las consecuencias históricas del relato bíblico (más que su veracidad misma) son lo que le ha dado forma al mundo como lo conocemos.
Los académicos y teólogos llevan unos 200 años sosteniendo una intensa discusión: ¿existió un rabino del siglo I llamado Yeshua ben Yosef, cuyos seguidores, a través de un proceso de evangelización, extendieron los misterios de su doctrina, o se trata más bien de un constructo histórico (un héroe más literario que histórico) que sirvió para agrupar política e identitariamente a las colonias del Imperio Romano?
Algunos afirman que la figura histórica luego fue "embellecida" por mitos provenientes de Asia Menor y trazas de neoplatonismo; otros, que pudieron existir numerosos Cristos, y que el fenómeno de los profetas era más común de lo que imaginamos.
Tal vez para muchos, la respuesta a este enigma se encuentre en la fe de quien pregunta; para los demás, existen algunas evidencias históricas a tomar en cuenta, tanto para afirmar la existencia de Yeshua ben Yosef como para negarla:
Comentario: Extracto del libro "La Historia Secreta del Mundo" de Laura Knight-Jadczyk, Capítulo 10 (¿Quién escribió La Biblia y por qué?):
1. No existe evidencia secular del siglo I que pruebe la existencia de Yeshua ben Yosef
El investigador Bart Ehrman afirma que los autores paganos del siglo I no hacen ninguna referencia al Jesús bíblico: la única base histórica de Jesús es la Biblia, lo que sería tanto como decir que la única existencia histórica del Quijote es el libro homónimo.
Sabemos que el Jesús bíblico nació, fue registrado en un famoso censo y luego juzgado y ejecutado. Investigadores historiográficos como Ehrman suponen que debería existir algún tipo de rastro en fuentes no cristianas. Sin embargo, Ehrman afirma también que "tenemos muchos documentos de la época: los escritos de poetas, filósofos, historiadores, científicos y oficiales de gobierno, por ejemplo, sin mencionar la enorme colección de inscripciones en piedra que sobreviven, y cartas privadas y documentos legales en papiro. Y nada en este largo inventario de escritos supervivientes menciona el nombre de Jesús".
2. Los primeros redactores del Nuevo Testamento desconocen detalles de la vida de Jesús que van apareciendo en posteriores manuscritos
Pablo el Apóstol no da cuenta de ninguna Inmaculada Concepción (aunque los teólogos se han esforzado en hacer entrar a la fuerza en el dogma contradicciones lógicas evidentes, sustituyéndolas por aparatosos saltos de fe), de ninguna Estrella de Oriente y de ningún milagro. ¿Es que Pablo no conocía bien a su famoso maestro? De hecho,el apóstol ni siquiera menciona que Jesús tuviera discípulos; Pablo, el más cristiano de los cristianos, a menudo se opone a los otros discípulos por no considerarlos verdaderos cristianos...
El teólogo liberal Marcus Borg afirma que en la forma actual del Nuevo Testamento, "colocar los Evangelios después de Pablo es muestra de que, como documentos escritos, no son la fuente del Cristianismo, sino un producto suyo. El Evangelio - las buenas nuevas - acerca de Jesús y ajenas a él, existieron antes de los Evangelios. Son productos de las primeras comunidades cristianas muchas décadas antes de la vida del Jesús histórico y nos dicen cómo veían estas comunidades su significación en el contexto histórico".
3. Las historias del Nuevo Testamento no pretenden ser de primera mano
Desde los tiempos de Hammurabi era una práctica común ofrendar la autoría de una obra a una autoridad famosa, desde reyes hasta dioses. Sabemos que los cuatro Evangelios bíblicos correspondientes a Mateo, Marco, Lucas y Juan, no fueron escritos por ellos. De hecho, los nombres de los Evangelios fueron fijados en el siglo II de nuestra era, años después de que todos los discípulos históricos pudieran haber vivido. Los investigadores creen que las cartas de Pablo (de la 6ª a la 13ª) son genuinas, pero ni en ellas existe una mención a algún evento de primera mano - por otro lado, un procedimiento histórico muy común en la literatura antigua: Herodoto narra vivamente eventos que tuvieron lugar siglos antes de su nacimiento, y durante siglos se le consideró una fuente histórica confiable.
4. Los Evangelios (única fuente histórica de Jesús) se contradicen
La página ExChristian.net permite examinar detalladamente las contradicciones entre los Evangelios. Aunque Marco es considerado el primer texto sobre la vida de Jesús, los análisis lingüísticos sugieren que Lucas y Mateo simplemente trabajaron sobre el texto de Marco, añadiendo correcciones y nuevos materiales. Los discípulos ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre el lugar donde vieron a su maestro, luego de volver a la vida.
Según Marco 16:7 y Mateo 28:7, el evento ocurrió en Galilea; pero según Lucas 24:33,36 y Juan 20:19, el hecho tuvo lugar en Jerusalén.
5. Los investigadores actuales que afirman haber encontrado evidencia del Jesús histórico también se contradicen
En Deconstructing Jesus (un recuento de las evidencias históricas supuestamente ligadas a la comprobación del Jesús histórico) Robert Price afirma que "el Jesús histórico (si acaso hubo uno) pudo bien haber sido un rey mesiánico, o un fariseo progresista, o un chamán de Galilea, o un místico, o un sabio helénico. Pero sin duda no pudo haber sido todos al mismo tiempo".
David Fitzgerald, por su parte, concluye que la cuestión del Jesús histórico no puede evadirse de las ficcionalizaciones que los académicos realizan al tratar de reconstruirlo. Probablemente ocurriría lo mismo si tratáramos de probar la existencia histórica de Siddharta Gautama o de alguna de las más de 44 variantes conocidas del mito de Hércules.
Pablo y el resto de la primera generación de cristianos integraron la traducción Septuaginta de las escrituras hebreas con ritos paganos y otros provenientes del gnosticismo, para proveer de un relato maravilloso sobre un dios encarnado que volvió de entre los muertos - al igual que hicieron antes los egipcios, persas, griegos e hindús. Lo que es incontrovertible que este relato tomó tracción y, al ser adoptado como religión del Imperio Romano, alcanzó las cimas de poder que sigue detentando en nuestros días. Dicho en otras palabras, tal vez no podemos probar la existencia de Yeshua ben Yosef, pero los efectos de esa discusión siguen impactando el mundo (de maneras no necesariamente positivas) 2 mil años después.
Con información de Alternet y ExChristian
Los académicos y teólogos llevan unos 200 años sosteniendo una intensa discusión: ¿existió un rabino del siglo I llamado Yeshua ben Yosef, cuyos seguidores, a través de un proceso de evangelización, extendieron los misterios de su doctrina, o se trata más bien de un constructo histórico (un héroe más literario que histórico) que sirvió para agrupar política e identitariamente a las colonias del Imperio Romano?
Algunos afirman que la figura histórica luego fue "embellecida" por mitos provenientes de Asia Menor y trazas de neoplatonismo; otros, que pudieron existir numerosos Cristos, y que el fenómeno de los profetas era más común de lo que imaginamos.
Tal vez para muchos, la respuesta a este enigma se encuentre en la fe de quien pregunta; para los demás, existen algunas evidencias históricas a tomar en cuenta, tanto para afirmar la existencia de Yeshua ben Yosef como para negarla:
Comentario: Extracto del libro "La Historia Secreta del Mundo" de Laura Knight-Jadczyk, Capítulo 10 (¿Quién escribió La Biblia y por qué?):
1. No existe evidencia secular del siglo I que pruebe la existencia de Yeshua ben Yosef
El investigador Bart Ehrman afirma que los autores paganos del siglo I no hacen ninguna referencia al Jesús bíblico: la única base histórica de Jesús es la Biblia, lo que sería tanto como decir que la única existencia histórica del Quijote es el libro homónimo.
Sabemos que el Jesús bíblico nació, fue registrado en un famoso censo y luego juzgado y ejecutado. Investigadores historiográficos como Ehrman suponen que debería existir algún tipo de rastro en fuentes no cristianas. Sin embargo, Ehrman afirma también que "tenemos muchos documentos de la época: los escritos de poetas, filósofos, historiadores, científicos y oficiales de gobierno, por ejemplo, sin mencionar la enorme colección de inscripciones en piedra que sobreviven, y cartas privadas y documentos legales en papiro. Y nada en este largo inventario de escritos supervivientes menciona el nombre de Jesús".
2. Los primeros redactores del Nuevo Testamento desconocen detalles de la vida de Jesús que van apareciendo en posteriores manuscritos
Pablo el Apóstol no da cuenta de ninguna Inmaculada Concepción (aunque los teólogos se han esforzado en hacer entrar a la fuerza en el dogma contradicciones lógicas evidentes, sustituyéndolas por aparatosos saltos de fe), de ninguna Estrella de Oriente y de ningún milagro. ¿Es que Pablo no conocía bien a su famoso maestro? De hecho,el apóstol ni siquiera menciona que Jesús tuviera discípulos; Pablo, el más cristiano de los cristianos, a menudo se opone a los otros discípulos por no considerarlos verdaderos cristianos...
El teólogo liberal Marcus Borg afirma que en la forma actual del Nuevo Testamento, "colocar los Evangelios después de Pablo es muestra de que, como documentos escritos, no son la fuente del Cristianismo, sino un producto suyo. El Evangelio - las buenas nuevas - acerca de Jesús y ajenas a él, existieron antes de los Evangelios. Son productos de las primeras comunidades cristianas muchas décadas antes de la vida del Jesús histórico y nos dicen cómo veían estas comunidades su significación en el contexto histórico".
3. Las historias del Nuevo Testamento no pretenden ser de primera mano
Desde los tiempos de Hammurabi era una práctica común ofrendar la autoría de una obra a una autoridad famosa, desde reyes hasta dioses. Sabemos que los cuatro Evangelios bíblicos correspondientes a Mateo, Marco, Lucas y Juan, no fueron escritos por ellos. De hecho, los nombres de los Evangelios fueron fijados en el siglo II de nuestra era, años después de que todos los discípulos históricos pudieran haber vivido. Los investigadores creen que las cartas de Pablo (de la 6ª a la 13ª) son genuinas, pero ni en ellas existe una mención a algún evento de primera mano - por otro lado, un procedimiento histórico muy común en la literatura antigua: Herodoto narra vivamente eventos que tuvieron lugar siglos antes de su nacimiento, y durante siglos se le consideró una fuente histórica confiable.
4. Los Evangelios (única fuente histórica de Jesús) se contradicen
La página ExChristian.net permite examinar detalladamente las contradicciones entre los Evangelios. Aunque Marco es considerado el primer texto sobre la vida de Jesús, los análisis lingüísticos sugieren que Lucas y Mateo simplemente trabajaron sobre el texto de Marco, añadiendo correcciones y nuevos materiales. Los discípulos ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre el lugar donde vieron a su maestro, luego de volver a la vida.
Según Marco 16:7 y Mateo 28:7, el evento ocurrió en Galilea; pero según Lucas 24:33,36 y Juan 20:19, el hecho tuvo lugar en Jerusalén.
5. Los investigadores actuales que afirman haber encontrado evidencia del Jesús histórico también se contradicen
En Deconstructing Jesus (un recuento de las evidencias históricas supuestamente ligadas a la comprobación del Jesús histórico) Robert Price afirma que "el Jesús histórico (si acaso hubo uno) pudo bien haber sido un rey mesiánico, o un fariseo progresista, o un chamán de Galilea, o un místico, o un sabio helénico. Pero sin duda no pudo haber sido todos al mismo tiempo".
David Fitzgerald, por su parte, concluye que la cuestión del Jesús histórico no puede evadirse de las ficcionalizaciones que los académicos realizan al tratar de reconstruirlo. Probablemente ocurriría lo mismo si tratáramos de probar la existencia histórica de Siddharta Gautama o de alguna de las más de 44 variantes conocidas del mito de Hércules.
Pablo y el resto de la primera generación de cristianos integraron la traducción Septuaginta de las escrituras hebreas con ritos paganos y otros provenientes del gnosticismo, para proveer de un relato maravilloso sobre un dios encarnado que volvió de entre los muertos - al igual que hicieron antes los egipcios, persas, griegos e hindús. Lo que es incontrovertible que este relato tomó tracción y, al ser adoptado como religión del Imperio Romano, alcanzó las cimas de poder que sigue detentando en nuestros días. Dicho en otras palabras, tal vez no podemos probar la existencia de Yeshua ben Yosef, pero los efectos de esa discusión siguen impactando el mundo (de maneras no necesariamente positivas) 2 mil años después.
Con información de Alternet y ExChristian
Comentario: No se pierdan nuestro último artículo relacionado:¿Jesús fue Julio César?
Y el análisis de Francesco Carotta sobre cómo transformaron la "Pasión de César" en la "Pasión de Cristo":
Y tras ver este documental no le quedará ya ninguna duda de quién fue realmente Jesucristo:
Documental: El evangelio de César
Las ideas de Joseph Atwill, su teoría de que la historia de Jesús fue en realidad una invención de las élites romanas para mantener pacificado y controlado al pueblo, parece muy acertada:
Y no se pierda nuestras tertulias radiofónicas donde se debate larga y extensamente sobre la vida de Julio César, el verdadero Jesucristo:
FUENTE
Publicado el 29 de diciembre 2012
El Evangelio de César Documental Sobre la búsqueda de la ONU y lingüista de la ONU Sacerdote Católico Que encuentran el origen del Cristianismo y el Jesucristo Verdadero histórico:. Julio CésarPropiedad intelectual de: Jan van Friesland (Productor y director), Francesco Carotta (lingüista) y Pedro García González (Sacerdote).
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