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sábado, 12 de abril de 2014

Vibración interna, vibración externa y anclaje a líneas temporales












A raíz de la segunda parte de la conferencia Anclando la 4D, cuando hablábamos sobre la frecuencia de vibración y las líneas temporales, diferentes personas me preguntaban si, entonces, debido a los cambios en la frecuencia de resonancia de cada uno a lo largo del día, esto quería decir que oscilábamos en unas pocas horas entre varias de esas líneas temporales y realidades que co-existen en nuestro planeta.


Es decir, si habéis visto el vídeo del último encuentro que tuvimos, hablando de las energías que nutren al ser humano, de cómo se combinan para formar una base que llamamos “hidrógeno”, cuyo octanaje indica la calidad del mismo, y que repercute en nuestra frecuencia de vibración, habréis comprendido que, a lo largo de un día, una persona puede variar su frecuencia desde unos parámetros muy bajos, 4-6 Hz, hasta unos muy altos, 12-15Hz, dependiendo de si la combinación de eventos, energías y estados mentales y emocionales le hacen estar cansado, bajo y abatido, o contento, feliz y pletórico.
Estos cambios, como ya sabéis, hacen que al variar tu frecuencia de resonancia o de vibración resuenes con un tipo de realidad u otra, y eso se traduce en un anclaje a una línea temporal de las diferentes que co-existen en este momento, en nuestra esfera planetaria, a nivel físico. Y, sabiendo esto, la pregunta se repite: ¿significa eso que, a lo largo del día, paso de la línea temporal ideal si estoy vibrando a 15Hz y luego bajo a la línea temporal más negativa si estoy vibrando a 4Hz?

La importancia de la vibración
interna
No exactamente. Como os decía en este otro artículo sobre el enganche de una línea temporal a otra, es correcto que la vibración personal es lo que determina tu anclaje a una línea y realidad concreta, pero esa vibración no es solo la vibración externa que varía con los altibajos del cuerpo físico, emocional y mental, sino sobre todo la “vibración interna”, que no es otra cosa que la “vibración de tu ser interior”, de tu yo interior, que fluctúa mucho menos que la vibración de tu sistema energético.
Evidentemente una cosa está conectada con la otra. La luz, energía y vibración que posees a nivel del “corazón”, que es donde mora nuestro espíritu, depende de la conexión que tenemos con él, y con nuestro Yo superior, y con nuestro Ser, además de las influencias que recibe de lo que le sucede al cuerpo que ocupa, que es esa vibración exterior que repercute en nuestro bienestar anímico y físico. Pero el hecho de haber tenido un mal día, por ejemplo, y haber variado mucho tu resonancia energética, no tiene por qué repercutir en sacarte de la línea temporal en la que estás, si tu paz, tranquilidad y conciencia interior no se ha visto alterada.
Cuando os comentaba en aquel artículo que yo había pasado de vibrar o estar anclado de la línea principal a la tercera línea percibida en estos momentos, era porque no solo el agotamiento físico, mental y emocional del trabajo de las conferencias me pegó un bajón tremendo en todos los sentidos, sino porque ese bajón me llevó a desconectarme de mi ser, consciente o inconscientemente, y ahí se produjo la bajada de “vibración interior”, que me sacó de la línea y realidad en la que había estado. Ahora, recuperado del cansancio, recuperadas las energías, etc., uno vuelve a trabajar para reconectarse de nuevo, y volver a sentir esa paz y tranquilidad, y esa sensación de estar conectado con uno mismo y, de nuevo, volver a reconectar con las líneas más altas y más positivas.

Mantener la calma interior y el estado de armonía
Decía un guía que esto es un aprendizaje, el aprender a mantenerte en una línea temporal positiva a pesar de los sucesos externos que nos intentan sacar de la misma, y que tenemos que encontrar un equilibrio en nosotros, que, aun estando metidos en una vorágine de eventos o tareas diarias que nos afecten externamente, dentro de nuestro “espacio”, refiriéndose a nuestro corazón como entrada al mismo, o el cuarto chakra como punto energético, haya un lugar de paz y serenidad, de armonía y alegría, y así, uno mantiene una conexión con la realidad escogida, y no la suelta por muchos vaivenes que se vivan por fuera.
De forma que, básicamente, se trata de la vibración de la “luz” que llevamos dentro, cada uno de nosotros, lo que hace que, a pesar de las circunstancias que nos rodeen, podamos seguir conectados con nuestro yo interior, nuestro ser y nuestro espacio de paz y tranquilidad. Por eso, el anclaje a una línea u otra no depende solo de la estructura de la personalidad y del estado del campo áurico del momento, sino sobre todo de la vibración interna de cada uno, aunque esté relacionada y sea también la vibración exterior lo que nos puede hacer fluctuar ligeramente ese estado de calma y armonía.

Potenciar la conexión con tu Ser y con tu yo superior
El trabajo consciente para elevar esa vibración, y aquí aplica tanto para la exterior como la interior, pasa por aquellos pequeños consejos o ideas que comentaba en la conferencia, al final de la segunda parte, desde cuidar el aspecto físico, a cuidar el emocional, desde cultivar la conexión con el ser, a potenciar todo aquello que nos hace feliz, dejando de lado todo aquello que nos roba esa paz y esa armonía.
Decía este mismo guía que, en esos planos no físicos, les causaba alegría ver como la gente cada vez se abría más a esta conexión interior, y como, en la psique de las personas, al ser impactadas por las energías que llegan, se removían bloqueos, creencias, y nos liberábamos de corazas, lo cual nos hacía crecer. Como decía hace unos días en el artículo sobre trabajar con estas energías de forma consciente, hay una gran oportunidad abierta para la intensificación del cambio personal, la conexión con el Ser del que provenimos, y la creación de ese espacio interior de amor y paz inalterable. Mucha gente va a salir de la jaula de la psique, porque tendremos la oportunidad de expandirnos, y hemos de recordar que, estos cambios, aunque se perciban como “molestos”, por lo que puedan llegar a revolvernos internamente (física, emocional o mentalmente, cada uno sui generis), son catalizadores y detonantes, para que la gente despierte y se pregunten que hay más allá de la rutina diaria, y lo que la vida es realmente, y luego, con el esfuerzo y trabajo que a partir de aquí quieran hacer de forma consciente, lleguen a conectar con su interior, y lleguen a elevar esa vibración hasta conectar con la línea temporal principal que les lleva directos al paso de nivel evolutivo cuando toque.
Este año 2014 habrá millones de personas que sufrirán este pequeño despertar inicial, otros subirán un escalón más en el suyo, y es un paso más, para un proceso que hace tiempo que ya no tiene marcha atrás.

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