Página Principal

martes, 8 de noviembre de 2011

Invitación a Cruzar el Portal Estelar el 11:11:11‏

La verdad no escuché todo el audio video, pues dura  casi la hora, sin embargo, debo de reconocer inspira mucha tranquilidad.

Se refiere a la activación del portal en el lago Titicaca en el Perú... y la invocación de la rejilla solar liberando los códigos de ascensión de alrededor del planeta, piden por Arkansas, Bolivia, Brazil, Escocia, Rusia, Egipto, Africa... Polinesia, etc., bueno se pide por toda el planeta. 

Se los recomiendo. Al margen de mis creencias que a veces están o ván en contra de muchas cosas que la mayoria aceptan sin chistar; si, ya se podrían pensar cosas como que estoy algo bloqueado por energias negativas de baja frecuencia tal vez... o no lo sé, pero la verdad es mi problema si es que lo pudiera ser, asi que cada chango en su mecáte y gallo en su gallinero. Solo me limito a exponer info pero no convencer a nadie de mis ideas aqui. 


Aqui pueden ver el canal (un sitio nada más) en youtube de los Niños del Sol:




y aqui un sitio que habla parte de lo que se menciona en el audio video primero arriba (cruce del portal):

Sanat Kumara  



para Lanello


Hace muchísimo tiempo,

En una estrella distante,

Un gran consejo se reunió

En asamblea solemne.



El asunto pesaba lo suyo

En el pensamiento de la Hermandad—

De la Tierra y su destino,

Qué hacer con la humanidad.



Estaba el planeta cargado

De conflicto y discordia

Los seres humanos habían olvidado

El propósito de la vida.



Caminaban incluso a gatas,

A esto el hombre llegaba.

Y en sus ojos y en sus almas

La gran luz de Dios ya no brillaba.



“La Tierra será disuelta”,

Decretó el consejo cósmico

“Su energía devuelta

Al gran océano originario”.



Yo, Sanat Kumara,

Me levanté de mi asiento

Y quiso Dios que invocara

Oportunidad de aquellos que asistían al evento.



“Démosles una dispensación

Y quizá con el tiempo

Recordarán que en su corazón

Dios puso su aliento



Les mostraré el sendero

A Terra llevaré compasión

Y seré el mensajero

Si ustedes cambiasen de opinión”.



“Hijo mío”, dijo un anciano,

“La Ley tú bien conoces—

A Terra estarás vinculado

Hasta que aumenten sus graduaciones.



Para su gente recuperar

En tu corazón la llama

Tendrá que inspirarles a amar

Y a ser la Estrella de la Libertad.



Nuevos comienzos son estos

Para los niños del hombre

Por tu gracia les concedemos

Un plan divino reciente”.



Con gratitud me arrodillé

Ante el Gran Trono Blanco

Donde me bendijo el Innombrable

Mientras hacia casa emprendía el regreso.



“Hijo mío, te llamarán a ti

El Anciano de Días,

Al Gran Espíritu en ti

Da gloria y alabanzas.



En todo el cosmos te diste a conocer

Por tu eterna juventud.

Que ahora pueda tu Palabra nacer

Como una fuente de verdad.



Te unjo con el espíritu

El YO SOY EL QUE YO SOY

Con el arca de la alianza

Y el Cordero encarnado.”



Sobre mis hombros descendió

Un manto de luz

Poder, gloria y honor

Amor, sabiduría y fuerza.



Al Consejo dirigí mi despedida

Y a mi estrella retornaba

Donde mi Venus hermosa

Con los Santos Kumaras esperaba.



Mensajeros alados habían anunciado

Del consejo cósmico la decisión:

Que a la Tierra se había concedido

Una nueva dispensación.



Ya en el hogar nuestra hija Meta

Con un beso vino a recibirme:

“Padre, agradecidas te damos la bienvenida

Por tu coraje y por tu fe”.



Aunque esa noche nos regocijamos

Con un gran baile de bienvenida

Nuestros corazones estaban abrumados

Por una tristeza de cierta medida.



El dolor de la separación

No podía ser eclipsado

Mientras teníamos en consideración

A los seres queridos que serían añorados.



Muchos eones tendrían cabida

Antes de reunirnos de nuevo,

Nuestra misión cumplida

Nuestra victoria a mano.



Un manto de paz deslizó

Sobre nosotros el crepúsculo,

Nuestra gemela estrella suavemente centelleó

Con un etéreo intervalo.



Hacia las montañas, entonces, miré

Y, para sorpresa mía,

Una espiral en mis ojos capté

De luz rondando allí arriba.



Eran las almas de mis hijos—

A palacio acercándose

Ciento cuarenta y cuatro mil vástagos

Llenos de compasión alegre.



El himno de la hermandad

A través de estos valles, todavía,

Resuena con claridad:

La Oda del solsticio a la Alegría.



Ellos alcanzaron nuestro balcón,

Se detuvieron, levantaron la vista.

Luego, para dirigirse a mí se adelantaron

Bajo los cielos de amatista.



Vi en su líder

A mi hijo amado

Cuyo ánimo constante y fiel

Era por nadie igualado.



Él dijo, “Padre Nuestro querido,

No te fallaremos.

De tu difícil situación hemos sabido,

Lucharemos lo mejor que podamos.



El camino prepararemos

Y a cuidar la llama vamos a ayudar

Luz y amor esparciremos

Porque en tu nombre hemos de hablar.



Estaremos a tu lado

Cuando entres en la batalla;

A la Tierra iremos primero

Para mantener la oscuridad a raya”.



Su amor tan conmovedor

Su servicio tan poco común

Impresionados por su candor

Por su vivificante oración.



Mi dama y yo y estos ciento

cuarenta y cuatro mil

De alegría llorábamos a un tiempo;

Y los ángeles nos brindaban su presencia gentil



A ciento cuarenta y cuatro, entonces,

De entre todos ellos dirigí mi llamada

Para convertirse en nuestros precursores

En esta épica nunca antes contada.



Ahora, el velo se había corrido

El mundo celestial quedaba atrás

En cuerpos de carne vestidos

Eran nacidos de la humanidad.



Ni palacios ni fortalezas

Serían su hogar en la Tierra.

Antes chozas, cuevas y cabañas

Humildes hogares de piedra.



Ellos crecían fuertes y maduraban

En las maneras de sus parientes

Aunque sus almas a menudo se avivaban

Con un impulso de trascender los límites.



Era una memoria interna profunda

Que no podía ser borrada

Una magnífica ciudad

Que ahora podría ser su morada.



Llegó el día en que se decidieron

A zarpar hacia el horizonte azulado,

Amigos y familia atrás dejaron,

Y a buscar también el suelo sagrado.



De pasión los corazones rebosantes,

Noche y día presionando,

Sólo la intuición para guiarles

Al emplazamiento fijado.



De la Tierra desde los cuatro rincones

Llegaron estos grandes peregrinos,

Cruzando cielos, tierras y mares

Estos poderosos del espíritu guerreros.



El Mar de Gobi era el lugar

Que el Destino había asignado

Para que estos hombres pudieran lograr

Un sublime llamado.



Los peregrinos habían alcanzado

Su destino final.

Uno de ellos estaba adelantado

Para de una visión hablar:



“Una ciudad blanca resplandeciente

Es para que nosotros la erijamos,

Que a Venus recuerde

Y a los divinos arquitectos.



En una exuberante isla verde,

Serán nuestra proeza siete templos.

El fuego sagrado concentrándose

En retiros de alabastro.



Un puente hermoso

Nuestra primera tarea será,

Sobre aguas de azul zafiro

Por donde otros puedan pasar.



Diseñados con mármol blanco puro

Con incrustaciones del oro más fino,

Revestido con grabados de dulces querubines

Recuerdos de días antiguos”.



Con el sudor de su frente

La tarea iniciando

Acarrearon rocas, piedras y metal;

Pasaron novecientos años.



Desde las vecinas colinas de abajo

Hordas salvajes atacarían

Para destruir lo que fue construido.

El objetivo cósmico ahora se retrasaría.



Constantes y determinados

Los peregrinos mantuvieron su ritmo

Levantándose de los escombros

Plantando los árboles en su sitio.



En lo alto de la isla

El templo principal fue levantado

Donde los benditos pies de Sanat Kumara

Un día serían posados.



Doce escalones de mármol

Conduciendo al trono

Que estaba enmarcado con perfección

Por una cúpula alta de resplandeciente dorado.



Una puerta maciza de oro

En el sol reluciendo rayos

Como un descomunal espejo

Para dar la bienvenida a todos.



Altos árboles perfilaban el sendero

Que conducía hasta la entrada

Y que fuentes de arco iris y estanques reflejaba,

Parquets florales vibrantes.



Un espacio sagrado se creó

Donde la hermandad brillara

Por los constructores Shambala se llamó

Para que el hogar les recordara.



Las tareas completadas

Los altares engalanados

Con flores delicadas

De los más fragrantes florecimientos.



Sanat Kumara vendría ahora

Porque el tiempo se había agotado.

Para marchar hacia la Tierra

Con su ferviente séquito



De su dama se despidió

En un abrazo conmovedor

Y sobre Hesperus se elevó

Hacia el espacio exterior.



Las almas reunidas

Ofrecieron dulces cánticos de alabanza

Y él los bendijo sinceramente

Con una cariñosa mirada.



Entonces, para sorpresa de ellos

Entre una estela

De luz brillante desapareció

Como la enorme cola de un cometa.



En Shambala los constructores

Aguardaban sin respirar

A que su señor apareciese

Para así a la Tierra un descanso dar.



Los pájaros aminoraron su canto

Los mares suspendieron su cadencia

Y toda la naturaleza enmudeció

En esta histórica secuencia.



Sus pies tocaron la tierra

Lenta y majestuosamente

Entonces, toda la vida sintió su presencia

Aunque no hubo sonido patente.



Paz renovada, esperanza y consuelo.

Se aquietaron las almas preocupadas

Y su Gran Espíritu desplegaba el vuelo

Por bosques, lagos y colinas.



Las flores marchitas inclinadas

Con fuerza nueva sus cabezas levantaban,

Y otra vez fueron escuchadas

Las risas que los niños elevaban.



Ya no estaban agotados

Sino que felices estaban,

En acción de gracias postrados,

Y a su Señor los constructores honraban.



Entonces, sobre el altar

El Anciano de Días

Invocó una deslumbrante llama

Con un poderoso fiat.



Azul, amarillo y rosa

Fuente de poder, sabiduría y amor

Vida renovada preciosa.

Triple e inmortal color.



De cada pluma parpadeante

Brillaban hebras de filigrana

Para conectar el corazón de la gente

En una mística red que se hilvana.



La crisis acabada

El planeta sostenido,

Y la Tierra redimida

Para una nueva edad de oro.



Bien, es para que vosotros lo creéis

El final de esta historia,

Mientras en vuestra alma buscáis

Las claves que contiene para la victoria.



Cerrad vuestros ojos e intentad ver

Vuestra poderosa llama trina

Anclada en lo profundo de vuestro ser.

Es vuestra reivindicación legítima.

Pulsante, resplandeciente

Ayudándoos a encontrar vuestra misión

Gira y crece

Para que también podáis hacer la ascensión.
© Therese Emmanuel Grey
Traducción Juan Lidon Asensio



Oración de Sanat Kumara

A Sanat Kumara le gustaría ayudaros en vuestras vidas y en todo lo relacionado con los asuntos mundiales. Él no puede hacerlo, sin embargo, a menos que se lo pidáis debido a que tenéis libre albedrío. La oración corta que hay más abajo es una de las que podéis dar todos los días, o incluso varias veces al día, para invocar la presencia de Sanat Kumara en vuestra vida. Decidla en voz alta para acceder al poder de la palabra hablada.

En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY, en el nombre de Brahmán, llamo a Sanat Kumara y a las legiones de los trece arcángeles para que tomen el mando en

• todo perjuicio dirigido contra la juventud del mundo, incluyendo el aborto, drogas, azúcar, alcohol, nicotina, la música rock y rap y todos los malos usos del fuego sagrado.

• toda maquinaria de guerra y terrorismo, incluyendo la guerra biológica, química y nuclear.

• todas las condiciones climatológicas dañinas, incluyendo_________ .

• todas las tendencias negativas que impactan a nuestra nación incluyendo los ataques a la vida, la libertad, la búsqueda de la felicidad y la cuatro libertades sagradas.

• todas las manipulaciones de nuestra economía, sistema energético, sistema monetario y la provisión de los portadores de luz.

• las siguientes situaciones en mi vida personal, familiar y comunitaria_____ .

Que estos llamados sean respondidos de acuerdo con la Voluntad de Dios. Amén.


http://www.sanatkumara.info/espanol.htm



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

ya puedes comentar, ¿que opinas?