¿El retorno de Quetzalcóatl?
Hace mil años, Tula era la Harvard de Mesoamérica. De todos los rincones de México y algunos tan lejanos en Centroamérica como Costa Rica, viajaban los hijos de los grandes señores para estudiar en la escuela de Tollan y regresar eruditos a gobernar sus territorios. Tula ha sido centro religioso, político, militar y económico desde finales del Siglo VII de nuestra era. Cuando Teotihuacan decaía y su gente la abandonaba, a orillas del río Tula se establecían las raíces de la cultura que llegaría a dominar territorios en el sureste mexicano y cuya influencia tocaba toda América Central: los toltecas Siempre fue centro de disputas políticas. Los yacimientos cercanos de obsidiana y cal le daban una importancia estratégica que causó muchas de las disputas que definieron la historia de la ciudad en la época precolombina.
Los aztecas llamaban "Quetzalcóatl" a los sacerdotes, quienes mantuvieron viva una gran tradición humanística
Los antiguos mexicanos proyectaron muchos aspectos positivos de su cultura en ese dios, a quien revistieron de una enorme sabiduría. Lo idealizaron y protegieron. Como tenían una noción cíclica del tiempo, estaban convencidos del retomo de este dios pacificador. Siempre recordaban aquella imagen del sacerdote blanco, corpulento, alto y barbado, por lo que fácilmente lo identificaron con los españoles. El destino les jugó una mala pasada: el dios generador de su cultura fue también su destrucción.
El toltecáyotl era el conjunto de nociones culturales y civilizadoras que el gran diossacerdote Quetzalcóatl había transmitido a los toltecas, y este patrimonio fue asumido por los nahuas. También el arte náhuatl parece haber recibido su inspiración de aquella cultura. La palabra toltécatl significaba "artista" y de ella se derivaban tentoltécatl, orador o "artista del labio"; matoltécatl, bordador o "artista de mano", y otras.
El origen del toltecáyotl era atribuido a Quetzalcóatl, quien descubrió los metales y las piedras preciosas, así como el cultivo del algodón y muchas otras plantas para beneficio de su pueblo. También dio a conocer desde la forma de cultivar la tierra con mejores resultados y de encontrar en ella metales preciosos, hasta la de trabajar en la elaboración de tapices y penachos. Enseñó también el arte del canto, la pintura, la escultura y la arquitectura. Es en el florecimiento tolteca donde se encuentra la raíz y el modelo inspirador de la cultura azteca.
El ascenso de los aztecas marcó su decadencia, pero a diferencia de muchas de las grandes ciudades de Mesoamérica, Tollan nunca fue abandonada. Al contrario, uno de los primeros señores de la zona, Don Pedro Miahuaxochitl, descendiente directo del rey mexica, Moctezuma Xocoyotzin, fue un personaje importantísimo para que los españoles pudieran evangelizar la región.
Allí dio clases de primaria Justo Sierra, fundador de la Universidad Nacional Autónoma de México y escribió algunos capítulos de "El periquillo sarniento", José Joaquín Fernández de Lizaldi.
Miles de años de historia y Tula está catalogada con un Índice de Desarrollo Humano "medio alto". De entre los dos mil 438 municipios que integran los Estados Unidos Mexicanos, Tula de Allende ocupa el lugar 205. En comparación, Pachuca, el municipio mejor calificado de Hidalgo, aparece en el lugar 43 de todo el país.
Este índice, que elabora el PNUD, es producto de una ecuación matemática que incluye cuatro variables: Tasa de mortalidad infantil, es decir, cuántos niños mueren por cada mil que nacen; porcentaje de las personas de 15 años o más que son analfabetas; de personas entre los seis y los 24 años que van a la escuela; y PIB per cápita en dólares.
Si el pasado de Tula tuviera que ver con su presente, nadie estaría cruzando los dedos y a la espera de que los ejidatarios del lugar decidan ceder sus tierras para que allí se construya una refinería, otra, que contribuya al crecimiento económico y social del estado.
Tula, como centro de poder, fue saqueada, incendiada y abandonada en dos ocasiones, comprobadas y una más que ronda los márgenes del mito.
La leyenda dice que Tollan fue fundada por Quetzalcóatl, dios serpiente emplumada y que su rival, Tezcatlipoca, dios de las tinieblas, se las ingenió para emborracharlo con pulque y lo hizo fornicar con la hermana del primero, Xochiquétzal. Avergonzado, el también conocido como Kukulcán abandonó la ciudad, no sin antes jurar que volvería.
LA PROFECÍA
A continuación, pidió a sus seguidores que se congregaran en la orilla del mar para entregarles su bendición. Una vez en la arena, subió a una piedra que por allí había y anunció las palabras de su profecía. Y esto fue lo que dijo:
Escuchenme, hermanos: yo, Quetzalcoatl, pluma teñida con sangre de serpientes, he renacido. A mí mismo me hice en la batalla, allá, donde se ensanchasen las aguas y el tiempo queda detenido. Así llegué a ser mi propio padre, y llegué a conocer los ciclos del destino.
Sólo vine a prepararme un camino; ahora he de marchar. Mas, no teman, no me voy para siempre: eternamente escucharan mi voz. No lloren por el príncipe partido, porque les he dejado mis palabras y mis joyas.
¡Alegrence! Se acerca un nuevo día, el día magnífico, de radiante hermosura, cuando a mi rostro tenga que regresar. ¡Entonces me verán! En ese día comprenderán las razones divinas, levantaré mi cosecha y recogeré lo sembrado. Entonces desaparecerá para siempre el animal maligno y ustedes podrán caminar en paz.
Y se abrirán las puertas de oro, y vendrán en matrimonio los pueblos de la tierra al templo de los cuatro rumbos, donde se les pedirá que no se descalcen. Y se manifestará la Señal de la unidad en un árbol erguido. El mundo habrá de verlo cuando ocurra, porque es el amanecer de Ometeotl.
Poder de bondad viene a ustedes para vivificarlos, para extirpar del mundo todo temor. Poder de unidad, poder del Corazón del Cielo, de Aquel que, al recibirlos, no recibe sino a su propio ser. ¡Rindan devoción a la verdad, crean en su poder! ¡Aviven la luz de sus corazones, oh hermanos! Amanecerá el mundo para quienes comprendan.
A la distancia de un grito, a la distancia de un día de camino está ya su hombre, su hermano mayor, el de los verdes jades, las barbas y el báculo de peregrino.
¡Recibanlo! El tiempo se acerca, la hora viene, nace la humanidad del nuevo Sol. ¡Contemplen su señal ahora! ¡Erguid el madero!
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