Seguramente que si alguien le busca relación de esta info con algunas profecias y sobre todo en apocalipsis... las halla.
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Una región sin descanso / El norte, ahora zona de riesgo
Los expertos creen que se abrió una fisura en la placa de Ferrara; críticas por la seguridad
Por Elisabetta Piqué | LA NACION
ROMA.- ¿Se abrió una nueva falla en las entrañas de Italia? Es una de las hipótesis que se manejan en estas horas de gran conmoción. La nueva falla habría provocado el nuevo y potente terremoto de ayer de 5,8 grados en la escala de Richter en la misma zona de Módena golpeada hace nueve días, considerada hasta ahora de medio o bajo riesgo sísmico.
Los expertos, en efecto, suelen repetir una y otra vez que toda la península italiana es una zona sísmica, con puntos de mayor y menor riesgo. La zona de la famosa Pianura Padana, afectada de manera brutal en dos episodios en nueve días, se destacaba por su tranquilidad: no se registraban sismos desde 1570.
No por nada, según diversos expertos, el origen del terremoto de ayer podría estar en una nueva fractura geológica en la llamada "placa de Ferrara", en los montes Apeninos, que presiona sobre la placa de los Alpes.
El sismo ocurrió en la margen occidental del arco de aproximadamente 40 kilómetros que se activó con el temblor del 20 de mayo pasado. Entonces, los sacudones más fuertes se habían registrado en la zona oriental.
"Se temía que con una estructura tan compleja podría haber espacio para otros terremotos de gran entidad", dijo Alessandro Amato, sismólogo del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología.
Luego del terremoto del 20 de mayo, las réplicas más fuertes -es decir, de magnitud superior a 5 grados- se habían concentrado en la zona de Ferrara. Según Amato, el terremoto de ayer "indica que muy probablemente haya otras fallas activas".
"La estructura responsable del terremoto [de ayer] en la zona de Módena es la estructura compleja del tramo septentrional del Apenino, en el cual la cadena montañosa continúa debajo de la Pianura Padana -dijo Amato-. La estructura es la misma relacionada con el sismo del 20 de mayo, pero probablemente tuvo lugar sobre una falla adyacente. No se trata, por lo tanto, de una réplica."
Gianvito Graziano, presidente del Consejo Nacional de Geólogos, coincidió. "La península italiana se está reorganizando desde el punto de vista geológico, algo que sucede a lo largo de siglos. En la zona afectada, en efecto, se registraron terremotos de semejante intensidad hace medio milenio", dijo, al ser entrevistado por el canal de noticias Sky Tg 24.
"Italia es como una barra rectangular comprimida por Africa, y en decenas de millones de años será aplastada hacia la península balcánica. Tiene unos puntos de fricción que periódicamente se hacen sentir. Hay que augurar que haya más sacudones, porque más es el número, menor es la intensidad y la cantidad que se acumula", agregó Graziano.
MAPA DE RIESGO
"Las normas antisísmicas que aplicamos en los territorios afectados están vinculadas a un mapa de riesgo sísmico que debe ser aggiornado ", admitió, por su parte, el ministro de Ambiente, Corrado Clini.
"Me parece bastante claro que estamos frente a una situación que requiere intervenciones importantes para la reconstrucción y por la puesta en seguridad", señaló el ministro, al aludir a las polémicas que estallaron en cuanto a la falta de preparación y a las controvertidas normas de seguridad de los edificios.
Nadie se olvida, en efecto, de que en el mortífero terremoto de L'Aquila, en los Abruzos, en 2009 -que dejó 309 víctimas-, fueron las construcciones modernas, que no respetaban las normas de seguridad antisísmicas y hechas con materiales adulterados, las que se vinieron abajo como castillos de naipes.
Para el profesor Enzo Boschi, que enseña Sismología en la Universidad de Bolonia, es previsible que la tierra vuelva a temblar, una vez más. "El fenómeno puede continuar, seguramente, porque la actividad de una zona sísmica nunca se detiene. Los sacudones pueden convertirse en mínimos, pero la actividad sísmica permanece", advirtió.
Como muchos otros, Boschi destacó que si bien el problema tiene que ver con la naturaleza geológica del país, también está relacionado con la gestión urbanística. "Italia es una zona sísmica, es cierto, pero además hay un manejo del territorio inadecuado. No hay prevención ni manutención, y los edificios, por lo general, no respetan las normas de seguridad", denunció.
"Especialmente en el período de la posguerra se construyeron numerosos edificios sin que hubiera una normativa antisísmica específica. Las primeras directivas se remontan a los años 70 y en 2009 se llegó a una versión definitiva", explicó.
"Lo peor es que no existe una verdadera cultura para enfrentar estos problemas ni una política para reducir los riesgos vinculados a la actividad sísmica a través de la sustitución, reestructuración y manutención de los edificios. Son cosas que dijimos muchas veces, pero nunca puestas en práctica", lamentó Boschi.
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