¿Qué tan fundada es la amenaza nuclear en Japón?.
Miércoles, 30 de marzo de 2011.
Japón. Radiación nuclear, hambruna y agua contaminada. ¿Realidad o mal manejo de la información?.
Las agencias no han cesado de emitir noticias desde que el pasado 11 de marzo un terremoto de nueve grados sacudiera la costa noreste de Japón. Un posterior tsunami y la crisis generada por daños en la planta nuclear de Fukushima han puesto al mundo en alerta, que teme lo peor para la isla. (Vea acá la galería de fotos de cómo los habitantes luchan contra la radiactividad)
La situación en Japón es tan compleja y el bombardeo de información tan intenso que no se sabe por dónde empezar a entenderla. A lo lejos, la imagen que se ha formado la comunidad internacional es de un caos total que incluye desabastecimiento de víveres, océanos contaminados y altos niveles de radiación que afecta por igual a personas, alimentos y agua potable.
Nadie duda de la difícil situación de Japón y de lo mucho que sufren sus habitantes, pero en este punto es clave saber qué tanto de lo que se lee en los medios de comunicación obedece a la realidad, o se debe al eco que las medidas tomadas por las autoridades (equivocadas o excesivas, oportunas o acertadas) han generado.
¿Estamos ante un nuevo Chernobyl?
La experta en medicina y física nuclear de la Universidad de Oxford, Wade Allison, hizo un informe para la BBC que ha sido difundido por medios de comunicación de todo el mundo, pero que despojado de cifras alarmantes parece no haber llamado la atención del grueso del público.
Según Allison, el nivel más alto de radiactividad reportado en cualquier parte de Japón después del fallo en los reactores de la planta de Fukushima era de 12kBq por metro cuadrado (el becquerel, Bq, mide la actividad radiactiva y equivale a una desintegración nuclear por segundo).
En cambio, un mapa de Chernobyl que hace parte de un informe del desastre que realizó la ONU muestra regiones que alcanzaron a registrar hasta 3.700 kBq, lo que quiere decir que el nivel de radiactividad en Fukushima es menos del 1% de la de Chernobyl.
Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace en México, es uno de los que ha asegurado que las dimensiones de Chernobyl son similares a lo ocurrido en Japón, lo que refleja la idea que el mundo tiene sobre el asunto. La voz de Allison, profesora de física y autora del libro 'Radiación y razón: el impacto de la ciencia en la cultura del miedo', desmiente tales conceptos.
Al miedo general no ayudó una medición hecha por la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio, operadora de la central eléctrica de la planta de Fukushima, que aseguraba que los niveles de radiación en el agua que inundaba el reactor número dos era 10 millones de veces superior a los límites permitidos. La noticia fue desmentida poco después por la Agencia de Seguridad Nuclear Japonesa.
¿Están expuestas las personas a malformaciones y enfermedades como cáncer?
La radiación no se siente, no se ve ni se huele, pero sus efectos pueden ser devastadores en los seres vivos. Estos efectos solo se dan en casos de altos niveles de radiación, pero si las cifras del informe de Wade Allison son correctas, Japón está lejos de una epidemia masiva de enfermedades causadas por la radiactividad.
La alerta máxima se ha instalado en el país y el gobierno ha evacuado una zona de treinta kilómetros a la redonda de la planta de Fukushima (el gobierno de Estados Unidos sugirió que se aumentara a ochenta kilómetros). En los últimos días se hallaron restos de plutonio en cinco puntos de la planta, afuera de los reactores, lo pone en peligro a los trabajadores del lugar, pero no tendría que afectar a la población civil.
En el accidente de Chernobyl fallecieron cerca de treinta trabajadores de la planta y se estima que al menos quince niños murieron por cáncer de tiroides, algo que se hubiera podido evitar de haber consumido a tiempo tabletas de yodo. El yoduro de potasio es una sal con la que se trata la radiación en el cuerpo al evitar que la glándula tiroides absorba el yodo radiactivo que se libera en caso de contaminación.
El efecto de una píldora es de 24 horas, tiempo en la que se debe consumir otra. No se recomienda consumir dos de seguido porque demasiado yoduro de potasio no es bueno".El producto no se encuentra en las farmacias porque se suele vender por encargo. Después de lo ocurrido en Japón, la existencia de las tabletas se redujo dramáticamente por compras del producto países como China y Estados Unidos.
Luego de la primera alerta nuclear, el gobierno japonés repartió 230.000 tabletas de yodo entre los habitantes, cifra que ha ido aumentando con los días. Si los niveles de radiación se mantienen como hasta ahora y el consumo de la medicina se hace con rigurosidad no debería aumentar el número de casos de cáncer.
¿Se puede tomar agua de la llave?
El agua mineral embotellada escasea en todo Japón, especialmente en Tokio. El gobierno ha anunciado que el nivel de radiación del agua del acueducto se sitúa en 100 becquerelios, cantidad que no representa riesgo para un adulto pero que podría afectar a niños menores. Por tal razón se asignaron cerca de cuatro litros de agua embotellada para cada uno de los ochenta mil hogares con niños que hay en la capital japonesa.
En algunas mediciones el índice de Bq ha llegado a doscientos, cifra que según Wade Allen sigue sin representar peligros para adultos ya que lo usual es que esté al rededor de los 50 Bq, y que la variación entre un número y otro es mínima. Un adulto puede consumir agua con niveles de hasta 300 Bq.
Aun así, se ha necesitado ayuda internacional para suplir la escasez de agua embotellada en el país. Desde China llegaron sesenta mil botellas del líquido, mientras que la empresa española Vichy Catalán envió un millón de envases. Muchos de ellos fueron destinados a la provincia de Fukushima, donde las autoridades recomiendan no beber agua del acueducto.
¿Habrá escasez de alimentos por la contaminación?
Luego del terremoto del once de marzo más de medio millón de personas se hospedaron en refugios donde había racionamientos de comida, agua y combustible, pero se trató de un caso excepcional causado por el desastre natural.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) envió expertos a Japón para detectar una posible contaminación radiactiva en los alimentos. Por ahora el gobierno de aquel país ha restringido el consumo de la leche producida en Fukushima e Ibaraki, al noreste del país, mientras que vegetales como espinaca, brócoli y perejil cultivados en Fukushima, Ibaraki, Tochigi y Gunma) están parcialmente restringidos.
El gobierno japonés asegura haber encontrado niveles de yodo radiactivo 1,250 veces superiores a lo permitido en el mar, cerca a la planta de Fukushima. La medición se hizo a menos de cien metros de la costa, sin embargo, peces pescados a varios kilómetros de tierra están libres de toda contaminación y son aptos para el consumo humano.
Jorge Vallejo, representante de Colombia ante la Agencia Internacional de Energía Atómica, asegura que "las sustancias contaminantes se diluyen en grandes distancias, se disuelven en partículas muy pequeñas. La verdadera pregunta es de qué se compone el material y en qué cantidad podría llegar al océano". Vallejo continúa y agrega que "De llegar al océano, las partículas contaminantes se irán dispersando y tendrán una concentración muy pequeña. Se debe monitorear el área del suelo y encontrar concentraciones altas de plutonio o cesio, por ejemplo, y de allí partir para hacer una limpieza".
Nadie duda de la gravedad de las repercusiones del terremoto que hizo temblar Japón y del peligro latente que aun existe. En este momento todo parece pasar por guardar la calma, seguir las instrucciones de las autoridades, mirar todo en sus justas proporciones y no dejarse llevar por una ola de pánico que podría agravar la situación. El Tiempo.
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