ALEXANDRA DAVID-NÉEL. LÁMPARA DE SABIDURÍA
Magos y místicos del Tibet, Alexandra David-Neel
....Un libro atrapante. Se trata de los apuntes que Alexandra David Neel (1868-1969) tomó durante su larga estadía en el Tibet. Su trayecto hacia Lhasa, capital de dicho territorio, queda eternizada en la obra anterior Viaje a Lhasa, el que será más una crónica de viaje, un volumen dedicado al relato minucioso de los acontecimientos sucedidos durante el peligroso y tortuoso trayecto.
....En éste, editado en 1929, la autora logra penetrar en el corazón del lamaísmo y se deleita en contarnos sus secretos, sus creencias, sus extravagancias, el asombroso control mental de los iniciados en las artes de la contemplación, la meditación y el retiro espiritual. El Tibet que nos presenta es el de la primera mitad del siglo XX. Un Tibet poco simpático con los extranjeros, y muy celoso en cuanto a develar sus métodos de entrenamiento y sus creencias religiosas.
....Son muy pocos los extranjeros que se han acercado al monje rey, retirado en su ciudad santa, en el " país de las nieves". No resultaba fácil abordarle; hasta mi visita, se negó repetidamente a conceder audiencia a ninguna mujer que no fuese tibetana. Fui la primera con quien hizo una excepción[...]
....Una occidental empapada de las doctrinas budistas era algo inconcebible para él. Si hubiese desaparecido mientras hablaba, no se hubiese sorprendido. [...] Rendido a la evidencia al fin, el Dalai Lama quiso informarse sobre mi maestro.
...."Si algunos extranjeros han aprendido de veras nuestro idioma-decía-y leído nuestros libros sagrados, su mensaje se les ha escapado"
...."Precisamente-le contesté-porque temo que algunas doctrinas religiosas del Tibet hayan sido mal interpretadas, me atrevo a dirigirme a usted para que me las aclare"
....Mi respuesta agradó al Dalai Lama: no sólo me dio explicaciones, si no que más tarde, me entregó un memorial.
....—Es un lung-gom-pa—me dijo Yodgen—. Ya he visto algunos iguales. Llevan cadenas para hacerse más pesados, porque la práctica del lung-gom les aligera tanto el cuerpo que se exponen a flotar en el aire.
....Porque David Neel es escéptica se le cree mucho más cuando narra sucesos vividos en carne propia. Nunca deja de advertir las exageraciones y las meras inferencias de aquello que pudo haber pasado, pero que los nativos, aseguran que pasó. Aún así, experimenta por sí misma la telepatía, la práctica del tumo (regulación de la temperatura corporal), tres encuentros fortuitos con fenomenales lum-gom-pas (monjes ejercitados mediante la respiración rítmica y métodos gimnásticos, capaces de mantenerse corriendo durante horas y días a una velocidad constante y que, según cuentan, practican la levitación), monjes que mueren en la fecha que ellos mismos han previsto, niños que reconocen los objetos de un difunto mezclados entre muchos otros que no le pertenecieron (lo cual, para los lamaístas, certifica que el niño esavatara o tulku del muerto, esto es, su espíritu reencarnado, con lo que, se le cede el lugar que el antiguo morador ocupaba en el templo). Además de tener visiones inquietantes, y para peor, compartidas.
....Se narra el recorrido por diferentes sitios, monasterios o cabañas, de los monjes budistas, los lamas, los ascetas y los anacoretas. Hay distintas vetas dentro del lamaismo, y distintos niveles. Aprende un poco con cada uno, se recluye junto a los anacoretas, medita junto a los contemplativos, se somete a los rituales de inciación, aprende en los círculos más prestigiosos y también al lado de gomtchems (místicos contemplativos).
....¿En cuántos seres nos podemos reencarnar luego de fallecer? Hay seis especies, dice el lamaismo, procurar aspirar a reencarnarse en dioses, más si no podés, hacelo en humano. ¿De qué depende? De la sabiduría que el sujeto en cuestión haya alcanzado en su vida, la cual le ayudará a sortear las tentaciones del bardo, y llegar a buen puerto. ¿Qué es la sabiduría? Al parecer, aprender a ser indiferente ante los placeres terrenales, lograr un poder de concentración superlativo, cierto grado de indiferencia ante el mundo. Alcanzar el Nirvana sería, en suma, la mayor aspiración, una pretensión muy alta para la mayoría de los miembros.
....El mundo religioso tibetano se divide en dos partes esencialmente: los que preconizan la observación de los preceptos morales y los que prefieren un método puramente intelectual, nos dice la autora.
....Todos los ejercicios mentales tienen por motivación última el desarraigo terrenal y la disolución de ideas establecidas. La autora nos describe varios de ellos, paso por paso.
....Así habla del maestro respecto de su estudiante:
....desarraiga de éste la fe que concedía a las ideas, a las percepciones, a las sensaciones generalmente reconocidas por verdaderas, y no le permite reemplazar éstas por una nueva fe en las nociones paradójicas que le propone. Unas y otras no son más que relatividad y pura ilusión
....En éste, editado en 1929, la autora logra penetrar en el corazón del lamaísmo y se deleita en contarnos sus secretos, sus creencias, sus extravagancias, el asombroso control mental de los iniciados en las artes de la contemplación, la meditación y el retiro espiritual. El Tibet que nos presenta es el de la primera mitad del siglo XX. Un Tibet poco simpático con los extranjeros, y muy celoso en cuanto a develar sus métodos de entrenamiento y sus creencias religiosas.
....Son muy pocos los extranjeros que se han acercado al monje rey, retirado en su ciudad santa, en el " país de las nieves". No resultaba fácil abordarle; hasta mi visita, se negó repetidamente a conceder audiencia a ninguna mujer que no fuese tibetana. Fui la primera con quien hizo una excepción[...]
....Una occidental empapada de las doctrinas budistas era algo inconcebible para él. Si hubiese desaparecido mientras hablaba, no se hubiese sorprendido. [...] Rendido a la evidencia al fin, el Dalai Lama quiso informarse sobre mi maestro.
...."Si algunos extranjeros han aprendido de veras nuestro idioma-decía-y leído nuestros libros sagrados, su mensaje se les ha escapado"
...."Precisamente-le contesté-porque temo que algunas doctrinas religiosas del Tibet hayan sido mal interpretadas, me atrevo a dirigirme a usted para que me las aclare"
....Mi respuesta agradó al Dalai Lama: no sólo me dio explicaciones, si no que más tarde, me entregó un memorial.
....Autobiográfico, pero con una narradora más testimonial que protagonista, es un libro extraordinario, en el sentido cabal del término (narra acontecimientos que están fuera de lo ordinario). Las anécdotas bien podrían recortarse y compilarse en un libro clasificable dentro del género fantástico. Escéptica es, sin embargo, a mucho de lo que le refieren. La autora sabe deslindar exageraciones, alucinaciones, visiones de trance, productos sugestivos, de realidades materiales. Aunque esto último, enunciado así, carezca de sentido para los tibetanos, pues uno de los fines del entrenamiento es la objetivación de lo imaginado, es decir su materialización. Ellos son conscientes de la sugestión, la pretenden, la llevan a límites insospechables. No niegan que sus visiones sean producidas por su mente, niegan que haya algo que no lo sea. De esta forma, al ser todo producto de la ilusión humana, el humano ha de ser capaz de modificarlo todo. La idiosincrasia tibetana hace que los fenómenos más prodigiosos sean motivo de admiración, no por el prodigio en sí, que no les produce el menor asombro, sino por el talentoso artífice, al que admiran y tratan de imitar.
....—Es un lung-gom-pa—me dijo Yodgen—. Ya he visto algunos iguales. Llevan cadenas para hacerse más pesados, porque la práctica del lung-gom les aligera tanto el cuerpo que se exponen a flotar en el aire.
....Porque David Neel es escéptica se le cree mucho más cuando narra sucesos vividos en carne propia. Nunca deja de advertir las exageraciones y las meras inferencias de aquello que pudo haber pasado, pero que los nativos, aseguran que pasó. Aún así, experimenta por sí misma la telepatía, la práctica del tumo (regulación de la temperatura corporal), tres encuentros fortuitos con fenomenales lum-gom-pas (monjes ejercitados mediante la respiración rítmica y métodos gimnásticos, capaces de mantenerse corriendo durante horas y días a una velocidad constante y que, según cuentan, practican la levitación), monjes que mueren en la fecha que ellos mismos han previsto, niños que reconocen los objetos de un difunto mezclados entre muchos otros que no le pertenecieron (lo cual, para los lamaístas, certifica que el niño esavatara o tulku del muerto, esto es, su espíritu reencarnado, con lo que, se le cede el lugar que el antiguo morador ocupaba en el templo). Además de tener visiones inquietantes, y para peor, compartidas.
....Se narra el recorrido por diferentes sitios, monasterios o cabañas, de los monjes budistas, los lamas, los ascetas y los anacoretas. Hay distintas vetas dentro del lamaismo, y distintos niveles. Aprende un poco con cada uno, se recluye junto a los anacoretas, medita junto a los contemplativos, se somete a los rituales de inciación, aprende en los círculos más prestigiosos y también al lado de gomtchems (místicos contemplativos).
....¿En cuántos seres nos podemos reencarnar luego de fallecer? Hay seis especies, dice el lamaismo, procurar aspirar a reencarnarse en dioses, más si no podés, hacelo en humano. ¿De qué depende? De la sabiduría que el sujeto en cuestión haya alcanzado en su vida, la cual le ayudará a sortear las tentaciones del bardo, y llegar a buen puerto. ¿Qué es la sabiduría? Al parecer, aprender a ser indiferente ante los placeres terrenales, lograr un poder de concentración superlativo, cierto grado de indiferencia ante el mundo. Alcanzar el Nirvana sería, en suma, la mayor aspiración, una pretensión muy alta para la mayoría de los miembros.
....El mundo religioso tibetano se divide en dos partes esencialmente: los que preconizan la observación de los preceptos morales y los que prefieren un método puramente intelectual, nos dice la autora.
....Todos los ejercicios mentales tienen por motivación última el desarraigo terrenal y la disolución de ideas establecidas. La autora nos describe varios de ellos, paso por paso.
....Así habla del maestro respecto de su estudiante:
....desarraiga de éste la fe que concedía a las ideas, a las percepciones, a las sensaciones generalmente reconocidas por verdaderas, y no le permite reemplazar éstas por una nueva fe en las nociones paradójicas que le propone. Unas y otras no son más que relatividad y pura ilusión
....Para los tibetanos, que acostumbran a moldear el mundo por medio de la mente, a construirse dobles de sí mismos, tantos como quieran, o incluso ayudantes imaginarios llamados tulpas, los cuales muchas veces se tornan hostiles, los límites entre la realidad y la imaginación no existen. Todo es ilusorio, y así como se saben capaces de manejar las ilusiones que crean deliberadamente, se consideran capaces de manejar las que no tienen consciencia de haber creado, es decir, todo cuanto los rodea. Así, hay esferas que se jactan de modelar el clima, mitigar los vientos, atraer las lluvias.
....Hay magos y hechiceros. Hadas (dakinis) y demonios. Estos últimos no parecen infundir el mismo terror que en occidente, son más bien un desafío, si se tiene la suficiente habilidad para atrapar a uno y hacerlo trabajar en favor de los propios beneficios, un diablo es más que provechoso. Hay en cambio objetos animados que inspiran pavor, cuchillos encantados, entidades maléficas y un sin fin de mitos, leyendas, seres invisibles.
....La práctica del Tched, uno de los ritos de iniciación ineludibles es tan despiadada como curiosa. El novicio debe atarse de pies y manos, solo a las afueras, en la noche, y clamar que lo devoren los diablos y demás seres famélicos. La mayoría de los iniciados, experimenta alucinaciones al respecto, visiones en las que son devorados. Muchos de los rituales a simple vista parecen aberrantes, pero encierran significados más profundos y se podría caer fácilmente en el error de querer interpretarlos o juzgarlos mediante el pensamiento occidental, carente de noción alguna. La ceremonia mortuoria, el trato al cuerpo del finado, la severa advertencia al muerto de que no vuelva, la disección del cuerpo e incluso, en algunos casos, el canibalismo, están dotados de un significado litúrgico profundo.
....La forma en que relata los hechos la autora es magistral, no se priva de ciertos matices humorísticos. Ella es sólo una observadora, el punto focal se pone sobre los hechos, las leyendas, la filosofía y lo que experimenta. Deja traslucir tanto el gran poder psíquico que los lamas adquieren mediante el control de su mente, como también el celoso resguardo de los secretos de las prácticas, la superstición, la fácil sugestionabilidad de los habitantes, incluso, la inocencia de éstos ante hechos que consideran paranormales.
....Este libro es un caldo de cultivo para la imaginación. Abre una puerta hacia una mitología desconocida. Lo considero muy inspirador. Las múltiples anécdotas son verdaderas perlitas. ¿Cómo hace un muerto para saber que está muerto? Razón suficiente para leerlo, el interés de los monjes lamaístas por el más allá y las ideas que conciben al respecto difieren mucho de las de este lado del mundo y son por de más de atrayentes.
....Motivo por el que busqué este libro: caí de manera fortuita en una vieja revista Ñ que exhibía, en la sección de cuento semanal, un relato de ella . Al buscar el nombre de la autora en internet, di con esto en la wikipedia:
Una práctica, un juego peligroso, algo que no debió conocer nunca fue el inicio de su particular infierno. Alexandra se mostró muy interesada por una práctica budista denominada creación de un tulpa. Los lamas budistas le advirtieron que era una enseñanza nada recomendable, pues consiste en la creación de un fantasma generado a través de nuestra mente. Alexandra fue advertida de que estas creaciones podían volverse peligrosas o incontrolables. Demasiado tarde, Alexandra estaba fascinada con la idea e ignoró la advertencia de sus educadores.
....Magia y misterio en el Tibet será el próximo libro en leer (cuando lo encuentre), por ahora hallé éste. Lamentablemente no se consiguen con facilidad. Hay poca bibliografía en castellano acerca de esta autora, pero la mayoría de sus libros (que son treinta en total) han sido traducidos. La autora es francesa, vivió hasta los 101 años, y en la víspera de su muerte había renovado el pasaporte porque nunca se sabe.
....
....Hay magos y hechiceros. Hadas (dakinis) y demonios. Estos últimos no parecen infundir el mismo terror que en occidente, son más bien un desafío, si se tiene la suficiente habilidad para atrapar a uno y hacerlo trabajar en favor de los propios beneficios, un diablo es más que provechoso. Hay en cambio objetos animados que inspiran pavor, cuchillos encantados, entidades maléficas y un sin fin de mitos, leyendas, seres invisibles.
....La práctica del Tched, uno de los ritos de iniciación ineludibles es tan despiadada como curiosa. El novicio debe atarse de pies y manos, solo a las afueras, en la noche, y clamar que lo devoren los diablos y demás seres famélicos. La mayoría de los iniciados, experimenta alucinaciones al respecto, visiones en las que son devorados. Muchos de los rituales a simple vista parecen aberrantes, pero encierran significados más profundos y se podría caer fácilmente en el error de querer interpretarlos o juzgarlos mediante el pensamiento occidental, carente de noción alguna. La ceremonia mortuoria, el trato al cuerpo del finado, la severa advertencia al muerto de que no vuelva, la disección del cuerpo e incluso, en algunos casos, el canibalismo, están dotados de un significado litúrgico profundo.
....La forma en que relata los hechos la autora es magistral, no se priva de ciertos matices humorísticos. Ella es sólo una observadora, el punto focal se pone sobre los hechos, las leyendas, la filosofía y lo que experimenta. Deja traslucir tanto el gran poder psíquico que los lamas adquieren mediante el control de su mente, como también el celoso resguardo de los secretos de las prácticas, la superstición, la fácil sugestionabilidad de los habitantes, incluso, la inocencia de éstos ante hechos que consideran paranormales.
....Este libro es un caldo de cultivo para la imaginación. Abre una puerta hacia una mitología desconocida. Lo considero muy inspirador. Las múltiples anécdotas son verdaderas perlitas. ¿Cómo hace un muerto para saber que está muerto? Razón suficiente para leerlo, el interés de los monjes lamaístas por el más allá y las ideas que conciben al respecto difieren mucho de las de este lado del mundo y son por de más de atrayentes.
*
....Motivo por el que busqué este libro: caí de manera fortuita en una vieja revista Ñ que exhibía, en la sección de cuento semanal, un relato de ella . Al buscar el nombre de la autora en internet, di con esto en la wikipedia:
Una práctica, un juego peligroso, algo que no debió conocer nunca fue el inicio de su particular infierno. Alexandra se mostró muy interesada por una práctica budista denominada creación de un tulpa. Los lamas budistas le advirtieron que era una enseñanza nada recomendable, pues consiste en la creación de un fantasma generado a través de nuestra mente. Alexandra fue advertida de que estas creaciones podían volverse peligrosas o incontrolables. Demasiado tarde, Alexandra estaba fascinada con la idea e ignoró la advertencia de sus educadores.
Alexandra se alejó del resto de sus compañeros y, una vez aislada de todo, comenzó a concentrarse en dicha práctica. Ella visualizó en su interior lo que quería crear, imaginando un monje de baja estatura y gordo. Quería que fuese alegre y de inocente actitud. Tras una dura sesión, aquella entidad apareció frente a ella.
Aquella entidad era algo así como un robot, sólo realizaba y respondía a los mandatos de su creadora. Con una sonrisa fija en su rostro, el monje accedía sin rechistar a lo que ella le ordenaba. Lamentablemente, no siempre fue así y aquel tulpa comenzó a realizar actividades que no les había sido encomendadas. Tal era la independencia de aquel fantasma de apariencia corpórea que los demás monjes lo confundían con uno más. Su creadora comenzó a sentir miedo, aquella entidad comenzaba a ser un ser con voluntad propia.
A medida que iba siendo más independiente, los rasgos físicos que aquel bonachón monje fantasma fueron cambiando. Su afable sonrisa fue cambiada por otra más pícara, su mirada pasó a ser malévola y nada afable para todos los que convivían con aquel extraño ser. La propia Alexandra comenzó a sentir miedo.
En su libro publicado, Magic and Mysteri in Tibet, Alexandra David-Néel narra los seis duros meses que duró el invertir aquel proceso, conseguir que su creación se desvaneciera. Aquel monje se había hecho insoportable y Alexandra tardó lo suyo antes de conseguir invertir aquel proceso. “No hay nada extraño en el hecho que pueda haber creado mi propia alucinación. Lo interesante es que en estos casos de materialización, otras personas ven las formas de pensamientos creadas.”- declaró la antropóloga cuando posteriormente se le galardonaba con una medalla de oro por La Sociedad Geográfica de Paris y nombrada Caballero de la Legión de Honor.
....
Para el interesado, un documental acerca de ella, que entrevista a su biógrafo Jesús Callejo:
(VIDEO AL INICIO DE ESTA ENTRADA)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario