Las ciudades que desaparecen intempestivamente —Pompeya, Troya, Machu Pichu— despiertan enorme interés. Los finales abiertos son atractivos porque permiten desarrollar diversas hipótesis sobre los motivos del fin, aunque también lo son por la sensación de vulnerabilidad que transmite la idea de que una ciudad entera sea arrasada o abandonada por un desastre natural o una crisis.
La antigua ciudad mexicana de Teotihuacán entra dentro de esta clasificación. Para intentar develar su misterioso declive, así como dar a conocer su periodo de esplendor, llega a CaixaFórum una exposición sobre la misma a partir de este fin de semana y hasta el próximo 19 de junio, cuando viaje a Madrid para cerrar ahí su gira europea.
La cultura teotihuacana desata interés por varias razones. Primera, por los vestigios arqueológicos que dejó tras de sí: las ruinas de Teotihuacán, a 45 kilómetros de la Ciudad de México, son las más visitadas del territorio mexicano, más que Chichén Itzá, en Yucatán, y que Monte Albán, en Oaxaca. Segundo, porque este enclave fue una de las ciudades mesoamericanas más grandes e influyentes del continente durante ocho siglos. Hay influencia teotihuacana en la cultura azteca y maya, por ejemplo. En el siglo V, la ciudad tenía una extensión de 22,5 kilómetros cuadrados y albergaba a 125.000 habitantes, más de los que tenía Roma en la misma época. Y tercero, porque se desconocen sus orígenes, así como los motivos de su repentina desaparición.
Enigma sin resolver
¿Qué pasó ahí?, ¿quiénes la habitaron?, ¿cómo llegaron y por qué se fueron? La muestra más extensa que ha salido de México en los últimos dos años, «Teotihuacán: Ciudad de los dioses», aporta algunas respuestas a estas preguntas. A través de 400 piezas, que han viajado previamente a Berlín, Roma, Zúrich, la exposición brinda algunas claves para tratar de entender un poco más acerca de esta misteriosa civilización.
La ciudad y su cultura, prácticamente desconocidas en España, se exhiben a través de pintura mural, de esculturas en piedra volcánica, estatuillas trabajadas en diversas piedras, como la obsidiana, recipientes de cerámica, suntuosos ornamentos de joyería de jade y turquesa, además de esculturas con delicados detalles marinos y de animales mitológicos.
Para complementar lo que se ve, la muestra ofrece apoyo multimedia, así como visitas guiadas cada semana. Además, se impartirán dos conferencias, la primera sobre cómo se vivía en Teotihuacán, el 23 de mayo, y la segunda sobre su desarrollo artístico, el 30 del mismo mes. La exposición pisa Barcelona gracias a la sinergia entre el Museo Nacional de Antropología e Historia de México y la Obra Social Fundación La Caixa.
México, amalgama de culturas tan enigmáticas como la teotihuacana, recurre a su exótico pasado para rescatar del desastre a una civilización que es mucho más que narcocorridos y asesinatos.
FUENTE
Que buena noticia, para que todo el mundo conozca lo que tiene Teotihuacan para ofrecerles y llenarse de energía.
ResponderBorrarasi es Estela, y gracias por poner el enlace al sitio.
ResponderBorrarSaludos!