Kate Ogg fue testigo de un milagro en la sala de parto: uno de sus mellizos nació muerto y pudo revivir gracias al calor corporal de sus padres. “Yo le dije a mi esposo, ven y quítate la ropa para abrazarlo, darle calor, porque su cuerpecito estaba frío.
Y lloramos mientras lo abrazamos, le hablamos de su familia y que tenía una hermanita que debía cuidar desde el cielo, cuando de pronto comenzó a moverse”, contó la madre en el siguiente video.
La historia de Kate Ogg & Jamie
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