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martes, 11 de septiembre de 2012

"EL TIEMPO" SE AGOTA EN ESTA TERCERA DIMENSION.


El tiempo lineal se agota aquí en la Tierra... debemos aprender ya a vivir en la eternidad.

Los acontecimientos y desenlaces previstos y por suceder, están ya a la vuelta de la esquina y aqui... ¿no sientes y escuchas el oscilar de algo dentro de ti?... como si fuera una flama que titila al susurro de un viento desconocido de espíritu y que a ratos toma mas fuerza, mengua, disminuye, aumenta... pero regresa y se estaciona perenne y constante, ahi dentro y fuera de ti, porque permanece en todos lados y es omnipresente, viaja en la eternidad; se va convirtiendo como en estruendo silencioso de aguas venidas de lluvias torrenciales de cascadas de cielos y de nubes de mares antiguos terrenales de una fuerza y belleza desconocida, pero al mismo tiempo muy conocida porque emana de ti, de tu ser y esencia interior verdadera, de tu conciencia primigenia, de la conciencia de la humanidad, ERES TU, VERDADERAMENTE ERES TU Y NO TU EGO, escucha, aguza el oido y pon atención... ...  pareciera se detiene el tiempo lineal en esta tercera dimensión y que de pronto sin pensarlo ni razonarlo estás en la eternidad... tal vez se esté agotando el viejo aceite de nuestra lámpara vieja.
 
 
¿qué tan vieja está tu lámpara?
 

 
 
 
 
cierto es que una lámpara no se prende para esconderla o ponerla debajo de la cama como dice en algun lugar un texto de la biblia... como también un vino nuevo no se echa en un odre viejo.  

 
LES DEJO UN CUENTO:

LA LÁMPARA DE ACEITE

 
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?
¡Si tú no ves!

Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria.


Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí... No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo  uso para que otros puedan también servirse de ella.
 

YA BASTA DE JUGARLE AL ZOMBI,
despierta, vé y camina..
 
 


NOTA: Como en "mis viejos tiempos", me dió por publicar algo como lo arriba expuesto, y decir que del sitio original de la fuente, solo modifiqué aqui levemente unas cuantas palabras del texto y formato... (pero no hay fijón por "los derechos de autor" o algo parecido... ¡soy yo! jeje).

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