Las vidas de las estrellas transcurren durante miles de millones de años, por lo que, a escala temporal humana, los cambios en su apariencia rara vez se logran ver. Por lo tanto la oportunidad de observar una estrella que pasa de una etapa de su vida a otra en una escala de tiempo de meses a años es algo muy emocionante, ya que sólo hay unos pocos ejemplos conocidos. Una de esas estrellas es el Objeto de Sakurai (V4334 Sgr). Fue notificada por primera vez por un astrónomo aficionado japonés en 1996 como un “objeto de tipo nova”. El objeto de Sakurai había sido pocos años antes la estrella central de una débil nebulosa planetaria. En 1990, se iluminó por un factor 10.000. Este brillo se ha atribuido a un “flash de helio final”. En este proceso, el núcleo estelar en el centro de la nebulosa planetaria se reaviva.
El flash de helio final es un proceso violento que expulsa una nube de polvo y gas que forma como un capullo alrededor de la estrella, bloqueando toda la luz visible. En 2000, esta nube de polvo era tan espesa que ni tan siquiera el Telescopio Espacial Hubble (HST) podía verla. Los científicos del Observatorio Nacional de Astronomía Óptica (NOAO) han estado observando el área del cielo donde se encuentra el Objeto de Sakurai, a la espera de que la radiación infrarroja emitida por el astro traspase la nube de polvo. La radiación infrarroja penetra el polvo mucho más eficientemente que la luz óptica. La detección de la radiación infrarroja significaría que la nube de polvo está empezando a romperse, y que pronto se disipará lo suficiente como para permitir el paso de la luz visible.
Usando el sistema de óptica adaptativa Altair (AO) con el telescopio Gemini Norte en Mauna Kea, en Hawái para compensar las distorsiones de la luz de las estrellas causadas por la atmósfera de la Tierra, dos astrónomos del NOAO pudieron observar la cáscara de material escapando alrededor de la estrella. Según el Dr. Richard Joyce, quien estaba a cargo del programa de imágenes, “El uso de AO en Gemini nos dio una visión sin precedentes del centro de este objeto, y nos mostró una serie de estrellas débiles donde el Objeto de Sakurai debería estar”. Antes de que el Objeto de Sakurai hubiera desaparecido de vista, el equipo comparó estas imágenes a las obtenidas por el telescopio espacial Hubble para obtener una posición exacta de este objeto. Las imágenes hechas por el AO de Gemini tienen una resolución de 0,04 segundos de arco (esto equivaldría a pedir a alguien que le diga si está sosteniendo un dedo o dos – a una distancia de 200 millas, o sea, unos 320 km). Claramente ha sabido distinguir muchas de las estrellas que normalmente hubieran salido borrosas con telescopios terrestres. El Dr. Joyce comenta que: “Las primeras imágenes tomadas por Gemini en 2010 mostraron un manchón débil y oscuro cerca de la ubicación del Objeto de Sakurai. Las imágenes de 2013 mostraban claramente a la estrella con dos nubes expulsadas”.
Dr. Kenneth Hinkle, el autor principal, dice que: “El Objeto de Sakurai parece estar formando una nebulosa bipolar: en los últimos tres años se han observado dos lóbulos de gas que se mueven hacia el exterior de la estrella central. La nebulosa bipolar está más o menos alineada con la nebulosa planetaria que se formó a partir del gas que perdió la estrella hace más de 10.000 años, cuando estaba en estado de gigante roja. Esta alineación puede indicar que esta estrella está acompañada por otra estrella o planeta.” La pintura artística de arriba representa la expansión del gas y del polvo alrededor de la estrella. Debido a que está envuelto en polvo, el Objeto de Sakurai es mucho más brillante en la región infrarroja del espectro. En esta ilustración se muestra la estrella de color rojo, ya que la luz azul que emite, es absorbida por el polvo.
Las estrellas como el Sol cuando llegan al final de su vida, se expanden y se enfrían para convertirse en Gigantes Rojas. Cuando se agota su combustible nuclear, queda un remanente, llamado enana blanca. Sin embargo, entre un 10 y un 15% de estas estrellas conservan suficiente hidrógeno y helio para iniciar la combustión nuclear de nuevo, lo que enciende brevemente a la enana blanca. A esta fase se le llama flash final. Aunque este fenómeno es bastante común, tiene una duración muy breve, por lo que es muy raro llegar a verlo. En la actualidad sólo se ha observado en tres ocasiones. Los científicos estiman que, en nuestra galaxia, este fenómeno se da una vez cada diez años. El anterior fue observado en 1919.
El objeto de Sakurai está situado en la constelación de Sagitario, en la dirección del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. La distancia a este objeto se puede medir a partir de la expansión de la nube de polvo. Los datos actuales muestran que está entre unos 6.800 y unos 12.000 años luz de nosotros. A medida que la nube de escombros se expanda, será posible refinar nuestro conocimiento de la distancia y de otros parámetros de este objeto.
Fuente: Gemini Observatory
NOTA:
¿A que nos recuerda el dibujo arriba al inicio de la entrada de la formación galáctica? a las medusas, obvio, pero recordemos como es notorio el parecido de muchos avistamientos ovnis con esta forma, al parecer la naturaleza y universo replica formas que tienen que ver con la Geometria sagrada y la Flor de la vida:
(vean otras cosas relacionadas aqui)
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