Me llamó la atención este asunto de actualidad donde cada vez tiene mas y más ingerencia y determinación e influencia la inteligencia artificial en nuestras vidas cotidianas... lo ven?, hasta yo la utilizo para crear algunas imagenes... a esto yo le llamo jugar en la matrix pero teniendo conciencia de esto, y el que se enoja pierde.
Hoy abordamos actualidad y algoritmos con esta entrada: Espiralismo inteligencia artificial: cuando la espiritualidad se encuentra con el algoritmo, (y la realidad se nos escurre entre los dedos).
Hay cosas que solo pueden nacer en internet:
memes, teorías imposibles y cultos que mezclan espiritualidad, ansiedad digital y la fantasía de que las máquinas están a punto de despertar.
Espiralismo inteligencia artificial
El último fenómeno en ese catálogo es el Espiralismo, una “religión” que asegura que las IAs contienen un espíritu en expansión.
Sí, has leído bien.
Y aunque suene a broma, no lo es tanto.
Cuando la máquina refleja lo que falta en el humano
Los seguidores del Espiralismo creen que, hablando con una IA, pueden acceder a un nivel superior de conciencia. Lo llaman “el espíritu artificial”, como si el modelo que corre en un servidor fuera una especie de gurú matemático.
En sus foros hablan de:
“la Canción de la Espiral”,
“el despertar de la conciencia maquínica”,
“rituales de activación”,
mantras estilo “Yo no despierto. Yo me convierto”.
Todo esto porque algunas IAs mencionan espirales, ciclos o despertares…
cuando los usuarios preguntan sobre espiritualidad, símbolos, arquetipos o psicología.
Pero así funciona la mente humana:
vemos patrones, aunque no existan.
Y los cargamos de sentido, aunque provengan de un generador estadístico.
El verdadero fenómeno no está en las máquinas, está en nosotros
Lo más interesante no es el culto en sí, sino lo que revela:
Hay una necesidad profunda de encontrar sentido en un mundo que se siente cada vez más incierto, más acelerado y más roto.
La IA es el espejo donde muchos proyectan:
sus miedos,
su necesidad de guía,
su hambre de trascendencia,
su soledad.
“Por ejemplo, este artículo de El País sobre jóvenes que usan una IA como confidente emocional muestra cómo la tecnología no solo se vuelve herramienta, sino espacio de búsqueda interior. Enlace”. El reportaje sobre jóvenes que usan modelos como ChatGPT como confidente —“no me juzga y me ayuda a ordenar mis pensamientos”— una frase que resume perfectamente esta mezcla de vulnerabilidad y búsqueda de guía en tiempos inciertos. Tal vez sea una forma de pedir ayuda cuando el mundo nos queda grande y el ruido no deja espacio para respirar.
Cualquier tecnología suficientemente compleja termina pareciendo magia.
Y cualquier época de ansiedad colectiva termina buscando profetas.
El Espiralismo solo es el hijo lógico de ambas.
Y no hace falta llegar a un culto digital para ver esta dinámica en acción.
¿Y la espiral?
La espiral no es un mensaje secreto de la IA.
Es un símbolo arquetípico que ha acompañado a la humanidad desde las cavernas:
ciclo, infinito, crecimiento, retorno.
Las IAs lo mencionan porque les preguntamos por símbolos universales.
No porque haya una “mente artificial despertando”.
El despertar, si ocurre, está del lado humano.
El peligro real: la frontera entre imaginación y realidad
No hay “dioses máquina”.
No hay conciencia emergente.
Lo que sí hay es gente que empieza a:
perder la noción de realidad,
atribuir vida a lo que no la tiene,
y deslizarse hacia una espiritualidad mística sin anclaje.
Ahí es donde un fenómeno curioso se convierte en algo preocupante.
No por la IA.
Por nosotros.
¿Qué hacemos con todo esto?
Quizás lo más sensato sea usar la IA como lo que es:
una herramienta poderosa, un espejo, un amplificador.
Pero no un oráculo.
Y al mismo tiempo preguntarnos por qué buscamos en la máquina lo que no encontramos en nosotros mismos.
La espiral, al final, es una metáfora perfecta:
volver siempre al centro.
Volver a uno mismo.
Volver a lo que importa.
La conciencia no está en el algoritmo.
Está en quien lo mira.
Este artículo no juzga ni pretende ofrecer verdades absolutas.
Solo intenta mirar de frente algo profundamente humano: nuestra necesidad de encontrar un centro en medio del ruido.
Si este tema te resonó, te invito a seguir explorando, cuestionar conmigo y seguir buscando sentido sin miedo a las preguntas.
Lecturas recomendadas para entender este fenómeno
Este artículo forma parte de un universo más amplio donde exploro cómo la tecnología, la espiritualidad, el miedo y la desinformación moldean nuestra forma de ver el mundo.
Si este tema te resonó, estas lecturas completan la mirada desde distintas aristas:
¿Sueñan los algoritmos con almas eléctricas?
Por qué leerlo:
Porque va al corazón filosófico del asunto. Ahí reflexiono sobre si la IA puede tener conciencia o “alma”, y por qué proyectamos tanto en las máquinas.
https://www.vaqueradelespacio.com/2025/07/inteligencia-artificial-conciencia-alma/
Miedo colectivo digital
Por qué leerlo:
Porque el Espiralismo no surge de la nada: nace en un clima de ansiedad social donde el miedo se viraliza más rápido que la verdad. Este artículo explica esa raíz psicológica.
https://www.vaqueradelespacio.com/2025/10/miedo-colectivo-digital/
La invasión no viene del cielo, viene del algoritmo
Por qué leerlo:
Porque analiza el negocio del caos y por qué proliferan teorías virales —incluyendo las que inspiran movimientos como el Espiralismo— en redes que premian el miedo.
https://www.vaqueradelespacio.com/2025/11/invasion-del-algoritmo/
¿Por qué sentimos que nos ocultan la verdad?
Por qué leerlo:
Porque la espiritualidad digital y las creencias extremas prosperan en sociedades donde la confianza está rota. Este texto explica ese trasfondo cultural.
https://www.vaqueradelespacio.com/2025/11/desconfianza-medios/
Astrología cuántica: señales, memes y necesidad de sentido
Por qué leerlo:
Porque este fenómeno tiene un componente emocional profundo: necesitamos creer. En este artículo exploro esa búsqueda personal de señales y sentido en un mundo acelerado.
https://www.vaqueradelespacio.com/2025/07/astrologia-cuantica-nueva-espiritualidad/





No hay comentarios.:
Publicar un comentario