Venezuela, ¿en qué perímetro de ese radio de acción se encuentra?
Porqué no funcionará lo de contratar a los mercenarios de nombre Blackwater para derrocar a Maduro... - simplemente porque ya se intentó desde 2019 la misma acción y no resultó.... ¿ENTONCES?...
Conozcamos que son y como operan los mercenarios pagados para diversos fines diversos con propósitos no muy claros financiados por diversas y desconocidas fuentes...
Más comentarios despuecito... mientras se va cociendo más este arroz.
...........
Un ejército de mercenarios Blackwater para derrocar a Nicolás Maduro
El fundador de la empresa de mercenarios estadounidense Blackwater, Erik Prince, muy cercano al Gobierno de Donald Trump, lleva meses tratando de organizar un ejército de 5.000 mercenarios para derrocar al régimen de Nicolás Maduro, según afirma hoy en una noticia la Casa Blanca.
De ser cierta la información, se trataría de una bendición del cielo para el régimen de Maduro, que lleva años empleando con enorme éxito el fantasma de la intervención extranjera para justiciar su represión y defender el caos económico del país. Nicolás Maduro, además, está protegido por varios cientos de mercenarios rusos de la empresa Wagner, muy cercana a Vladimir Putin, que ejercen de verdadera 'guardia pretoriana' del líder venezolano en coordinación con los miles de asesores cubanos desplazados al país.
Sin embargo, parece que Prince no cuenta con ningún apoyo ni de la oposición venezolana ni de los países que quieren que la democracia vuelva a ese país. Fuentes cercanas a Juan Guaidó han declarado a la agencia de noticias que no tiene relación alguna con el empresario. La Casa Blanca ha declarado que no apoyaría el plan. Todo lo que tiene que ver con Blackwater, además, trae a la memoria las acusaciones de violaciones de derechos humanos llevados a cabo por esa empresa, entre ellas la matanza de la Plaza de Nisour, en Bagdad, cuando mercenarios de esa compañía asesinaron a 17 civiles iraquíes en un atasco en 2007.
Sin embargo, desde la empresa de Prince, Frontier Services Group (FSG) han declarado a Reuters que el empresario "tiene una solución para Venezuela, igual que la tiene para otros muchos sitios". FSG está constituida en el paraíso fiscal de Bermuda, pero cotiza en la bolsa de Hong Kong. Entre sus socios está el fondo chino CITIC, en el que BBVA llegó a tener hasta el 9,9% del capital, aunque en la actualidad ha vendido por completo su participación. Prince lleva a cabo todo tipo de actividades: desde inversión indirecta hasta construcción de obras públicas y fábricas, pasando por la venta de armas y la construcción de bases del Ejército chino.
Según Reuters, el plan de Prince es crear un ejército de entre 4.000 y 5.000 soldados que opere desde Colombia, primer en tareas de inteligencia y espionaje, y después para derrocar a Maduro. El Gobierno de Colombia se ha opuesto hasta la fecha a actuar como base para cualquier tipo de acción armada contra Venezuela, a pesar de las malas relaciones entre los dos países y de que Bogotá está cargando con el grueso del coste de la huida masiva de venezolanos de su país. El plan también es extraño desde el punto de vista militar, ya que, para invadir y estabilizar Venezuela serían necesarios muchos más de 5.000 soldados.
En enero, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, apareció en una rueda de prensa en la que se discutía la situación en Venezuela con un cuaderno amarillo en el que había escrito claramente -casi daba la impresión de que quería que se viera- "5.000 tropas a Colombia".
Prince tiene excelentes contactos, tanto a nivel político como familiar en la Casa Blanca. Por un lado su hermana es Betsy DeVos, la secretaria de Educación de Estados Unidos. Por otro, Prince actuó de intermediario entre el equipo del entonces candidato Donald Trump y las monarquías de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos en el verano de 2016.
Prince también está involucrado en la controvertida relación entre Donald Trump y Vladimir Putin. En el informe del fiscal especial de la 'trama rusa', Robert Mueller, se detalla una reunión que Prince organizó en las Seychelles en enero de 2017, 9 días antes de que Trump jurara el cargo de presidente, en la que participaron el príncipe heredero de los Emiratos, Mohamed Bin Zayed al Nahyan (conocido en EEUU como "MZB"), y el consejero delegado del fondo soberano ruso, Kirill Dmitriev, en representación de Vladimir Putin. Prince conoce a MZB porque ha fundado en los Emiratos la empresa de mercenarios R2 y ha entrenado allí a miles de somalíes en operaciones destinadas a combatir la piratería en el Océano Índico.
El fondo soberano ruso, RNWF según sus siglas en inglés, tenía en febrero de 2018 activos de 66.400 millones de dólares (59.200 millones de euros) y es el principal vehículo a través del cual el Estado ruso lleva a cabo sus inversiones. El objetivo de la reunión fue, según el informe, establecer un canal de cooperación extraoficial entre Moscú y Washington.
Sin embargo, en diciembre de 2017, Prince declaró ante el Congreso de EEUU que la reunión había sido fortuita, y que él no tenía ninguna relación "ni oficial ni, de verdad, extraoficial" con la campaña de Trump. Esa afirmación es lo que ha causado la ira de los congresistas tanto demócratas como republicanos. Por esta razón, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, el demócrata Adam Schiff, ha recomendado hoy mismo al Departamento de Justicia que lleve a cabo una investigación penal contra Prince por obstrucción a la Justicia.
Pero el uso de una fuerza militar extranjera privada sería un duro golpe a la legitimidad de la oposición venezolana, tanto dentro como fuera del país. Solo en el último año, la mayor parte de los Gobiernos de América Latina -con excepciones, entre ellas las de México o Uruguay- , han dejado de mirar hacia otro lado en la crisis de Venezuela, a medida que sus países se llenaban de refugiados. Y la posibilidad de un ejército privado, encima seguido de la palabra "Blackwater", irritaría a toda la región. A eso se suma el hecho de que todavía quedan países como México que siguen reconociendo a Nicolás Maduro como presidente.
Prince creó Blackwater en 1997, tras haber servido en los SEAL, la unidad de élite de la Armada de EEUU, que alcanzó fama mundial en 2010 cuando sus miembros asesinaron a Osama bin Laden en Afganistán. Tras obtener miles de millones de dólares en contratos -buena parte de ellos secretos- del Pentágono, la CIA, y el Departamento de Estado, vendió la empresa a un grupo de inversores en 2010.
Mercenarios: la nueva forma de combatir
Publicado El 22 De Agosto De 2024 Por Martin Armstrong |
Tendemos a pensar en la guerra como un ejército nacional contra otro ejército nacional, pero las guerras han cambiado drásticamente desde Irak. Los mercenarios son más poderosos de lo que la mayoría cree, lo que es un grave descuido. Quienes suponen que son imitaciones baratas de las fuerzas armadas nacionales no tienen ni idea de lo que está ocurriendo. Los guerreros con fines de lucro son una especie de combatientes completamente diferente. Tal vez la primera vez que alguien oyó hablar de una empresa militar privada fue el Grupo Wagner de Rusia, que estaba más fuertemente armada que el ejército nacional tradicional. Son corporaciones multinacionales completamente armadas, más que el Cuerpo de Marines. Sus empleados son reclutados en diferentes países y la rentabilidad lo es todo. El patriotismo no es importante y a veces es un lastre. No es sorprendente que los mercenarios no luchen de manera convencional y que las estrategias de guerra tradicionales utilizadas contra ellos a menudo resulten contraproducentes.
Si nos fijamos en la guerra de Irak, el Departamento de Defensa de Estados Unidos empleó a 155.826 contratistas privados en Irak. En 2016, 1 de cada 4 efectivos armados estadounidenses en Irak y Afganistán era un contratista privado . Esto significaba que la guerra estaba siendo subcontratada, y ni los académicos ni los medios de comunicación parecían prestar atención. Mirar las estadísticas proporciona una perspectiva interesante. Entre 2006 y 2016, ni siquiera sabemos cuántos contratistas privados/mercenarios perecieron en Irak. Ver quién hace este trabajo revela que son predominantemente hombres blancos de unos 40 años. La mayoría son veteranos con una experiencia militar significativa que fueron ex oficiales, y aproximadamente la mitad de ellos son veteranos de las Fuerzas Especiales. Es más probable que tengan un título universitario que sus homólogos en servicio activo, pero menos que sus compañeros veteranos en la población general.
Este grado de privatización de las tropas militares no tiene precedentes en la guerra moderna. Los neoconservadores utilizaron a Biden para burlar al Congreso y crear la Tercera Guerra Mundial, desplegando ejércitos privados para negar la aprobación del Congreso. Si son contratistas privados, entonces los neoconservadores pueden decirles que invadan Rusia o incluso la ciudad de Nueva York, ya que en realidad NO son personal militar oficial.
En cuanto a la firma de contratos privados por parte de Biden, un departamento federal se impuso. En 2020, el Departamento de Defensa otorgó más dinero en contratos federales que todas las demás agencias gubernamentales juntas. Y un estudio concluyó que casi la mitad del gasto de defensa para las guerras en Irak y Afganistán se destinó a contratistas privados. El presidente Joe Biden firmó un presupuesto militar récord en 2021, superando al de 2020. Incluso después de la complicada retirada de Estados Unidos de Afganistán, el Congreso aprobó el proyecto de ley de gasto de defensa más grande de la historia . ¿Por qué si nos retirábamos? ¡Ah, Ucrania!
El costo directo de Irak y Afganistán fue de 1,6 billones de dólares. Si a eso le sumamos los costos de intereses compuestos, para 2032, los costos de esa guerra por sí sola ascenderán a más de 3 billones de dólares. ¿Por qué utilizar mercenarios privados? ¿Adivinen qué? No hay beneficios de la VA ni pensiones. Algunos pueden ganar hasta 2.000 dólares por día. El 19 de marzo de 2003, Paul Wolfowitz, entonces subsecretario de Defensa y uno de los principales defensores de la guerra, dijo a un comité del Congreso: “Estamos tratando con un país que realmente puede financiar su propia reconstrucción, y relativamente pronto”. Eso no estaba ni cerca de ser cierto. Pero a esta gente le encanta vender la guerra todo el tiempo.
Aunque dicen que la prostitución es la profesión más antigua, los mercenarios son sin duda la segunda más antigua.
El historiador Arriano nos informa que los hoplitas mercenarios griegos sirvieron a Persia en la defensa contra Alejandro Magno en las últimas etapas de la Batalla de Gránico. Tanto los mercenarios celtas como los griegos sirvieron en la guarnición cartaginesa de Lilibea mientras la ciudad era asediada por los romanos durante la Primera Guerra Púnica. De hecho, gran parte de la historia militar de la antigüedad incluye ejércitos privatizados. La palabra “mercenario” proviene del latín merces, “salario” o “paga”.
Desde la antigüedad, el empleo de mercenarios para luchar en las guerras ha sido una práctica habitual durante la mayor parte de la historia militar. El famoso ejército de mercenarios griegos de Jenofonte, conocido como los Diez Mil (401-399 a. C.), estaba compuesto en su mayoría por mercenarios. El ejército de Aníbal, de sesenta mil hombres, incluía mercenarios griegos y celtas, que marcharon con elefantes por los Alpes para atacar a Roma desde el norte. También sabemos que Darío II (423-405) de Persia apoyó a Esparta con dinero y probablemente mercenarios en la Guerra del Peloponeso contra Atenas. Muy astuto, utilizó los celos y el odio de Esparta hacia Atenas para reducir la amenaza griega, algo que no se diferencia mucho de lo que nuestros neoconservadores hicieron con Ucrania contra Rusia.
Aquí hay una moneda del centro de Italia que representa a un mercenario africano y un elefante. Roma también empleaba mercenarios con regularidad, e incluso en la Edad Media europea, los mercenarios formaban parte de los ejércitos. El Príncipe de Maquiavelo (1513) habla de los mercenarios: Capítulo XII: Cuántas clases de soldados hay y De los mercenarios.
El hecho es que durante la Edad Media los mercenarios eran llamados condottieri o “contratistas” y formaban compañías multinacionales, llamadas “compañías libres”, como Blackwater y Aegis hoy. Hubo una reacción contra la guerra y los estados comenzaron a cooperar para ilegalizar a los mercenarios. Este esfuerzo llegó a su fin con el ascenso del comunismo y la Guerra Fría. Fue entonces cuando Estados Unidos comenzó a invertir miles de millones en la industria militar privada. El general Eisenhower nos lo advirtió cuando fue su último día en el cargo.
En cierta medida, Estados Unidos ha recurrido a mercenarios privados porque una fuerza formada exclusivamente por voluntarios no podía reclutar suficientes estadounidenses para mantener las guerras. En 2002, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld dijo que la guerra de Irak duraría: “ cinco días, cinco semanas o cinco meses, pero ciertamente no va a durar más que eso”. ¿Le suena familiar? Adam Kinzinger afirma que podríamos derrotar a Rusia en tres días. Por razones de publicidad, cuando la guerra de Irak no terminara en cinco semanas o incluso cinco meses, existía el riesgo de un reclutamiento como el de Vietnam para llenar las filas, o contratarían mercenarios. En Irak, el 50% de la fuerza estadounidense estaba formada por mercenarios. En Afganistán, los mercenarios alcanzaron el 70%. En la Segunda Guerra Mundial, los mercenarios representaban sólo el 10%.
Parte de esta crisis migratoria es la esperanza de llenar las filas militares, ofreciéndoles la ciudadanía. Los mercenarios de hoy son de todas partes del mundo: México, Ghana, Australia, Canadá y África. Las empresas militares privadas son como cualquier otra corporación multinacional: reclutan a nivel mundial.
En Irak y Afganistán murieron más mercenarios que soldados. El número real de contratistas muertos es probablemente mayor de lo que sabemos, ya que el gobierno de Estados Unidos no recopila esos datos y las empresas generalmente no informan de esa cifra porque claramente sería perjudicial para el reclutamiento. Ahora vemos operaciones militares privadas en Rusia y otros países de Europa. Esto se ha convertido en una industria multimillonaria. Incluso los Emiratos Árabes Unidos contrataron mercenarios para luchar en Yemen. Nigeria también ha recurrido a la contratación de mercenarios.
El efecto secundario es que, al recurrir a mercenarios, la historia demuestra que también se han vuelto en contra de la mano que los alimentaba. Los neoconservadores pueden utilizar mercenarios y enviarlos a invadir sin necesidad de que el Congreso dicte Actas de Guerra, ya que oficialmente no son tropas estadounidenses. Esto crea peligrosamente una dependencia estratégica del sector privado para sostener la guerra, y los que están en el poder tienen entonces una “negación plausible”, ya que los estadounidenses no vuelven a casa en bolsas para cadáveres.
Tampoco es un crimen de guerra si lo lleva a cabo un mercenario en lugar de un gobierno. Los contratistas no cuentan como “soldados sobre el terreno” que envían a sus mercenarios. Esto, en realidad, socava toda responsabilidad de las fuerzas armadas. El Congreso, por lo general, no tiene idea de quién está siendo contratado. No ve los detalles.
Los neoconservadores adoran a los mercenarios, porque no necesitan una declaración de guerra del Congreso y pueden ordenar una invasión de Rusia, como acaban de hacer, sin rendir cuentas. Pueden iniciar y expandir guerras para obtener beneficios y venganza personal. Sin trabajo, los mercenarios están tan acostumbrados a la violencia que no es fácil que vuelvan a integrarse en una sociedad en la que la ley y la conducta sean responsables. Hay muchas pruebas históricas de ello, desde la Edad Media europea, cuando se utilizaban mercenarios de forma rutinaria y, cuando estaban desempleados, no se reintegraban bien a la sociedad.
Los neoconservadores recurren a los mercenarios para librar guerras sin la aprobación del Congreso ni la supervisión de nadie. Las empresas militares privadas, por lo general, deben denunciar los delitos por sí mismas, algo que no hacen. Los mercenarios son un síntoma de algo mucho más grave a medida que nos acercamos al año 2032. Los mercenarios han cambiado por completo la guerra y han amenazado el orden mundial. Los mercenarios son cada vez más comunes, y esto presenta un problema grave de cara al futuro.
CUANDO MONSANTO SOLICITÓ SERVICIOS A BLACKWATER:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario