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miércoles, 20 de abril de 2011

La conexión entre la actividad solar y las erupciones volcánicas con los terremotos, el clima y los ciclos de la Tierra



Nuestra Madre Tierra ha estado activa desde
el comienzo del Año Nuevo

Se suscitaron varios terremotos de fuerte intensidad comenzando en Haití (12 de enero), seguido de Chile (27 de febrero), China (15 de abril), Taiwan (4 de marzo) y Turquía (8 de marzo), así como muchos otros de menor categoría que tuvieron un menos impacto sobre la vida humana, propiedad y medio ambiente. (Vea la Figura 1: mapa de terremotos durante el 2010, del USGA). Muchos se preguntan si el número de terremotos está aumentando, pero los científicos dicen que no se están haciendo más frecuentes. (USGS: http://earthquake.usgs.gov/earthquakes/eqarchives/year/eqstats.php)


También, el volcán Eyjafalljokull en Islandia hizo erupción el 14 de abril creando una enorme nube de ceniza volcánica (Vea la Figura 2) que tuvo un gran impacto sobre el tráfico aéreo haciendo que 27 aeropuertos tuvieran que cerrar durante muchos días.


Recientes investigaciones científicas confirman que existe una conexión entre partículas cargadas con alto nivel de energía en la ionosfera y los terremotos. Un estudio que realizó Jann-Yeng Liu en el 2008, que trabaja para el Centro de Investigaciones del Espacio y Lecturas Remotas en Chung-Li, Taiwan, analizó más de 100 terremotos de una magnitud de 5.0 o mayor en Taiwan en un período de varias décadas. Los resultados indicaron que casi todos los terremotos a una profundidad de 35 kilómetros se vieron precedidos por claros disturbios eléctricos en la ionosfera.


La actividad solar está llegando a su punto máximo en su actual Ciclo 24. En la actualidad (10 de mayo), la mancha solar de nivel moderado 1069 se encuentra activa. El 3 de abril se registró la tormenta solar más grande del Ciclo 24, también llamada una emisión de masa coronal (Coronal Mass Ejection, CME). El viento solar pegó contra la Tierra el lunes, 5 de abril y provocó la tormenta geomagnética más fuerte del año. El evento registró un Kp7 en el índice geomagnético (en la escala de 0-9, ver la Figura 3).


Por suerte, la tormenta no fue lo suficientemente fuerte como para interferir con las redes de energía y satélites, pero sí creó despliegues de auroras boreales en las regiones polares. (Vea la Figura 4)


El 5 de mayo ocurrió otra erupción solar que provino de una región sin manchas cerca del extremo suroeste del sol, produciendo una emisión de masa coronal (CME) muy brillante que finalizó el 9 de mayo. Imágenes tomadas con extremos rayos ultravioletas en el Observatorio Solar y Heliográfico captaron la erupción solar (Vea la Figura 5). Puede ver las imágenes actuales en: (http://sohowww.nascom.nasa.gov/).


Tal como se ha dicho en comentarios previos, la actividad solar afecta el campo magnético de la Tierra. Está comenzando a desarrollarse una ciencia que demuestra una posible conexión entre la actividad solar y acontecimientos en la Tierra tales como terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones y tormentas.


Figura 1. Mapa de terremotos en el 2010, por USGS


Cálculo de


profundidad


Magnitud 6-6.9


Magnitud 7-7.9


Magnitud 8-8.9


Año


Terremotos a nivel mundial 2010-2010*


Figura 2. Lava y fuego hacen brillar el cráter del volcán Eyjafjallajokul el 17 de abril del 2010


Figura 3. Indice Kp de geomagnetismo . En rojo condiciones de tormentas geomagnéticas (K>4)


http://swpc.noaa.gov/rt_plots/kp_3d.html


No sólo se ve afectado el campo magnético de la Tierra por la actividad solar, también afecta a la salud y comportamiento de los seres humanos. A continuación se ofrecen más detalles sobre los resultados de esos estudios científicos.


Las corrientes eléctricas del sol también afectan el cuerpo magnético del cuerpo humano


El científico ambientalista Neil Cherry (2001) revisó un gran número de estudios que identificaban importantes efectos físicos, biológicos y a la salud asociados con cambios en la actividad solar y geomagnética (Solar-Geomagnetic Activity, S-GMA). Sugirió que las frecuencias de las resonancias Schumann (Schumann Resonances – SR) que vinculan la actividad solar y geomagnética son lo que vincula la actividad solar a los efectos sobre la salud y el comportamiento humano. Las SR son frecuencias ultrabajas que alcanzan sus niveles máximos a 7.8Hz, 14, 20, 26, 33, 39, 45 y 51 Hz, lo que equipara en gran medida al cerebro humano (Vea también el comentario de GCI del 15 de julio del 2009).


Figura 4. Fuente NASA Figura 5. Erupción solar el 5 de mayo. Fuente NASA


Todo en la Tierra se rige por ciclos. El “ritmo circadiano” es un ciclo que experimenta todo ser viviente sobre la Tierra, que es aproximadamente un ciclo de 24 horas (diario). (Vea la Figura 6) El Profesor Franz Halberg de la Universidad de Minnesota y miembro de la Directiva de GCI, dio el nombre al clico circadiano y se lo considera como el “padre de la cronobiología”. La cronobiología es la ciencia que examina los ciclos de los organismos vivientes así como su adaptación a los ritmos afines del sol y la luna (Patrick, at el, 2003). “Crono” se refiere al tiempo, y biología a los organismos vivientes. El ciclo de 24 horas influencia los procesos bioquímicos, fisiológicos y de comportamiento.


18:30 Presión arterial más alta19:00 Tempertura del cuerpo más alta21:00 Comienza la secreción 22:30 Se suprimen los movimientos intestinales18:0014:30 Mejor coordinaciónElevado nivel de alerta 10:00Secreción de testosterona más elevada 9:00Posible movimiento intestinal 8:30Cesa la secreción de melatonina 7:30Aumento más marcado en la presión arterial6:00Temperatura del cuerpo más baja 4:30Sueño más profundo 2:0015:30 Rápido tiempo de reacción17:00 Mayor eficiencia cardiovascular y fuerza muscularMediodía 12:0012:00Medianoche6:45


Figura 6. Ciclo circadiano. Fuente Wikipedia.


La conexión entre el ciclo diario (circadiano), las estaciones del año y la actividad geomagnética


El cuerpo humano está diseñado para adaptarse a variaciones climáticas diarias y de las estaciones. Existen factores ambientales que alteran el balance hormonal del cuerpo, específicamente el balance entre la melatonina y la serotonina que afectan muchas de las funciones fisiológicas tales como la presión arterial, la respiración, el sistema inmunológico y reproductivo, así como los procesos cardíacos y neurológicos.


Las investigaciones del Burch et al. (1996) y Rapoport et al (1998) dan evidencia que los niveles de melatonina se reducen durante los aumentos en la actividad solar y geomagnética. En las ratas, los niveles por estación del año de la melatonina son comparables con las variaciones por estación en el campo geomagnético de la Tierra (Bartsh et al., 1994). Enfermedades tales como cáncer, disturbios neurológicos, enfermedades cardíacas agudas e infartos están todos relacionados con los niveles de melatonina cuando bajan demasiado, tal como es el caso del envejecimiento acelerado. En el ciclo diario, la presión arterial, el ritmo cardíaco y las funciones neurológicas, cardiopulmonares y reproductivas se ven afectadas.


Como el feto cuenta con receptores de melatonina, se observan aumentos en los niveles de mortandad infantil durante los períodos de mayor actividad geomagnética (GMA). También, una reducción en los niveles de melatonina produce arritmia en la actividad cardíaca. Por ejemplo, durante una tormenta magnética se descubrió una reducción en la actividad cardíaca de conejos en los estudios de Chisbisov et al., 1995.


Además, mediciones clínicas han identificado cambios importantes en la presión arterial, el flujo sanguíneo, la agregación y coagulación, la arritmia cardíaca y variaciones en el ritmo cardíaco durante eventos de actividad goemagnética. Todas estas condiciones se ven influenciadas por los niveles de melatonina. Doronin et al. (1998) analizaron en un grupo de personas el patrón de los encefalogramas (EEG), ritmos del pulso, presión arterial y tiempo de reacción. Los autores del estudio notaron que las oscilaciones en el índice Kp eran de períodos idénticos a los registrados en las observaciones de los ritmos alfa en los EEG. Esto confirma que ocurren cambios en todo el cuerpo cuando se registran cambios en la actividad geomagnética que provocan alteraciones en los patrones del corazón y del cerebro.


Otro estudio por Pobachenko et al. (2006) registró simultáneamente las resonancias Schumann en el medio ambiente y el rango de frecuencias en los EEG entre 6-16 Hz. Durante un ciclo diario, los individuos que participaron en el estudio registraron variaciones en sus patrones en el EEG similares a los cambios en las resonancias Schumann. Por ende, el ritmo biológico EEG es similar al ritmo diario de las resonancias Schumann. Sin embargo, algunas desviaciones se observaron en algunos individuos que pueden ser producto de la capacidad de adaptabilidad individual. Debido a la interconexión global entre la actividad solar y la geomagnética, las ondas en la ionosfera, las resonancias Schumann y el cerebro humano (tal como se registra en un EEG) y el corazón, los aumentos en la actividad solar pueden perturbar el ritmo biológico de los humanos y los animales empeorando enfermedades existentes.


El aumento en la actividad solar y geomagnética (GMA) también se asocia con un importante aumento en los ataques cardíacos e incidencia de muertes, incidencia de infartos de miocardio (Villoresi et al., 1998), un 30% a 80% de aumento en los ingresos a hospitales por enfermedades cardiovasculares (Oraevskii et al., 1998) y muertes cardiovasculares.


Efectos neurológicos asociados con la actividad geomagnética (GMA): El cerebro es un órgano muy sensible al campo electromagnético. Las resonancias Schumann parecen interactuar con el cerebro, alterando las ondas cerebrales y las respuestas neuro-hormonales. Las tormentas geomagnéticas se relacionan estrechamente con efectos a la salud de los humanos y la muerte. Ritmos alterados en los EEG y la GMA fueron observados por Belov et al. (1998). Fuertes efectos de la GMA se identificaron como factores de estrés, mientras que las oscilaciones magnéticas a bajas frecuencias registraron efectos sedantes. Una señal de 10 Hz estimula a las personas; mientras que una señal de 3 Hz disminuye la actividad o tranquiliza a las personas.


También existe una relación entre memoria y atención con la GMA (Tambiev et al., 1995). Se observó que las ratas de laboratorio obraban con mayor agresividad durante los eventos de GMA (St. Pierre y Persinger, 1998); la GMA y las guerras (Persinger, 1999); la incidencia de crímenes y la GMA (1-3 días después de la actividad solar). Rajaram y Mitra (1981) encontraron una relación entre los pacientes que sufrían apoplejías en Calcutta y la GMA; aumentos en la incidencia de ataques epilépticos durante aumentos en la GMA; aumentos en la hospitalización por disturbios mentales, ingresos psiquiátricos y suicidios; y aumentos en ataques de depresión después de una tormenta geomagnética. La actividad geomagnética también provoca ataques de migraña. Se ha observado que las tasas de nacimientos disminuyen y la mortandad aumenta durante la actividad solar y la geomagnética (Zeistseva y Pudovkin, 1995).


Ciclos relacionados con el ciclo solar: Las resonancias Schumann están estrechamente relacionadas con el ciclo solar, que incluye la rotación diaria, semi-semanal, semanal, y el ciclo de 13.5 y 27-28 días del sol, así como los ciclos semi-anuales, anuales, de 11 y de 22 años (Cornelissen et al., 1998). Dimitrov (1993) descubrió un ciclo de 7.5 y 11 años en los melanomas malignos.


Halberg et al. (2009) descubrió más ciclos relacionados con el ciclo solar: 39 anos de terrorismo y un componente de ~16 meses (velocidad del viento solar y actividad geomagnética), ritmos de ~7 días en las pulsaciones cardíacas, ~ un componente de ~1.3 años en la presión arterial sistólica y el terrorismo, ritmos de ~10 meses y de 5 meses que se reflejan en súbitas muertes por enfermedades cardíacas y arritmia cardíaca.


Podemos cambiar el curso de acontecimientos planetarios. Si bien el Ciclo Solar 24 se está tornando más activo, afectando a todos los seres vivientes sobre la Tierra, podemos decidir cómo reaccionar a esos cambios. Es más importante recordar que el aumento en la actividad solar tiene un efecto positivo – es un período en que las oportunidades y la creatividad pueden surgir junto con aumentos en la iluminación individual y colectiva. Es una auspiciosa oportunidad para lograr avances en nuestra inteligencia sobre cómo cooperar en forma más armoniosa entre nosotros y con la Madre Tierra. Una cuantas acciones co-creativas muy efectivas que podemos llevar a cabo durante estos momentos tan oportunos podrían incluir un compromiso a reducir el miedo, hacernos más responsables de nuestras propias energías y aumentar el amor, cuidado y respeto por los demás y por nosotros mismos. Esto puede contribuir en forma significativa a restaurar balance y alineación energética entre la Tierra y la comunidad global.


Muchas gracias a todos los que se preocupan y abrigan la visión de la humanidad en un estado de felicidad, amor, paz y salud y una visión de una Tierra llena de vitalidad. Quisiera concluir este comentario con una cita de Albert Einstein:


“Nuestro cometido debe ser lograr liberarnos – ampliando nuestro círculo de compasión abarcando a todas las criaturas vivientes y toda la naturaleza y su belleza”.

 Con gran amor y gratitud,


Annette Deyhle, Ph.D. y miembro del Equipo de Investigación de GCI
 
 
 
lean y vean los gráficos completos aqui.
 
del archivo:
La conexión entre la actividad solar y las erupciones volcánicas con los terremotos, el clima y los ciclos de la Tierra

(GCI Commentary May 2010)
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