Primero la buena... al contrario, la máscara abajo parece falsa, digo, y me pregunto, ¿porqué no le importaría el documento que utilizó el artesano egipcio al elaborar la máscara de la momia y utilizar ese papiro como relleno de la máscara, porque supongo sabía qué tipo de documento era.
Quien sabe cuántas obras y objetos diversos de arte arqueológicos y demás son de procedencia espuria, así han mencionado tantos documentos importantes y ya no digamos a otros niveles mas sofisticados como sucede con la NASA de ocultación de información espacial importante que revela y demuestra inteligencia extraterrestre, vida inteligente en planetas, cosas extrañas que suceden en el sol, la luna, los ovnis, y por parte de las agencias de inteligencia la ocultación y silenciamiento de testigos e implicados en tantos casos, conspiraciónes etc. etc...
Beatriz Pascual Macías
La Razón / Efe
mie, 21 ene 2015 21:27 CET
NOTA: El comentario arriba no es mío, Alex
Publicado: 22 ene 2015 16:27 GMT | Última actualización: 22 ene 2015 16:27 GMT
Quien sabe cuántas obras y objetos diversos de arte arqueológicos y demás son de procedencia espuria, así han mencionado tantos documentos importantes y ya no digamos a otros niveles mas sofisticados como sucede con la NASA de ocultación de información espacial importante que revela y demuestra inteligencia extraterrestre, vida inteligente en planetas, cosas extrañas que suceden en el sol, la luna, los ovnis, y por parte de las agencias de inteligencia la ocultación y silenciamiento de testigos e implicados en tantos casos, conspiraciónes etc. etc...
Beatriz Pascual Macías
La Razón / Efe
mie, 21 ene 2015 21:27 CET
Un grupo de científicos encontró la copia más antigua que se conoce hasta ahora de un evangelio en un papel de papiro que fue reutilizado para crear la máscara de una momia egipcia, según explicó a Efe Craig Evans, doctor en Estudios Bíblicos y uno de los responsables del descubrimiento.
Se trata de un fragmento del evangelio de San Marcos, encontrado hace tres años y que, ahora, un grupo de expertos de la Universidad evangelista de Acadia (Canadá) sitúa como el primer manuscrito del Nuevo Testamento de la Biblia del que se tiene conocimiento.
Los científicos creen que su origen se remonta al primer siglo de nuestra era, entre el año 80 y el 90 D.C., lo que supone una gran novedad pues, hasta ahora, las copias más antiguas de los evangelios databan del siglo segundo después de Cristo.
Los expertos creen que alguien escribió un fragmento del evangelio en el papiro y que, luego, otras personas reciclaron este material, muy caro en la época, para elaborar la máscara funeraria.
Este tipo de «máscaras de papel maché» solían utilizarlas las clases humildes y no tenían nada que ver con las máscaras de oro y joyas que cubrían los rostros de los grandes faraones, detalló Evans.
Se cree que San Marcos escribió su evangelio en Roma, a donde había acompañado a San Pedro, pero, ¿cómo viajó la copia desde Roma a Egipto? El experto afirma que el camino no es tan largo.
«En el Imperio Romano el correo se movía casi a la misma velocidad con la que lo hace ahora. Una carta escrita en Roma podía ser leída en Egipto en unas semanas. Marcos escribió su evangelio al final de la década de los 60 después de Cristo, así que era posible encontrar una copia en Egipto en la década de los 80», argumenta.
Para conseguir saber la fecha de los papiros, los científicos se valieron de una técnica que permite deshacer el pegamento que une los papiros de las máscaras sin dañar la tinta, de forma que los textos se pueden seguir leyendo con la misma claridad.
Este evangelio es uno de los cientos de documentos que analiza el equipo de Evans, compuesto por más de tres decenas de expertos.
«Estamos recuperando antiguos documentos del primero, del segundo y del tercer siglo después de Cristo. No solo documentos bíblicos, sino también textos griegos clásicos o cartas personales», explicó Evans, que detalló que algunos de los documentos que analizan son del poeta griego, Homero, autor de grandes obras clásicas como «La Odisea» y «la Ilíada».
En el caso del fragmento del evangelio de San Marcos, las pistas las dieron el resto de papiros que formaba la máscara, su diseño y decoración, así como el estilo de la escritura y la datación del material mediante el isótopo carbono-14.
A finales de año, los científicos darán a conocer en una revista especializada sus descubrimientos y sólo entonces el público sabrá cuáles son las líneas del evangelio de San Marcos que se escondía entre los papiros de una máscara egipcia.
Se trata de un fragmento del evangelio de San Marcos, encontrado hace tres años y que, ahora, un grupo de expertos de la Universidad evangelista de Acadia (Canadá) sitúa como el primer manuscrito del Nuevo Testamento de la Biblia del que se tiene conocimiento.
Los científicos creen que su origen se remonta al primer siglo de nuestra era, entre el año 80 y el 90 D.C., lo que supone una gran novedad pues, hasta ahora, las copias más antiguas de los evangelios databan del siglo segundo después de Cristo.
Los expertos creen que alguien escribió un fragmento del evangelio en el papiro y que, luego, otras personas reciclaron este material, muy caro en la época, para elaborar la máscara funeraria.
Este tipo de «máscaras de papel maché» solían utilizarlas las clases humildes y no tenían nada que ver con las máscaras de oro y joyas que cubrían los rostros de los grandes faraones, detalló Evans.
Se cree que San Marcos escribió su evangelio en Roma, a donde había acompañado a San Pedro, pero, ¿cómo viajó la copia desde Roma a Egipto? El experto afirma que el camino no es tan largo.
«En el Imperio Romano el correo se movía casi a la misma velocidad con la que lo hace ahora. Una carta escrita en Roma podía ser leída en Egipto en unas semanas. Marcos escribió su evangelio al final de la década de los 60 después de Cristo, así que era posible encontrar una copia en Egipto en la década de los 80», argumenta.
Para conseguir saber la fecha de los papiros, los científicos se valieron de una técnica que permite deshacer el pegamento que une los papiros de las máscaras sin dañar la tinta, de forma que los textos se pueden seguir leyendo con la misma claridad.
Este evangelio es uno de los cientos de documentos que analiza el equipo de Evans, compuesto por más de tres decenas de expertos.
«Estamos recuperando antiguos documentos del primero, del segundo y del tercer siglo después de Cristo. No solo documentos bíblicos, sino también textos griegos clásicos o cartas personales», explicó Evans, que detalló que algunos de los documentos que analizan son del poeta griego, Homero, autor de grandes obras clásicas como «La Odisea» y «la Ilíada».
En el caso del fragmento del evangelio de San Marcos, las pistas las dieron el resto de papiros que formaba la máscara, su diseño y decoración, así como el estilo de la escritura y la datación del material mediante el isótopo carbono-14.
A finales de año, los científicos darán a conocer en una revista especializada sus descubrimientos y sólo entonces el público sabrá cuáles son las líneas del evangelio de San Marcos que se escondía entre los papiros de una máscara egipcia.
Comentario: Desafortunadamente las dataciones que se realizan con el método del carbono 14 son muy inexactas. Más aun, la vaguedad con la que se hace referencia a "un fragmento" del evangelio de San Marcos deja mucho que desear. La existencia de un fragmento (que puede ser no más que unas cuantas líneas o párrafos) no prueba que el documento en su totalidad haya existido en esa época, asumiendo que la datación fuera acertada.
FUENTENOTA: El comentario arriba no es mío, Alex
Publicado: 22 ene 2015 16:27 GMT | Última actualización: 22 ene 2015 16:27 GMT
Hallan dos momias egipcias falsas en los Museos Vaticanos
Una investigación ha confirmado que dos de las momias egipcias que albergan los Museos Vaticano son falsificaciones fabricadas en algún momento del siglo XIX, época en el que el Antiguo Egipto suscitaba un gran interés, informa 'The Telegraph'. Se pensaba que las momias pertenecían a un niño o a un animal de pequeño tamaño.
"Estas momias son prueba del extendido fenómeno de falsificación que logró engañar a coleccionistas y expertos", afirma Alessia Amenta, encargada de dirigir la investigación y directora de la sección del Antiguo Egipto y Oriente Próximo del museo. "Las vendas son de época faraónica pero están cubiertas por una resina que no se encuentra en Egipto sino en Europa", explicó Amenta. La experta precisó que la técnica empleada para dotar a la momia del aspecto dorado antiguo es "típica del siglo XIX inglés".
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