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jueves, 17 de enero de 2013

AR 1654, la gigantesca mancha solar sigue creciendo y apunta hacia la Tierra


Astronomía para terrícolas - martes 15 de enero de 2013


Los asiduos a este espacio de astronomía en Yahoo! ya estarán familiarizados con las manchas solares puesto que las hemos tratado en más de una ocasión. Seguro que ya saben que nuestro Sol no es una gran bola de fuego uniforme y continua sino que tiene zonas más activas, diferentes capas, lugares más calientes que otros y ciclos en los que su actividad va oscilando. Las manchas solares son producto de estos cambios y oscilaciones de la fotosfera solar, representan regiones más frías respecto al resto de la superficie del Sol pero con una intensa actividad electromagnética.
Este año 2013 uno de los ciclos solares, que ocurre cada once años, llegará a su punto más alto, lo que se conoce como “Máximo solar”. Hasta el momento, hay que reconocer que hemos tenido unos meses bastante tranquilos… Han aparecido numerosas manchas y hemos tenido algunas erupciones de masa coronal, pero en la mayoría de las ocasiones no han tenido apenas efectos y han pasado desapercibidas puesto que no apuntaron directamente a nosotros.
Sin embargo, parece que este “pacífico” periodo de estabilidad va a cambiar y la responsable podría ser una gigantesca mancha solar a la que han llamado AR 1654.
Hace tan sólo unos días los astrónomos detectaron una impresionante mancha de un tamaño diez veces mayor que nuestro planeta. AR 1654 es tan inmensa que numerosos aficionados a la astrofotografía han podido fotografiarla desde casi cualquier parte del mundo sin utilizar ningún tipo de focales de aumento. En Spaceweather puedes encontrar algunas imágenes captadas el día de ayer.
Los instrumentos del Telescopio espacial SDO (Solar Dynamics Observatory) pudieron captar hace un par de días una llamarada solar de tipo M1 y no descartan que en los próximos días se produzcan nuevas erupciones con igual o mayor intensidad, pudiendo llegar incluso al máximo en la escala, es decir, llamaradas de tipo X.
Estas erupciones solares expulsan una tormenta de protones que suelen tardar en llegar a la Tierra aproximadamente un par de horas, aunque en el caso de llamaradas muy intensas pueden alcanzarnos en mucho menos tiempo.
Afortunadamente nuestro planeta cuenta con un escudo protector al que llamamos magnetosfera, pero más allá de esta protección, en las órbitas en las que nuestros satélites se mueven, existe el riesgo de que resulten afectados o incluso inutilizados.
Tom Bogdan, director del Centro de Predicción del Clima Espacial, explicaba en National Geographic, que después de un periodo muy tranquilo nuestra estrella está despertando y aunque no se espera que el máximo solar que comienza ahora sea muy intenso en su conjunto, los acontecimientos y llamaradas individuales sí pueden ser muy potentes.
“Acontecimientos individuales” como esta gran mancha AR 1654 que según las últimas observaciones está creciendo y, en esta ocasión, la Tierra sí se encuentra en su punto de mira…
Las manchas solares suelen tener una duración variable de uno o dos meses, momento en el que, tras algunas rotaciones solares, la oscilación magnetosférica se estabiliza y terminan por desaparecer… Mientras tanto, los astrónomos apuntan sus instrumentos hacia AR 1654 vigilando su evolución e intentando anticipar y mitigar sus posibles efectos.
Por otro lado, estas erupciones solares tan dañinas para nuestra tecnología (un apasionante tema del que ya hemos hablado en un artículo aquí en Astronomía para Terrícolas) también tienen su punto positivo puesto que, a buen seguro, harán las delicias de los amantes de la fotografía astronómica creando bellas auroras, como las que se están produciendo en estos momentos en Kiruna, Suecia y que Peter Rosenpudo captar el 13 de enero.

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