La NASA y The Planetary Society han puesto en marcha la última iniciativa para que mandes tu nombre a un cuerpo celeste a bordo de una nave espacial. En este caso, el objetivo es el asteroide Bennu, que será visitado por la sonda OSIRIS-Rex. Esta misión -de tipo new frontiers– será lanzada el 3 de septiembre de 2016 y llegará a Bennu en enero de 2019. La sonda estudiará el asteroide en profundidad desde una órbita de entre 5 y 0,7 kilómetros de altura durante 505 días y recogerá 60 gramos de muestras de su superficie, muestras que aterrizarán en la Tierra dentro de una cápsula el 24 de septiembre de 2023.
OSIRIS-Rex será la segunda sonda que retornará pedazos de un asteroide tras la misión japonesa Hayabusa, que ya hizo lo propio con el asteroide Itokawa. También será la tercera sonda de la NASA que retornará muestras del Sistema Solar después de las misiones Stardust y Genesis. El curioso nombre de la misión es un acrónimo bastante forzado (Origins-Spectral Interpretation-Resource Identification-Security-Regolith explorer) que hace referencia al dios egipcio del inframundo. El asteroide, originalmente conocido como (101955) 1999 RQ36, fue bautizado el año pasado como Bennu después de llevar a cabo un concurso en el que estudiantes de todo el mundo propusieron distintos nombres. El ganador fue Michael Puzio, un estudiante de nueve años de Carolina del Norte que sugirió el nombre Bennu -un dios de la mitología egipcia con forma de ave- porque la silueta de la sonda con los paneles solares y el brazo de muestras le recordaban a un pájaro.
OSIRIS-Rex llevará dos microchips con los nombres de la gente que desee inscribirse con un diseño similar a los empleados en la misión Stardust y en otras misiones de la NASA como Curiosity. En realidad, los nombres no se quedarán en el asteroide. Uno de los microchips estará dentro de la sonda y permanecerá para siempre en órbita solar -en términos humanos, se entiende-, mientras que el otro regresará a la Tierra dentro de la cápsula de muestras que aterrizará en el desierto de Utah en 2023. Para recoger el regolito del asteroide, OSIRIS-Rex usará el brazo robot TAGSAM (Touch-and-Go Sample Mechanism) que le permitirá capturar muestras mediante un simple contacto puntual con la superficie sin necesidad de ‘aterrizar’ en el asteroide (algo muy complejo por culpa de la baja gravedad de estos cuerpos).
Es la primera vez que estudiaremos de cerca un asteroide de tipo carbonáceo, rico en volátiles y sustancias orgánicas. Este tipo de asteroides son fundamentales para entender el origen del Sistema Solar, así que sin duda OSIRIS-Rex nos dará muchas sorpresas. Bennu es un asteroide cercano (NEO) de tipo Apolo y es importante señalar que existe un 0,056% de probabilidades de que choque con la tierra el 24 de septiembre de 2182. Obviamente, no es algo de lo que tengamos que preocuparnos demasiado, pero no cabe duda de que el estudio de estos cuerpos es esencial para planificar futuras misiones de defensa planetaria. Así que ya sabes,¡inscribe tu nombre ya mismo y forma parte de esta fascinante misión! Tienes hasta el 30 de septiembre de 2014.
Septiembre 2015.
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