domingo, 1 de febrero de 2009
REINICIO
No podemos escapar... los circulos y las tangentes siempre estarán dándose, abriéndose y cerrándose, todo está dicho ya y los ojos lo han visto todo.
Habrá que volver a empezar, a reescribir una nueva historia, así debe de ser, aunque se repiten los ciclos, se deben ahora escribir con luz en piedra estelar angular de la nueva Gaia... que ya está aquí.
Esta historia ya no la escribirán los que vencen en una batalla, ni habrán ganadores ni perdedores; se han cambiado las reglas cósmicas de este devenir eterno.
Somos y seremos; escribientes, conductos, canalizadores, testigos mudos y parlántes de piel de tierra aún, pero de mente y corazón cósmico ardiente, volveremos a platicar con las hadas y los espiritus primigénios elementales de la tierra; los silfos, las ondinas, los duendes, los gnómos de la tierra y las bellas hadas de nuevo cantarán y tejerán la belleza de sus creaciónes para la nueva casa y la nueva raza.
Y cuando estemos listos en la tierra bajará la ciudad que flota allá arriba, y aquí abajo, la nueva raza florecerá después del atardecer de la noche larga.... largamente humana... que se vá, se vá.....
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4 comentarios:
donde quedè mi recuerdo y dejò mi olvido de las palabras... incoherentes y mùstias del nuevo mundo por dejar este?!!?!
què pasa con mi sobriedad y cordura que atè en el pasado y hoy me olvida y tambièn persigue rencorosa de mi nueva morada..?! He de volver atar nubes con mis ojos de cielo y agua marina vertidas de unos ojos de dios olvidado y pasado de moda... hè de volver a tì vieja amiga y amante eterna, por siempre en el futuro, siempre juntos.
la locura es mi amiga y juntos hemos hido a los mundos de los vivos muertos... creen que están y viven, que existen allà abajo en la tierra vieja.
Nuevos ojos hambrientos de nuevas carnes de futuras hijas e hijos; ya no de los hombres, ya no de los àngeles caìdos de un cielo en guerra nueva y repetida.
Nò.. otro cielo nuevo de luz errante de estrella nueva guiaràn los hijos de la nueva raza.
un diario desencuentro con mis yoes y presenciar la lucha de poderes: quién manda a quien; quién es el director de la orquesta, y quienes oyen mi sinfonia y quienes mi réquiem, quién morirá ese instante. Al final queda mi esencia.
Crecí en algún lugar de la selva maya, donde
planetas y galaxias se reflejaron en los templos, en el trazado y entramado de sus construcciónes.
Recuerdos de sirio, las pléyades, alción.
bullen en la mente del caminante; tal vez engancharse ahora en Hercólobus.
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