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jueves, 26 de marzo de 2009
TEMAZCAL
El baño de temazcal, tradición prehispánica para tomar vaporizaciones de plantas medicinales, sigue vigente entre pobladores de diversas etnias y constituye uno de los atractivos para turistas nacionales y extranjeros en el interior de la República Mexicana.
El Temazcal es un baño prehispánico que se generalizó entre las culturas de mesoamérica y cuyos vestigios más antiguos se hallan en las zonas arqueológicas de Palenque en México y Piedras Negras en Guatemala, aunque sus orígenes podrían ser más remotos: hoy en día se conocen y utilizan estructuras provisionales hechas con varas y hojas, o pieles o mantas, conocidas como Toritos, que bien pudieron ser la fuente de ésta práctica.
Su uso a través de la historia ha sido tanto terapéutico como ritual y ceremonial y su práctica sobrevive en la actualidad gracias a la tradición oral de las distintas comunidades indígenas de México. Su nombre de raíz nahua significa casa de vapor (Temaz - vapor, calli - casa ). Técnicamente el temazcal sigue el mismo principio que el del baño Finlandés: es una estructura cerrada de pequeñas dimensiones en la cuál se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. Sin embargo un primer elemento resalta para darle identidad propia al baño mexicano: en él, no se vierte agua sobre las piedras para producir el vapor sino una infusión de plantas medicinales. El vapor es manejado, dirigido y aprovechado gracias a la utilización de un ramo frondoso de plantas frescas con el que se abanica.
El día de hoy es una experiencia conducida por un guía (temazcaléro, curandero o sudador) que va aplicando una serie de prácticas de índole terapéutica o ritual: masajes, hidroterapia, aromaterápia, cantos, visualizaciones, ejercicios de meditación y catarsis que sirven para orientar las emociones y dinámicas del grupo.
El temazcal que nosotros ofrecemos está construido a base de adobe, barro y piedras de río y calentado con leña, para conjuntar los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego. Los bañistas permanecen quietos, callados y relajados. Se ramea y ahuméa al bañista antes de entrar al temazcal para despojarlo de energías negativas para luego entrar de espalda al temazcal. Cuando sale del temazcal toma una ducha con agua a temperatura ambiente y entonces recibe un masaje terapéutico, que dura una hora, por personal con amplia experiencia.
Actualmente se sabe que el Temazcal actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo, tonificando la piel, disminuyendo el stress y la angustia, así como también mejora la circulación sanguínea, ayuda a bajar de peso, calma los molestos cólicos premenstruales y dolores que surgen después del parto, desintoxica el cuerpo, ayuda en los problemas óseos y musculares a través del calor del baño y las propiedades curativas de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan. Basta entrar a un Temazcal para reconocerle cualidades de orden espiritual. La relajación que la experiencia genera incita a la introspección, la reflexión, la atención plena y hasta una dilatada percepción del transcurrir del tiempo. Sus características son singulares y excepcionales, su estudio no puede más que favorecer y enriquecer el conocimiento profundo de la sabiduría popular que es fundamental para nuestra historia y nuestra particular apreciación de las cosas.
¿Para qué sirve? Actualmente se sabe que el Temazcal actúa depurando las vías respiratorias y el aparato digestivo y tonificando el sistema nervioso, así como también ayuda en problemas óseos, musculares y ginecobstétricos a través del calor del baño y las propiedades curativas de las distintas plantas medicinales que en él se utilizan.
No obstante, basta entrar a un temazcal para reconocerle cualidades de orden espiritual. La relajación que la experiencia genera incita a la introspección, la reflexión, la atención plena y hasta una dilatada percepción del transcurrir del tiempo. Se trata, quizás, de una forma de experiencia de la temporalidad divina que, como a punta Mircea Eliade, "Se presenta bajo el aspecto paradójico de un tiempo circular, reversible y recuperable como una especie de eterno presente mítico que se reintegra periódicamente mediante el artificio de los ritos."
El temazcal considerado en uno de sus aspectos más simples como un baño de limpieza, nos devuelve el carácter sacro y el espíritu sabroso de una actividad cotidiana que actualmente practican la mayoría de los mexicanos con asombrosa indiferencia: ignorando los orígenes y motivos de una actividad fundamental en la conformación de los usos y costumbres de todas las culturas y olvidando también, la enriquecedora práctica de uno de los hábitos más sencillos que conforman nuestra cultura y nos relaciona y vincula con muchas otras. Sus características son singulares y excepcionales, su estudio no puede mas que favorecer y enriquecer el conocimiento profundo de la sabiduría popular que es fundamental para nuestra historia y nuestra particular apreciación de las cosas.
¿Qué se sabe de ellos? Los Temazcales varían en su forma y práctica en las distintas regiones en que se utilizan, sin embargo se trata siempre de aposentos reducidos con techos bajos, sellados a la intemperie y oscuros.
Aunque se sabe muy poco de ésta práctica entre los antiguos mexicanos, se cuenta con información proveniente de los cronistas españoles que, pese a su sensibilidad e interés por comprender lo diferente, difícilmente pudieron enmarcar en el contexto de la cosmogonia indígena los procedimientos que observaban, a pesar de que algunos lo adoptaron como instrumento de higiene.
En la actualidad son pocas las publicaciones específicas sobre el tema y tienden a enfocarse al estudio de la herbolaria. Cada vez más investigadores analizan, sintetizan y comprueban el comportamiento bioquímico de las plantas usadas por los médicos tradicionales. Aunque cada vez más la herbolaria mexicana es incorporada a los parámetros de la medicina occidental y aunque comprendamos científicamente los efectos de someter el cuerpo humano a condiciones controladas de extrema temperatura para el restablecimiento y cultivo de la salud, lo cierto es que la concepción de la enfermedad para el curandero incluye un complejo sistema de referencias místicas que han demostrado ser de gran ayuda para tratar enfermedades que hoy conocemos bajo el concepto de psicosomáticas.
Hasta el momento no existe compendio alguno que registre la práctica viva del uso del Temazcal en las distintas comunidades indígenas mexicanas ni en otros grupos sociales del país que han sido cautivados por este instrumento de higiene.
En estos estados y culturas hay temazcales :
Baja California: pai-pai, mixteco, triqui, zapoteco.
Chiapas: chol, chuj, mame, tojolabal, tzeltal, tzotzil, zoque.
Distrito Federal: nahua.
Estado de México: nahua
Guanajuato: otomí
Guerrero: tlapaneco, mixteco, nahua.
Hidalgo: otomi
Morelos: nahua.
Oaxaca: cuicateco, chocho, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, triqui, zapoteco
Puebla: nahua, otomi, totonaco
Sinaloa: mixteco, triqui, zapoteco
Sonora: seri, mixteco.
Tlaxcala: nahua
Veracruz: nahua. Tepehua, totonaco.
El Temazcal es una antigua ceremonia de purificación y limpieza difundida entre diversos grupos prehispánicos de América, ante la cual los conquistadores españoles quedaron al principio horrorizados pero, posteriormente, tuvieron que aceptar sus cualidades, del mismo modo que ahora se retoma su práctica ante la muestra innegable de sus efectos positivos. Conocida también como "la casa del sudor", su significado literal en Náhuatl es "la casa del baño", de teme, baño, y cáli, casa. Los aztecas utilizaban mucho el baño de temazcal, no únicamente para su limpieza personal diaria, sino como un eficaz tratamiento para cierto tipo de enfermedades, y en una dimensión mucho más compleja, como una ceremonia ritual de purificación e iniciación.
El Temazcal con su forma de iglú representa al vientre materno de la madre tierra y de alguna manera lo que se experimenta es un renacimiento. La puerta representa al útero de donde salimos de nuestra madre y el entrar de nuevo es un acto sagrado de regresar por donde venimos al mundo, el interior oscuro, caliente y húmedo nos contiene y protege como el vientre de nuestra madre nos contuvo y nos protegió
Referencia Terapéutica
La práctica de producir sudor es ancestralmente reconocida en todo el mundo por sus profundos beneficios y el Temazcal es posiblemente el mejor método por su gran significado. Dentro del Temazcal se eleva la temperatura a 100° produciendo un fortalecimiento del corazón pues esto crea un mayor flujo de energía y líquidos. El sauna difiere por su alta temperatura y menor humedad. La alta temperatura del Temazcal hace que el cuerpo sude, la humedad no permite que el sudor se evapore, por lo que el sistema de autorregulación del cuerpo (sistema simpático y parasimpático) responde (homeostasis) acelerando la circulación y sudando aún más por lo que la eliminación de toxinas se da al máximo, inclusive aún más que haciendo cualquier ejercicio. La eliminación de toxinas se puede comparar con lo que pasa con las pequeñas bolsas del té.
La medicina tradicional indígena así como la medicina tradicional china catalogan a todas las enfermedades dentro de dos principales divisiones; de frío y de calor. Frío es falta de energía y calor es exceso o estrés de energía que tampoco es bueno sino el equilibrio entre ambos, el cual es propiciado por el Temazcal. Conceptos básicos de las medicinas tradicionales para entender el funcionamiento del cuerpo. El Temazcal utilizado médicamente a sido maravilloso en el tratamiento de desordenes femeninos como la infertilidad, embarazo, post embarazo, purificación y fluido de la leche materna así como para recobrar la firmeza de la piel, los cuales están relacionados al frío interno. El Temazcal provoca calor en los ovarios, trompas de Falopio y útero e incita el sistema hormonal.
Hipócrates, padre de la medicina occidental decía: "Dame una fiebre y te curaré cualquier enfermedad". Hoy la ciencia sabe que el calor incrementa las funciones de cada órgano y en particular la del sistema inmunitario con lo que se explica la sabia acción del cuerpo al subir la temperatura (fiebre) ante la presencia de ciertas enfermedades o infecciones. Durante y después del Temazcal el metabolismo del cuerpo alcanza un ritmo semejante a correr o nadar durante mucho tiempo.
La vida sedentaria del hombre moderno; aires acondicionados, anti transpirantes, ropa sintética, falta de ejercicio etc. Inhiben la apertura de los poros por falta de sudación. Cuando el cuerpo tiene contacto con el calor dentro del Temazcal terminaciones nerviosas sensitivas al calor producen Acetilcolina, un bioquímico neurotransmisor del cuerpo que alerta y estimula la acción de las 2.3 millones de glándulas sudoríparas de la piel. El Temazcal ayuda a la eliminación de ácido úrico, ácido láctico y en general equilibra el Ph; ácido-alcalino de la sangre y contribuye a la eliminación de metales pesados que son absorbidos en las sociedades modernas; Zinc, Mercurio, Cobre, Plomo etc. La piel es el órgano más grande y más complejo después del cerebro. Por su gran función eliminadora, algunos médicos le llaman el tercer riñón. Está compuesta entre otras cosas de: vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, vasos linfáticos, sistema de pigmentación, glándulas grasas, folículos de bello y cabello, glándulas sudoríparas. Si la piel dejara de trabajar bloqueando sus funciones, moriríamos en unas cuantas horas.
La naturaleza de nuestro cuerpo eleva la temperatura para combatir virus y bacterias. Las altas temperaturas también facilitan la revitalización y reparación celular. El Temazcal estimula al sistema glandular, en particular a las glándulas pineal y pituitaria, conocidas como las glándulas maestras, ya que rigen la actividad glandular de todo el cuerpo; tiroides, adrenales, hormonales, sexuales etc. y "casualmente" para los orientales estas glándulas son el asiento del alma. El agua es el conductor por excelencia de la electricidad, si a la piel no le ayudamos y en vez de eso entorpecemos sus funciones, los desechos celulares obstruirán la respiración de esta dejando una piel reseca y sin energía puesto que la electricidad de nuestro cuerpo se manifiesta mejor donde hay agua. Uno de los sistemas que se estimulan en el Temazcal es el linfático. El Sistema Linfático es uno de los responsables de la limpieza y depuración del cuerpo, Hipócrates se refería a el cómo "la sangre blanca" y Aristóteles como un liquido incoloro que viajaba paralelamente al torrente sanguíneo. El caso es que el sistema linfático es de suma importancia por su función depurativa para el cuerpo y las líneas ortodoxas de tratamiento y estudio médico no le han prestado la suficiente atención.
Referencia Histórica
Los baños de vapor han sido utilizados por muchas culturas; por ejemplo los escandinavos, turcos, africanos, hindúes; donde se cubrían con plantas y se exponían al sol durante largo tiempo para sudar, o el imperio romano reuniéndose los altos funcionarios para tomar importantes decisiones políticas. Sin embargo nuestra cultura es la que le ha dado un significado más espiritual. Cuando los conquistadores llegaron a América se encontraron con esta práctica que era parte importante en la medicina tradicional de nuestra cultura. Al ver que acudían personas de todas edades y sexo entrando desnudos dando gracias a la madre tierra y orando, ellos catalogaron como rituales bárbaros de creencias paganas donde se practicaban orgías, por lo que destruyeron la mayor parte de estos. Afortunadamente hubieron quienes sorprendidos reconocieron el gran poder terapéutico medicinal y espiritual que representaba, dejando escritos sobre ello. Sahagún, padre franciscano dijo al respecto: "si al comienzo de muchas enfermedades se baña uno en el Temazcal, la salud se restablecerá más rápidamente, todas las personas enfermas se pueden beneficiar de esto". Después escribió una lista de las enfermedades más indicadas para ser tratadas mediante este tratamiento. De acuerdo a la concepción Azteca, todo en la vida es cíclico y el mundo ha pasado y seguirá pasando por diferentes eras, las cuales han sido transmutadas por la tierra, el agua, el aire y el fuego.
Referencia Científica
El vapor que se produce del agua arrojada en las piedras volcánicas al rojo vivo crea una ionización muy abundante de carga negativa dentro del Temazcal. La vitalidad del aire no la obtenemos de los átomos de oxigeno ni del nitrógeno, sino de los iones, minúsculos y sumamente activos fragmentos moleculares con carga negativa equivalente a la de un electrón.
Durante los años iniciales del programa espacial se observó a menudo que, a pesar de su robusta salud y su buena forma física, los astronautas quedaban profundamente agotados tras sólo unas pocas horas en el interior de la cápsula, tanto si se hallaban orbitando en el espacio como entrenándose en la tierra. Los científicos tardaron varios años en dar con la respuesta a este problema. Un informe de una empresa que fabrica generadores de iones negativos para el programa espacial, citado en el excelente libro de: André Van Lysebeth, Pranayama, declara: Al ser completamente metálica, la cápsula espacial se comporta como una perfecta jaula de Faraday en la que hasta el piloto mejor entrenado no tarda en mostrar signos de perturbaciones fisiológicas, especialmente cansancio y agotamiento prematuro. Esto ha sido observado de forma igualmente fiable por los rusos, que lo reconocen abiertamente. Glenn y Carpenter se cansaron muy deprisa, y, en el caso del piloto espacial Titov, el cansancio, el agotamiento y los trastornos psicológicos fueron tan marcados que quedó completamente mareado al cabo de seis órbitas.
Cuando en el interior de las cápsulas se creó una atmósfera artificial cargada con abundantes iones negativos, gracias a los citados generadores, los síntomas descritos desaparecieron por completo, permitiendo así que los astronautas permanecieran en el espacio durante días, semanas e incluso meses seguidos. La corriente eléctrica causada por la presencia de un campo eléctrico recorre todas las células y órganos así como todo el sistema nervioso, estimulando asimismo el metabolismo y todas las funciones fisiológicas de los organismos vivos; si el campo es demasiado débil, se manifiesta cansancio, indolencia y falta de vitalidad. Esta es la causa principal de la fatiga y el entumecimiento que se sienten en automóviles, aviones, tanques, submarinos trenes, y ahora en las cápsulas espaciales.
Existen muchos estudios hoy en día referente a la importancia de los iones negativos para la salud. Hace mucho que se ha observado que el hecho de trabajar todo el día en un taller u oficina con aire acondicionado o calefacción suele dejar a las personas completamente agotadas, aunque no hagan más que estar sentadas tras un escritorio o de pie ante una cadena de montaje, en tanto que los campesinos que se pasan el mismo número de horas al aire libre, realizando un extenuante esfuerzo físico, no presentan este síndrome de completo agotamiento al terminar la jornada. Esto sucede porque no es el trabajo en sí lo que agota a los obreros y oficinistas, sino la ausencia de vitalidad en el aire que deben respirar todo el día. En Japón, donde se tiene claro el concepto del qí (energía), la mayoría de los edificios de oficinas, fábricas y hoteles de lujo están actualmente provistos de generadores de iones negativos, para reponer los destruidos por la calefacción, el aire acondicionado y la contaminación. Tal vez éste sea uno de los secretos de la gran productividad de los japoneses. (El Tao de la salud.)
La presencia elevada de iones negativos hace que el aura se expanda y se manifieste radiante en todas las funciones del cuerpo incluyendo el cerebro. El aura (patrón bio-estructurante electromagnético) es quien dirigió la construcción del cuerpo en el que vivimos y quien lo mantiene funcionando . El Temazcal propicia que esta inteligencia áurica regenere el cuerpo.
http://endeland.blogcindario.com/2007/11/00197-temazcal.html
viernes, 20 de marzo de 2009
PROFECIA
La ciencia confirma la Profecía Maya
El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua cultura maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿nos encontramos realmente viviendo el final de una era cósmica y veremos dentro de siete años el amanecer de una con signo muy distinto?
Los científicos no saben qué está sucediendo con el Sol. El 20 de enero de este año (2005), una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación sólo 15 minutos
después de iniciarse la serie de explosiones, cuando lo habitual son 2 horas. Según Richard Mewaldt, del California Institute of Technology, fue la más violenta en los últimos 50 años.
También ha sido la más misteriosa.
Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parece haberse originado extrañamente en el interior del Astro Rey, según afirmó el profesor Robert Lin, de la Universidad de California.
Los astrónomos expresaron su perplejidad. El profesor Lin –principal investigador del satélite Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imager (RHESSI)– concluyó su declaración con una frase muy significativa: «Esto significa que realmente no sabemos cómo funciona el Sol».
En resumen: el insólito fenómeno del 20 de enero ha pulverizado los modelos predictivos de nuestra ciencia.
Pero además, ¿por qué se produce una actividad tan intensa y anómala en este momento? El pico de máxima actividad de nuestra estrella –en su ciclo principal de 11 años– tuvo lugar en el año 2000.
En 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad.
Dicho mínimo debía producirse entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo, previsto para el año 2010 o 2011, precisamente en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al «Quinto Sol» y el comienzo de otro ciclo cósmico, llamado «Sexto Sol».
¿Sabían algo los mayas que nuestra ciencia actual ignora? ¿Podrían ayudar sus textos sagrados a los científicos, desconcertados por el extraño e inquietante comportamiento del Astro Rey?
Y sobre todo: ¿por qué motivo prestó aquella antigua cultura tanta atención a la actividad solar de nuestros días en tiempos tan remotos?
El calendario maya finaliza abruptamente el sábado 23 de diciembre de 2012, 5.125 años despúes de iniciarse la era del «Quinto Sol».
Según sus profecías, la causa física desencadenante es que el Sol recibiría un rayo proveniente del centro de la galaxia y emitiría una inmensa «llamarada radiante» que transmitiría esa radiación a la Tierra y al resto del sistema solar. Este evento precedería al comienzo de un nuevo ciclo cósmico.
Según su cómputo, habrían tenido lugar ya 5 ciclos de 5.125 años, completando una serie de 25.625 años, periodo muy próximo al de «la precesión de los equinoccios», conocido como «Año Platónico» o «Gran Año Egipcio», correspondiente a un ciclo completo formado por 12 eras astrológicas ( 25.920 años).
Según los mayas, en la Tierra cada ciclo de 5.125 años habría sido el escenario de la aventura de una Humanidad –«una raza» en su concepto– y habría acabado con su destrucción, seguida por la regeneración que trae el siguiente ciclo o «Sol». Al comienzo de éste se produce una sincronización de la «respiración» de todas las estrellas, planetas y seres.
El 11 de agosto de 3.113 a.C. los mayas fijaron el nacimiento del «Quinto Sol» –la era actual– cuyo final llegaría en 2012. La Era del Agua habría acabado con el Diluvio, la posterior a ésta con un diluvio de fuego y la nuestra, llamada «del Movimiento», finalizaría con violentos terremotos, erupciones volcánicas y huracanes devastadores.
La mitología de las culturas antiguas más diversas recoge la memoria de inundaciones catastróficas que tuvieron lugar hace unos 12.000 años y de misteriosas lluvias de fuego, hace algo más de 5.000 años, que investigadores como Maurice Cotterell asocian a un gran cometa que rozó la atmósfera terrestre.
La predicción maya también describe los 20 años anteriores al primer día del «Sexto Sol» con cierto detalle. Este ciclo menor, que ellos denominaban Katum, ya ha consumido casi dos tercios de su duración total. Ello nos permite verificar hasta qué punto se han cumplido sus profecías hasta este momento y, en consecuencia, decidir si su nivel de aciertos merece suficiente credibilidad como para prestarles atención.
El último Katum –denominado por ellos «el tiempo del no tiempo»– habría empezado en el año 1992 de nuestro calendario, después de un eclipse de Sol que esta cultura pronosticó para el 11 de julio de 1991 y que se cumplió puntualmente. En el concepto maya se trataría de un periodo de transición, caracterizado por profundos cambios cósmicos, telúricos e históricos.
Es curioso observar que en septiembre de 1994 se produjeron fuertes perturbaciones en el magnetismo terrestre, con alteraciones importantes en la orientación de las aves migratorias y cetáceos, e incluso en el funcionamiento de la aviación.
En 1996, la sonda espacial Soho descubrió que el Sol no presentaba ya polos magnéticos sino un único campo homogeneizado. En 1997 se produjeron violentas tormentas magnéticas en el Sol. Y en 1998, la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.
Otra fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que también se verificó puntualmente. Según el Chilam Balam –un libro sagrado maya–, siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra –sismos, huracanes, erupciones volcánicas– aumentarían sensiblemente.
El 15 de septiembre de 1999, sólo un mes después del mencionado eclipse, una misteriosa explosión proveniente del espacio eclipsó durante horas el brillo de algunas estrellas. Las radiaciones de ondas radio, rayos gamma y rayos X multiplicaron su intensidad por 120. Astrónomos como Richard Berendzen y Bob Hjellming, del Observatorio Radioastronómico de Nuevo México (EE UU), calificaron este fenómeno como un enigma «digno de una investigación detectivesca».
El rayo y la llamarada radiante
Ante estos hechos objetivos cabe preguntarse: ¿podría ser esa misteriosa e inexplicada radiación de 1999 el rayo proveniente del centro de la galaxia que, según los mayas, alcanzaría al Sol antes del año 2012, cuando se dispararan los fenómenos sísmicos? ¿No resulta también evocador de «la llamarada radiante» que, según los mayas emitiría el Sol después de recibir ese «rayo», la igualmente enigmática y anómala explosión solar del 20 de enero de 2005, que ha dejado perplejos y sin respuestas a los científicos?
El eclipse del 11 de agosto de 1999 que precedió a la fuerte radiación proveniente del espacio del 15 de septiembre de 2005 inauguró un periodo de cataclismos naturales.
El día 7 de ese mismo mes se produjo un terremoto de 5,9º (escala Richter) en Grecia, con 218 muertos; el 8, inundaciones catastróficas en China, con miles de muertos; el 17, un terremoto de 7,4º en Turquía, con 15.000 muertos; el 20, un terremoto de 7,6º en Taiwan, con 2.000 muertos; el 22, una cadena de terremotos menos destructivos –entre 2º y 5,2º– en todo el planeta; el 30, un terremoto en Oaxaca (México), seguido de grandes incendios debidos a explosiones de gas, con más de 100 muertos; y el 10 de octubre las lluvias produjeron 300 muertos y 500.000 damnificados, también en México.
No se trata de una lista exhaustiva de catástrofes ni mucho menos, sino sólo de una muestra de algunos fenómenos muy destructivos, ocurridos tan sólo en los dos meses que siguieron al eclipse de agosto. Incluir los conflictos humanos que estallaron en esos dos meses y otras catástrofes naturales requeriría un abultado volumen.
En este mismo número se recogen otros datos sobre el aumento espectacular de los seísmos, erupciones volcánicas y meteoros violentos. La comparación de la intensidad y la cantidad que estos fenómenos tuvieron en los últimos años con periodos anteriores revela que experimentaron un incremento espectacular en este periodo que los mayas denominaron «el tiempo del no tiempo».
Después de la potente y anómala radiación emitida por el Sol el 20 de enero de este año se han disparado las erupciones volcánicas, que ya habían experimentado un incremento notable después del eclipe de 1999. En todo 2004 se registraron 31 erupciones significativas.
Sólo entre enero y abril de 2005, se han detectado 21. Y si sumamos los informes sobre nueva actividad de los volcanes que experimentaron erupciones significativas desde 1999, la cifra asciende a 43 para los 4 meses iniciales de este año.
A esta confirmación de las predicciones mayas debemos añadir otras.
Según dichas profecías, a partir del eclipse de 1999 se incrementarían las guerras y la destrucción.
El cono de sombra de este eclipse se proyectó precisamente sobre Medio Oriente, Irak, Irán, Afganistán, Paquistán e India, señalando un área sacudida por los conflictos más sangrientos y la amenaza permanente de una confrontación entre Paquistán e India, ambos con arsenal nuclear.
Al acercarse el 2012 una ola de calor aumentaría la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales sin precedentes, con una rapidez asombrosa. Estamos inmersos en dicha dinámica. El acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo y la aparición de zonas verdes en la Antártida es ya un hecho confirmado científicamente.También anunciaron los cambios inesperados de la actividad del Sol que los científicos están verificando.
Las profecías mayas pronostican la aparición de un cometa, con alta probabilidad de un impacto contra la Tierra. Curiosamente, también en el Apocalipsis de San Juan se predice la llegada de este cometa llamado «Ajenjo» como signo del «Final de los Tiempos».
Otra coincidencia llamativa es que el 11 de agosto de 1999, no sólo tuvo lugar el último eclipse total del milenio, sino la formación de una configuración astrológica muy rara: la Gran Cruz Cósmica, formada en los signos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, por el Sol, la Luna y tres planetas (AÑO/CERO, 102).
Esta Cruz también nos remite al Apocalipsis porque evoca a «los cuatro vivientes custodios del Trono».
El primero es descrito como «semejante a un león» (Leo), el segundo «semejante a un toro» (Tauro), el tercero «con semblante humano» (Acuario, el Aguador) y el cuarto semejante a un águila (Escorpio).
Estamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del «Sexto Sol»: una nueva era que, según su predicción, supondrá «el final del tiempo del miedo» y una Humanidad renovada cósmicamente, que construirá una civilización superior a la actual.
Esta convergencia de expectativas, independientes unas de otras, que avalan las profecías mayas es otro hecho a tener en cuenta.
Resulta inevitable recordar a maestros como Sri Aurobindo que, junto a su compañera Madre y su discípulo Satprem, promovieron una transformación fisiológica, convencidos de que, en un ser humano superior, debería producirse «el despertar» del cuerpo a nivel celular e incluso de los átomos.
Una evolución programada
Aurobindo enseñó que se produciría «un descenso de la luz superior a las partes más bajas de la naturaleza», que favorecería el acceso del ser humano a un nivel de conciencia más elevado que el actual.
¿Podría este cambio ser activado o favorecido por ese gran evento cósmico que anunciaron las profecías mayas? ¿Podría ese salto vibracional del Universo, transmitido por el Universo al Sol y por éste a la Tierra, estar impulsando «la gran transformación» que, según los mayas, llegará definitivamente a nuestro planeta el sábado 23 de diciembre de 2012?
En cualquier caso, todas estas profecías son muy elocuentes respecto a dicho salto cualitativo en la evolución de la conciencia.
El cambio cósmico crea las condiciones, pero la transmutación interior sólo puede ser el resultado de una decisión libre y de un trabajo interior individual.
En este final del último Katum del calendario maya el Cielo nos pone ante una encrucijada: autodestrucción o transformación. Nos hallamos, por tanto, en una especie de «tierra de nadie»: una fase definitiva que ya no pertenece a la vieja era, pero tampoco a la que amanecerá dentro de siete años, cuando se abra «la puerta» cósmica de un tiempo renovado.
En cualquier caso, nos parece evidente que los hechos corroboran las profecías mayas lo suficiente como para tomarlas en serio y examinarlas sin prejuicios a la luz de lo que sabemos del mundo. ¿La evolución biológica y psicoespiritual responde a una programación cósmica inteligente?
Texto compartido en la Red por Olie Zlatar
Buenasiembra marzo 2007
http://www.portalcurauma.cl/a_horoscopo/esoterismo/esoterismo1.html
MAYAS
LA ASTRONOMÍA MAYA
Alexandra Rodríguez Romero
INTRODUCCIÓN
DIOSES MAYAS
COSMOLOGÍA
ASTRONOMÍA
La Astronomía Maya compone el conjunto de estudios sobre los astros que realizaron los mayas y que hoy siguen sorprendiendo a los científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.
Los mayas eran un grupo de pueblos indígenas mesoamericanos perteneciente a la familia lingüística maya o mayense, que tradicionalmente han habitado en los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, en la mayor parte de Guatemala y en regiones de Belice y Honduras.
LOS DIOSES MAYAS
Los dioses mayas se distinguen por su naturaleza antropomorfa, fitomorfa, zoomorfa y astral. La figura más importante del panteón maya es Itzamná, dios creador, señor del fuego y del corazón. Representa la muerte y el renacimiento de la vida en la naturaleza. Itzamná se vincula con el dios Sol, Kinich Ahau, y con la diosa Luna, Ixchel, representada como una vieja mujer endemoniada. Algunos investigadores opinan que su nombre deriva de las palabras con que supuestamente se definió ante los hombres: "Itz en Caan, itz en muyal" ("Soy el rocío del cielo, soy el rocío de las nubes"). Pero también parece que significa "casa de la Iguana" y, conforme a esta idea, habría cuatro Itzamnás, correspondientes a las cuatro direcciones del universo. Itzamná, en la mitología maya, es la divinidad más importante, el señor de los cielos, del día y de la noche. Suele aparecer como un dios cuádruple, característica mágica que también se ve en la cábala judía y el tetragrámaton, las cuatro letras de dios y el valor mágico del número cuatro. Los itzamnás abarcan el Universo y, como en otras culturas mesoamericanas, están relacionados con los cuatro puntos cardinales y sus colores: Este, rojo; Norte, blanco; Oeste, negro; Sur, amarillo. Se le identifica unas veces con el dios creador Hunab Ku y otras con el dios Sol, Kinich Ahau. Se manifestaba como mujer bajo el nombre de Ixchel, diosa de la Luna y de las artes femeninas. Su imagen es la de una vieja desdentada, con los pómulos hundidos y la nariz grande. A su carácter divino, debe agregarse su condición de héroe cultural, inventor de la escritura y de los libros y protector de la medicina. Cuatro genios o divinidades, los Bacabs, por otra parte, aparecen como sostenedores del cielo, los identificados con los cuatro puntos cardinales, un árbol (la ceiba sagrada) y un ave. Según la versión de ciertos pueblos mayas, sería hijo de Hunab Ku, ser supremo y todopoderoso.
Chac, que se destacaba por su larga nariz, es el dios de la lluvia y suele aparecer multiplicado en chacs, divinidades que producen la lluvia vaciando sus calabazas y arrojando hachas de piedra. Las uo (ranas) son sus acompañantes y actúan como anunciadoras de la lluvia. Ligado con la vegetación y con un alimento primordial entre los mayas y otras culturas precolombinas es el joven dios del maíz, Ah Mun, en frecuente lidia con el dios de la muerte, Ah Puch, señor del noveno infierno. Otras divinidades asociadas con las tinieblas y la muerte son Ek Chuah, dios negro de la guerra, de los mercaderes y de las plantaciones de cacao. Sobresale también Ixtab, diosa de los suicidios.
La similitud y los contactos entre la cultura maya y la azteca explican la aparición entre los mayas de la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl), que recibe el nombre de Kukulcán en Yucatán y de Gucumatz en las tierras altas de Guatemala.
El dios Jaguar se considera señor de la noche estrellada, aunque en realidad reina al mismo tiempo en el cielo, en la tierra y en el mundo subterráneo de las sombras. Bajo distintos nombres (onza, ocelote, yaguareté) aparece en distintas mitologías de África y América, como en la tupí-guaraní, en una de cuyas leyendas se cuenta que "Jaguar reventó el vientre de Sol, lo comió, le royó los huesos" o, según otra versión, que tiene una piel de color azul celeste y está esperando la orden divina para devorar a la humanidad.
Cosmología y palingenesia
Los mayas creían que había trece cielos dispuestos en capas sobre la tierra y que eran regidos por sendos dioses llamados Oxlahuntiku. La tierra se apoyaba en la cola de un enorme cocodrilo o de un reptil monstruoso que flotaba en el océano. Existían nueve mundos subterráneos, también dispuestos en capas, y regidos por sendos dioses, los Bolontiku, que gobernaban en interminable sucesión sobre un "ciclo" o "semana" de nueve noches. El tiempo era considerado una serie de ciclos sin principio ni fin, interrumpidos por cataclismos o catástrofes que significaban el retorno al caos primordial. Pero nunca se acabaría el mundo porque creían en la palingenesia, la regeneración cíclica del universo. Los libros del Chilam Balam exponen predicciones acerca de esos ciclos de destrucción y renacimiento, como la que relata la sublevación de los nueve dioses contra los trece dioses celestiales, el robo de la gran Serpiente, el derrumbe del firmamento y el hundimiento de la tierra. También en el Chilam Balam se dice que en 1541 llegaron los dzules, los extranjeros. Hasta ese momento estaba medido "el tiempo de la bondad del sol, de la celosía que forman las estrellas, desde donde los dioses nos contemplan", pero llegaron los dzules y lo deshicieron todo. "Enseñaron el temor, marchitaron las flores, chuparon hasta matar la flor de los otros porque viviese la suya": habían venido "a castrar al Sol". Según los mayas lacandones, cuando se acabe el mundo los dioses decapitarán a todos los solteros, los colgarán por los talones y juntarán su sangre en vasijas para pintar su casa. Después reconstruirán la ciudad de Yaxchilán, donde se habrán refugiado los lacandones. Según otra versión, los jaguares de Cizín, dios del inframundo, se comerán al Sol y la Luna.
Congreso de astrónomos
Copán fue uno de los centros mayas que más contribuyó al desarrollo de la astronomía; allí se celebraron varios congresos de astrónomos. El altar Q (en la fotografía), en el que aparecen 16 astrónomos —cuatro en cada cara lateral—, fue erigido en conmemoración de uno de estos congresos.
Richard A. Cooke III/Corbis Media
ASTRONOMÍA MAYA
El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Los mayas eran astrónomos absolutamente realizados. Su principal interés, en contraste con los astrónomos "occidentales", era estudiar los movimientos del Sol sobre sus latitudes. Todos los años, el sol viaja a su punto del solsticio del verano, o a la latitud de 23-1/3 grados del norte.
La mayoría de las ciudades mayas estaban localizadas al sur de esta latitud, lo que significa que podrían observar el sol directamente por encima durante el tiempo que pasaba sobre su latitud. Esto sucedía dos veces al año, en tiempos iguales alrededor del día del solsticio.
Los mayas podían determinar fácilmente estas fechas, porque en el mediodía local, no había sombra. Las observaciones del paso por el cenit son posibles solamente en las zonas tropicales y eran absolutamente desconocidas por los conquistadores españoles que descendieron sobre la península de Yucatán en el decimosexto siglo. Los mayas tenían un dios que representaba dicha posición del sol, llamado el dios del salto.
Venus era el objeto astronómico de mayor interés. Quizá lo conocían mejor que cualquier otra civilización que no perteneciera a Mesoamérica. Pensaron que era más importante que el sol. Lo miraron cuidadosamente mientras se movía a través de sus estaciones y se dieron cuenta que tardaba 584 días en coincidir la Tierra y Venus en la misma posición con respecto al Sol. Además, se fijaron que transcurría cerca de 2922 días para que la Tierra, Venus, el Sol y las estrellas coincidieran.
El patrón de Venus se cuenta generalmente en la conjunción inferior, esa vez en que Venus pasa entre el Sol y la Tierra. Un diagrama de esta situación se puede considerar a la izquierda.
Según sus observaciones, durante este período, Venus no se podía ver desde la Tierra, ya que desaparece por un período de 8 días aproximadamente. Cuando se sale justo después de la conjunción inferior, es decir, cuando aparece después en el cielo de la mañana, el llamado orto heliaco (porque sale con el Sol), era la posición más importante de Venus.
Después salir, Venus alcanza su mayor brillo. Entonces se irá hacia el oeste, moviéndose rápidamente (en el movimiento retrógrado) lejos del Sol. Luego seguirá siendo visible cerca de 260 días en el cielo de la mañana hasta que alcanza la conjunción superior. En este punto, Venus está en el lado opuesto del Sol respecto de la Tierra. Llega a ser débil, hasta que se sumerge bajo el horizonte, para volver a aparecer en el lado opuesto del Sol al cabo de 50 días. Después sale como estrella de la tarde y sigue en el cielo nocturno alrededor de 260 días hasta que pasa por el este y brilla más intensamente antes de llegar la conjunción inferior otra vez.
Los Mayas hicieron observaciones diarias en Venus, el cual tenía un efecto psicológico sobre los Mayas y otras culturas de Mesoamérica. Se ha demostrado que medían el tiempo de algunas de sus guerras basándose en los puntos inmóviles de Venus y de Júpiter. Hacían sacrificios humanos después de la conjunción superior, cuando Venus estaba en su magnitud más débil porque temían más el primer orto heliaco después de la conjunción inferior.
En el códice de Dresde, los Mayas tenían un calendario que exhibía el ciclo completo de Venus. Contaron cinco sistemas de 584 días, 2.920 días en total u 8 años aproximadamente, y cada 5 repeticiones de Venus completaban un ciclo.
Los Mayas pensaban que evidentemente no era más que un trozo sobre el Sol y lo observaron hasta alcanzar una trayectoria fuera de la eclíptica. Observaron la variación de su trayectoria a lo largo del año por el horizonte. En Chichen Itzá, durante la puesta del Sol, la serpiente de la estrella se levanta encima del lado de la escalera de la pirámide llamada El Castillo en el día del equinoccio de primavera y de otoño. Los Mayas no solo conocían los extremos del Sol en los solsticios, sino también los equinoccios en que el sol parecía salir justo al este o justo en el oeste. Las observaciones de la eclíptica deben haber sido una porción importante de la observación solar maya.
Los Mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones del calendario. Después de obtener la información sobre las fechas de los calendarios mayas, las inscripciones típicas mayas contienen un cómputo lunar. La cuenta lunar se basaba en 29 o 30 días. El período sinódico lunar consta de aproximadamente 29,5 días, así que alternando su cuenta entre estos dos números la luna también fue introducida cuidadosamente en la secuencia del calendario. El conocimiento lunar también era importante para ellos porque permitía hacer predicciones de eclipses: un almanaque para predecirlos está contenido en el Códice de Dresde.
Los Mayas retrataron la eclíptica en sus ilustraciones como una serpiente de dos direcciones. La eclíptica es la trayectoria del Sol en el cielo marcada por un grupo de constelaciones fijas de estrellas. Aquí la Luna y los planetas pueden verse porque están limitados, como la Tierra, por el Sol. Las constelaciones en la eclíptica también se llaman constelaciones del zodiaco. No se sabe exactamente cuáles fueron las constelaciones fijas en la eclíptica vista por los mayas, pero hay una cierta idea del orden en algunas partes del cielo. Se sabe que había un escorpión, que comparamos con nuestra propia constelación de Escorpio, pero con la diferencia de que sus pinzas coincidían con la actual constelación de Libra. También se ha encontrado que Géminis aparecía en la cultura maya como un cerdo o un pecarí, (un animal de la familia del cerdo). Otras constelaciones en la eclíptica eran identificadas como un jaguar, una serpiente, un palo, una tortuga o un monstruo del xoc, es decir, un tiburón o monstruo del mar. Las Pléyades eran vistas como la cola de una serpiente de cascabel que se llamaba "Tz'ab."
La Vía Láctea (nuestra galaxia) era venerada por los mayas. La llamaron el Árbol del Mundo y era representada mediante un árbol en flor alto y majestuoso, el Ceiba. La figura blanquecina también fue llamada el Wakah Chan. Wak significa "erguido". Chan o K'an significa "cuatro", "serpiente" o "cielo". El Árbol del Mundo se encuentra en el cenit cuando Sagitario está por encima del horizonte. En este tiempo la Vía Láctea sale por encima del horizonte y cruza el meridiano. Las nubes de estrellas que forman el llamado actualmente “Camino de Santiago” fueron vistas como el árbol de la vida de donde proviene toda la vida. Cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el árbol del mundo cruza la eclíptica, era de especial atención para los Mayas. Un elemento importante del árbol del mundo es el monstruo Kawak, de cabeza gigante. Este monstruo era también una montaña o un monstruo del witz. Un tazón de la fuente del sacrificio en su cabeza contiene una lámina del pedernal y el jeroglífico de Kimi que representa la muerte. La eclíptica se representa a veces como una barra que cruza el eje principal del árbol del mundo, representado una forma muy similar a la cruz cristiana. Encima del árbol del mundo encontramos un pájaro llamado Itzam Ye, el pájaro más importante. Hay evidencias que demuestran que el Sol se aparecía en el árbol del mundo en el solsticio de invierno.
Cuando en los meses de invierno la Vía Láctea dominaba el cielo, fue llamada "serpiente blanca deshuesada". Esta parte de la Vía Láctea había pasado por encima en el cielo nocturno durante la estación seca. No es brillante como las nubes de estrellas que dominan el norte del cielo del ecuador durante los meses de verano, pero los observadores en zonas oscuras podrán ver el resplandor fácilmente. Aquí la eclíptica cruza dicha Vía Láctea otra vez, cerca de la constelación de Géminis que era la localización aproximada del Sol durante solsticio del verano. Es posible que las quijadas de la serpiente Blanco-Deshuesada fueran representadas por la cabeza del monstruo de Kawak.
Los reyes Mayas midieron el tiempo de sus rituales de accesión en consonancia con las estrellas y la Vía Láctea. Celebraron reuniones del k'atun aproximadamente cada veinte años. Al final del período del k'atun, una de las reglas de los mayas era levantar una figura, llamado árbol de piedra, para conmemorar el acontecimiento. En la figura de piedra se representaban la hora de estas ceremonias e iban vestidas con los trajes que contenían los símbolos asociados al árbol del mundo. En sus sombreros llevaban el pájaro principal, Itzam Ye, y en sus brazos sostenían una barra ceremonial que representaba a la serpiente de dos direcciones de la eclíptica. Usando los elementos del traje del árbol del mundo la regla de los mayas estaba ligada al cielo, a los dioses y a ese ingrediente esencial, la vida. Además, se ha encontrado que cuando la reunión del k'atun coincidía con ciertas posiciones planetarias, los mayas iban a la guerra para obtener prisioneros. La cosmología maya era una filosofía viva y religiosa que impregnó sus vidas a un modo que puede parecer excesivo para la gente moderna. Ellos eran observadores astutos, sensibles a la naturaleza cíclica del sol, de la luna y de los planetas.
Referencias:
www.michielb.nl/maya/astro.html
http://es.encarta.msn.com/
http://www.danielmarin.es/hdc/astronomiamaya.htm
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© AA
Alexandra Rodríguez Romero
INTRODUCCIÓN
DIOSES MAYAS
COSMOLOGÍA
ASTRONOMÍA
La Astronomía Maya compone el conjunto de estudios sobre los astros que realizaron los mayas y que hoy siguen sorprendiendo a los científicos. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de los astros sobre el mundo.
Los mayas eran un grupo de pueblos indígenas mesoamericanos perteneciente a la familia lingüística maya o mayense, que tradicionalmente han habitado en los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, en la mayor parte de Guatemala y en regiones de Belice y Honduras.
LOS DIOSES MAYAS
Los dioses mayas se distinguen por su naturaleza antropomorfa, fitomorfa, zoomorfa y astral. La figura más importante del panteón maya es Itzamná, dios creador, señor del fuego y del corazón. Representa la muerte y el renacimiento de la vida en la naturaleza. Itzamná se vincula con el dios Sol, Kinich Ahau, y con la diosa Luna, Ixchel, representada como una vieja mujer endemoniada. Algunos investigadores opinan que su nombre deriva de las palabras con que supuestamente se definió ante los hombres: "Itz en Caan, itz en muyal" ("Soy el rocío del cielo, soy el rocío de las nubes"). Pero también parece que significa "casa de la Iguana" y, conforme a esta idea, habría cuatro Itzamnás, correspondientes a las cuatro direcciones del universo. Itzamná, en la mitología maya, es la divinidad más importante, el señor de los cielos, del día y de la noche. Suele aparecer como un dios cuádruple, característica mágica que también se ve en la cábala judía y el tetragrámaton, las cuatro letras de dios y el valor mágico del número cuatro. Los itzamnás abarcan el Universo y, como en otras culturas mesoamericanas, están relacionados con los cuatro puntos cardinales y sus colores: Este, rojo; Norte, blanco; Oeste, negro; Sur, amarillo. Se le identifica unas veces con el dios creador Hunab Ku y otras con el dios Sol, Kinich Ahau. Se manifestaba como mujer bajo el nombre de Ixchel, diosa de la Luna y de las artes femeninas. Su imagen es la de una vieja desdentada, con los pómulos hundidos y la nariz grande. A su carácter divino, debe agregarse su condición de héroe cultural, inventor de la escritura y de los libros y protector de la medicina. Cuatro genios o divinidades, los Bacabs, por otra parte, aparecen como sostenedores del cielo, los identificados con los cuatro puntos cardinales, un árbol (la ceiba sagrada) y un ave. Según la versión de ciertos pueblos mayas, sería hijo de Hunab Ku, ser supremo y todopoderoso.
Chac, que se destacaba por su larga nariz, es el dios de la lluvia y suele aparecer multiplicado en chacs, divinidades que producen la lluvia vaciando sus calabazas y arrojando hachas de piedra. Las uo (ranas) son sus acompañantes y actúan como anunciadoras de la lluvia. Ligado con la vegetación y con un alimento primordial entre los mayas y otras culturas precolombinas es el joven dios del maíz, Ah Mun, en frecuente lidia con el dios de la muerte, Ah Puch, señor del noveno infierno. Otras divinidades asociadas con las tinieblas y la muerte son Ek Chuah, dios negro de la guerra, de los mercaderes y de las plantaciones de cacao. Sobresale también Ixtab, diosa de los suicidios.
La similitud y los contactos entre la cultura maya y la azteca explican la aparición entre los mayas de la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl), que recibe el nombre de Kukulcán en Yucatán y de Gucumatz en las tierras altas de Guatemala.
El dios Jaguar se considera señor de la noche estrellada, aunque en realidad reina al mismo tiempo en el cielo, en la tierra y en el mundo subterráneo de las sombras. Bajo distintos nombres (onza, ocelote, yaguareté) aparece en distintas mitologías de África y América, como en la tupí-guaraní, en una de cuyas leyendas se cuenta que "Jaguar reventó el vientre de Sol, lo comió, le royó los huesos" o, según otra versión, que tiene una piel de color azul celeste y está esperando la orden divina para devorar a la humanidad.
Cosmología y palingenesia
Los mayas creían que había trece cielos dispuestos en capas sobre la tierra y que eran regidos por sendos dioses llamados Oxlahuntiku. La tierra se apoyaba en la cola de un enorme cocodrilo o de un reptil monstruoso que flotaba en el océano. Existían nueve mundos subterráneos, también dispuestos en capas, y regidos por sendos dioses, los Bolontiku, que gobernaban en interminable sucesión sobre un "ciclo" o "semana" de nueve noches. El tiempo era considerado una serie de ciclos sin principio ni fin, interrumpidos por cataclismos o catástrofes que significaban el retorno al caos primordial. Pero nunca se acabaría el mundo porque creían en la palingenesia, la regeneración cíclica del universo. Los libros del Chilam Balam exponen predicciones acerca de esos ciclos de destrucción y renacimiento, como la que relata la sublevación de los nueve dioses contra los trece dioses celestiales, el robo de la gran Serpiente, el derrumbe del firmamento y el hundimiento de la tierra. También en el Chilam Balam se dice que en 1541 llegaron los dzules, los extranjeros. Hasta ese momento estaba medido "el tiempo de la bondad del sol, de la celosía que forman las estrellas, desde donde los dioses nos contemplan", pero llegaron los dzules y lo deshicieron todo. "Enseñaron el temor, marchitaron las flores, chuparon hasta matar la flor de los otros porque viviese la suya": habían venido "a castrar al Sol". Según los mayas lacandones, cuando se acabe el mundo los dioses decapitarán a todos los solteros, los colgarán por los talones y juntarán su sangre en vasijas para pintar su casa. Después reconstruirán la ciudad de Yaxchilán, donde se habrán refugiado los lacandones. Según otra versión, los jaguares de Cizín, dios del inframundo, se comerán al Sol y la Luna.
Congreso de astrónomos
Copán fue uno de los centros mayas que más contribuyó al desarrollo de la astronomía; allí se celebraron varios congresos de astrónomos. El altar Q (en la fotografía), en el que aparecen 16 astrónomos —cuatro en cada cara lateral—, fue erigido en conmemoración de uno de estos congresos.
Richard A. Cooke III/Corbis Media
ASTRONOMÍA MAYA
El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Los mayas eran astrónomos absolutamente realizados. Su principal interés, en contraste con los astrónomos "occidentales", era estudiar los movimientos del Sol sobre sus latitudes. Todos los años, el sol viaja a su punto del solsticio del verano, o a la latitud de 23-1/3 grados del norte.
La mayoría de las ciudades mayas estaban localizadas al sur de esta latitud, lo que significa que podrían observar el sol directamente por encima durante el tiempo que pasaba sobre su latitud. Esto sucedía dos veces al año, en tiempos iguales alrededor del día del solsticio.
Los mayas podían determinar fácilmente estas fechas, porque en el mediodía local, no había sombra. Las observaciones del paso por el cenit son posibles solamente en las zonas tropicales y eran absolutamente desconocidas por los conquistadores españoles que descendieron sobre la península de Yucatán en el decimosexto siglo. Los mayas tenían un dios que representaba dicha posición del sol, llamado el dios del salto.
Venus era el objeto astronómico de mayor interés. Quizá lo conocían mejor que cualquier otra civilización que no perteneciera a Mesoamérica. Pensaron que era más importante que el sol. Lo miraron cuidadosamente mientras se movía a través de sus estaciones y se dieron cuenta que tardaba 584 días en coincidir la Tierra y Venus en la misma posición con respecto al Sol. Además, se fijaron que transcurría cerca de 2922 días para que la Tierra, Venus, el Sol y las estrellas coincidieran.
El patrón de Venus se cuenta generalmente en la conjunción inferior, esa vez en que Venus pasa entre el Sol y la Tierra. Un diagrama de esta situación se puede considerar a la izquierda.
Según sus observaciones, durante este período, Venus no se podía ver desde la Tierra, ya que desaparece por un período de 8 días aproximadamente. Cuando se sale justo después de la conjunción inferior, es decir, cuando aparece después en el cielo de la mañana, el llamado orto heliaco (porque sale con el Sol), era la posición más importante de Venus.
Después salir, Venus alcanza su mayor brillo. Entonces se irá hacia el oeste, moviéndose rápidamente (en el movimiento retrógrado) lejos del Sol. Luego seguirá siendo visible cerca de 260 días en el cielo de la mañana hasta que alcanza la conjunción superior. En este punto, Venus está en el lado opuesto del Sol respecto de la Tierra. Llega a ser débil, hasta que se sumerge bajo el horizonte, para volver a aparecer en el lado opuesto del Sol al cabo de 50 días. Después sale como estrella de la tarde y sigue en el cielo nocturno alrededor de 260 días hasta que pasa por el este y brilla más intensamente antes de llegar la conjunción inferior otra vez.
Los Mayas hicieron observaciones diarias en Venus, el cual tenía un efecto psicológico sobre los Mayas y otras culturas de Mesoamérica. Se ha demostrado que medían el tiempo de algunas de sus guerras basándose en los puntos inmóviles de Venus y de Júpiter. Hacían sacrificios humanos después de la conjunción superior, cuando Venus estaba en su magnitud más débil porque temían más el primer orto heliaco después de la conjunción inferior.
En el códice de Dresde, los Mayas tenían un calendario que exhibía el ciclo completo de Venus. Contaron cinco sistemas de 584 días, 2.920 días en total u 8 años aproximadamente, y cada 5 repeticiones de Venus completaban un ciclo.
Los Mayas pensaban que evidentemente no era más que un trozo sobre el Sol y lo observaron hasta alcanzar una trayectoria fuera de la eclíptica. Observaron la variación de su trayectoria a lo largo del año por el horizonte. En Chichen Itzá, durante la puesta del Sol, la serpiente de la estrella se levanta encima del lado de la escalera de la pirámide llamada El Castillo en el día del equinoccio de primavera y de otoño. Los Mayas no solo conocían los extremos del Sol en los solsticios, sino también los equinoccios en que el sol parecía salir justo al este o justo en el oeste. Las observaciones de la eclíptica deben haber sido una porción importante de la observación solar maya.
Los Mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones del calendario. Después de obtener la información sobre las fechas de los calendarios mayas, las inscripciones típicas mayas contienen un cómputo lunar. La cuenta lunar se basaba en 29 o 30 días. El período sinódico lunar consta de aproximadamente 29,5 días, así que alternando su cuenta entre estos dos números la luna también fue introducida cuidadosamente en la secuencia del calendario. El conocimiento lunar también era importante para ellos porque permitía hacer predicciones de eclipses: un almanaque para predecirlos está contenido en el Códice de Dresde.
Los Mayas retrataron la eclíptica en sus ilustraciones como una serpiente de dos direcciones. La eclíptica es la trayectoria del Sol en el cielo marcada por un grupo de constelaciones fijas de estrellas. Aquí la Luna y los planetas pueden verse porque están limitados, como la Tierra, por el Sol. Las constelaciones en la eclíptica también se llaman constelaciones del zodiaco. No se sabe exactamente cuáles fueron las constelaciones fijas en la eclíptica vista por los mayas, pero hay una cierta idea del orden en algunas partes del cielo. Se sabe que había un escorpión, que comparamos con nuestra propia constelación de Escorpio, pero con la diferencia de que sus pinzas coincidían con la actual constelación de Libra. También se ha encontrado que Géminis aparecía en la cultura maya como un cerdo o un pecarí, (un animal de la familia del cerdo). Otras constelaciones en la eclíptica eran identificadas como un jaguar, una serpiente, un palo, una tortuga o un monstruo del xoc, es decir, un tiburón o monstruo del mar. Las Pléyades eran vistas como la cola de una serpiente de cascabel que se llamaba "Tz'ab."
La Vía Láctea (nuestra galaxia) era venerada por los mayas. La llamaron el Árbol del Mundo y era representada mediante un árbol en flor alto y majestuoso, el Ceiba. La figura blanquecina también fue llamada el Wakah Chan. Wak significa "erguido". Chan o K'an significa "cuatro", "serpiente" o "cielo". El Árbol del Mundo se encuentra en el cenit cuando Sagitario está por encima del horizonte. En este tiempo la Vía Láctea sale por encima del horizonte y cruza el meridiano. Las nubes de estrellas que forman el llamado actualmente “Camino de Santiago” fueron vistas como el árbol de la vida de donde proviene toda la vida. Cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el árbol del mundo cruza la eclíptica, era de especial atención para los Mayas. Un elemento importante del árbol del mundo es el monstruo Kawak, de cabeza gigante. Este monstruo era también una montaña o un monstruo del witz. Un tazón de la fuente del sacrificio en su cabeza contiene una lámina del pedernal y el jeroglífico de Kimi que representa la muerte. La eclíptica se representa a veces como una barra que cruza el eje principal del árbol del mundo, representado una forma muy similar a la cruz cristiana. Encima del árbol del mundo encontramos un pájaro llamado Itzam Ye, el pájaro más importante. Hay evidencias que demuestran que el Sol se aparecía en el árbol del mundo en el solsticio de invierno.
Cuando en los meses de invierno la Vía Láctea dominaba el cielo, fue llamada "serpiente blanca deshuesada". Esta parte de la Vía Láctea había pasado por encima en el cielo nocturno durante la estación seca. No es brillante como las nubes de estrellas que dominan el norte del cielo del ecuador durante los meses de verano, pero los observadores en zonas oscuras podrán ver el resplandor fácilmente. Aquí la eclíptica cruza dicha Vía Láctea otra vez, cerca de la constelación de Géminis que era la localización aproximada del Sol durante solsticio del verano. Es posible que las quijadas de la serpiente Blanco-Deshuesada fueran representadas por la cabeza del monstruo de Kawak.
Los reyes Mayas midieron el tiempo de sus rituales de accesión en consonancia con las estrellas y la Vía Láctea. Celebraron reuniones del k'atun aproximadamente cada veinte años. Al final del período del k'atun, una de las reglas de los mayas era levantar una figura, llamado árbol de piedra, para conmemorar el acontecimiento. En la figura de piedra se representaban la hora de estas ceremonias e iban vestidas con los trajes que contenían los símbolos asociados al árbol del mundo. En sus sombreros llevaban el pájaro principal, Itzam Ye, y en sus brazos sostenían una barra ceremonial que representaba a la serpiente de dos direcciones de la eclíptica. Usando los elementos del traje del árbol del mundo la regla de los mayas estaba ligada al cielo, a los dioses y a ese ingrediente esencial, la vida. Además, se ha encontrado que cuando la reunión del k'atun coincidía con ciertas posiciones planetarias, los mayas iban a la guerra para obtener prisioneros. La cosmología maya era una filosofía viva y religiosa que impregnó sus vidas a un modo que puede parecer excesivo para la gente moderna. Ellos eran observadores astutos, sensibles a la naturaleza cíclica del sol, de la luna y de los planetas.
Referencias:
www.michielb.nl/maya/astro.html
http://es.encarta.msn.com/
http://www.danielmarin.es/hdc/astronomiamaya.htm
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© AA
martes, 17 de marzo de 2009
Equinoccio
http://www.danielmarin.es/hdc/astronomiamaya.htm
La cultura Maya, siempre estuvo conectada con lo sideral y astronòmico; una de las manifestaciónes mas espectaculares y conocidas es en el arribo pròximo de la primavera, el descenso de Kukulcàn, el señor de la serpiente.
Dicho fenòmeno y suceso, se da en la penìnsula de yucatàn, mèxico, es algo digno de ver y reflexionar todo ese contenido astronòmico del que hicieron gala los mayas.
Seminarios de Astrofísica en el INAOE
La base astronómica de la cuenta larga del calendario Maya
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Victor Torres Roldan
UNAM, México
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Durante quinientos años se ha debatido el origen del calendario ritual de 260 días y la cuenta larga de 360 días, exclusivos de Mesoamérica, y su relación con el calendario solar de 365 días. La abundancia de números en las estelas y códices mayas han alimentado la idea de que los Mayas fueron grandes matemáticos y astrónomos, pero cuando se trata de ligar los calendarios con ciclos astronómicos la relación sólo es clara para los periódicos sinódicos de Venus y Marte y para los eclipses lunares. Las descripciones de los cronistas del Siglo XVI describen en detalle la mecánica de los calendarios que sólo parecen tener relación con el sol, la luna y Venus. La Conferencia de "La Base Astronómica del Calendario Maya" mediante un análisis gráfico de 5,000 años de posiciones planetarias, propone que el calendario Mesoamericano es un modelo integrado que sigue los ciclos de los planetas visibles, la luna y el sol.
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Victor Torres Roldan es Biólogo de la UNAM y Maestro en Ciencias (Geología) de la Universidad de Michigan. Tiene 20 años de experiencia en Proyectos de ciencias de la tierra usando datos satelitales y Sistemas de Información Geográfica. Fué responsable de los estudios para la ubicación del sitio y el análisis de transparencia atmosférica para el Gran Telescopio Milimétrico. Actualmente es director de la empresa de alta tecnología Virolab, dedicada a la producción de vacunas humanas. Es autor del libro Ciudades Estelares, Random House Mondadori, en el que propone que Teotihuacán y otros sitios arqueológicos fueron trazados como una copia del cielo del día de la creación, que de acuerdo a las estelas Mayas es el 13 de agosto del 3114 aC.
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http://www.inaoep.mx/~astrocol/VictorTorres.html
La cultura Maya, siempre estuvo conectada con lo sideral y astronòmico; una de las manifestaciónes mas espectaculares y conocidas es en el arribo pròximo de la primavera, el descenso de Kukulcàn, el señor de la serpiente.
Dicho fenòmeno y suceso, se da en la penìnsula de yucatàn, mèxico, es algo digno de ver y reflexionar todo ese contenido astronòmico del que hicieron gala los mayas.
Seminarios de Astrofísica en el INAOE
La base astronómica de la cuenta larga del calendario Maya
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Victor Torres Roldan
UNAM, México
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Durante quinientos años se ha debatido el origen del calendario ritual de 260 días y la cuenta larga de 360 días, exclusivos de Mesoamérica, y su relación con el calendario solar de 365 días. La abundancia de números en las estelas y códices mayas han alimentado la idea de que los Mayas fueron grandes matemáticos y astrónomos, pero cuando se trata de ligar los calendarios con ciclos astronómicos la relación sólo es clara para los periódicos sinódicos de Venus y Marte y para los eclipses lunares. Las descripciones de los cronistas del Siglo XVI describen en detalle la mecánica de los calendarios que sólo parecen tener relación con el sol, la luna y Venus. La Conferencia de "La Base Astronómica del Calendario Maya" mediante un análisis gráfico de 5,000 años de posiciones planetarias, propone que el calendario Mesoamericano es un modelo integrado que sigue los ciclos de los planetas visibles, la luna y el sol.
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Victor Torres Roldan es Biólogo de la UNAM y Maestro en Ciencias (Geología) de la Universidad de Michigan. Tiene 20 años de experiencia en Proyectos de ciencias de la tierra usando datos satelitales y Sistemas de Información Geográfica. Fué responsable de los estudios para la ubicación del sitio y el análisis de transparencia atmosférica para el Gran Telescopio Milimétrico. Actualmente es director de la empresa de alta tecnología Virolab, dedicada a la producción de vacunas humanas. Es autor del libro Ciudades Estelares, Random House Mondadori, en el que propone que Teotihuacán y otros sitios arqueológicos fueron trazados como una copia del cielo del día de la creación, que de acuerdo a las estelas Mayas es el 13 de agosto del 3114 aC.
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http://www.inaoep.mx/~astrocol/VictorTorres.html
martes, 10 de marzo de 2009
AMBAR
EL AMBAR EN CHIAPAS
El ámbar en el mundo.
Considerado desde la antiguedad como una piedra mágica, el ámbar es una resina fosilizada con una larga historia dentro de la hechicería y la alquimia. Elemento indispensable en la preparación de talismanes y amuletos de protección y buena suerte, se le han atribuido también propiedades curativas, además de ser muy apreciado en la joyería.
Su origen se remonta a más de 40 millones de años. El primer lugar que se tiene registrado como fuente original del ámbar es Letonia, en la región del Mar Báltico, donde éste es llamado Dzintarjura, que significa “mar del ámbar”, expresando así lo que simboliza esta resina en la historia de su pueblo.
La palabra ámbar proviene del árabe y significa “lo que flota en el mar”; se le llamó así debido a que en el Mar Báltico, éste flotaba en el agua salada y era arrastrado hasta la playa. Por sus propiedades eléctricas, se le conoce también como electrón.
La pieza de ámbar más antigua trabajada por el hombre data de hace 30 mil años y se encontró en Hannover, Alemania.
Durante el período terciario, existieron grandes bosques con árboles que secretaban una sustancia resinosa que caía en forma de gotas y que se acumulaban en ramas, corteza, o a los pies de los troncos, atrapando en su caída toda clase de vegetales e insectos que se adherían a esta aromática sustancia natural, y se fosilizaron al paso del tiempo.
La resina fósil que lo forma procede generalmente de coníferas, pinos y leguminosas muchas de ellas ya extintas, y debido a la gran cantidad de sustancias orgánicas que quedaron atrapadas en ella, proporcionan valiosos datos científicos para el estudio del entorno natural existente.
Pero no sólo los insectos y vertebrados pequeños están presentes, sino también plantas como flores, hongos, musgo, hojas y semillas. Esto ha permitido que los científicos reconstruyan un ecosistema ya desaparecido.
El ámbar se caracteriza por una conservación extraordinaria de todo tipo de fauna y flora, por lo que incluso ha sido posible extraer material genético de ciertos especimenes, como fue el caso del ADN de una abeja de 40 millones de años y de una termita de 25 millones de años, provenientes de Santo Domingo y sirvieron de base al argumento de la película Parque Jurásico, de Steven Spielberg.
El ámbar no sólo ha preservado la flora y fauna de hace millones de años: en su interior también quedaron atrapadas burbujas de aire que han permitido a los estudiosos indagar sobre la composición de la atmósfera de esos lejanos tiempos.
GEMA PRECIOSA DE ORIGEN VEGETAL
Es la única piedra preciosa o semipreciosa de origen vegetal, que pertenece al grupo de las gemas orgánicas, a las que también corresponden el coral y las perlas.
No es un mineral y su composición varía dependiendo del árbol del que proviene, aunque todos tienen compuestos que son comunes en las resinas endurecidas.
En Europa, el ámbar se forma a partir de la resina del Pinus Succinifera, en tanto que en América proviene de la leguminosa Hymenaea Courbaril conocida en Chiapas como guapinol -que todavía existe en este estado- y en Nicaragua y República Dominicana como algarrobo.
Su color depende del tipo de árbol de que procede, de la antiguedad de su formación y del entorno en el que fosilizaron. Según estas condiciones se diferenciarán las distintas variedades, definidas por sus colores amarillos, rojizos, marrones, verdosos, azulados, granates, negros y pardos.
En nuestro país, el ámbar se localiza principalmente en el estado de Chiapas, en las regiones de Pantelhó, Huitiupan, Pueblo Nuevo Solistahuacan, Totolapa, El Bosque, San Andrés Duraznal y principalmente, Simojovel de Allende, donde su extracción es la principal fuente de trabajo de los habitantes de este pequeño pueblo ubicado aproximadamente a unos 130 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez.
Simojovel fue fundado en 1620 y en él habitan principalmente 3 grupos étnicos, tzotziles, tzetzales y zoques. Un gran porcentaje de la población se dedica a la extracción y procesado del ámbar, que es su vida y muchas veces, también su muerte.
NOTA: Desafortunadamente perdí las fuentes de las notas expuestas aqui, lo siento.
JADE
PIEDRAS DE JADE
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El mineral denominado jade pertenece a los silicatos. A menudo acoge un tono verdoso debido a impurezas de cromo.
Desde hace más de 5.000 años se utiliza el jade en China y Mesoamérica como material para fabricar utensilios y adornos. A lo largo del tiempo se desarrolló un verdadero culto del jade. Los objetos de jade tenían (y tienen) fama de amuletos que atraen la suerte. En sus orígenes el jade era tan duro y resistente como ningún otro material. Por ello se utilizaba también para elaborar armas y herramientas.
Jade es una denominación que reúne dos características. No se trata propiamente del nombre de un mineral. Estas características son el contenido mineral y la estructura. Jade denomina dos minerales, jadeíta y nefrita. Para poder ser denominado como jade los dos deben estar presentes como agregados en forma de gránulos muy finos o fibras entrelazadas. La jadeita forma sólo muy escasas veces verdaderos cristales.
Desde casi el principio se intentaba vender otros minerales con la denominación de jade. Esto se logró de mejor manera con el mineral serpentina. ("Jade de china", "Jade nuevo"). La serpentina no sólo tiene el mismo aspecto que el jade sino que aparece en los mismos yacimientos que la jadeita y la nefrita. Es un material algo más blando y menos resistente que el jade. Como se trabaja mucho mejor que el jade se ha establecido como sustituto preferido del jade en los últimos años. En el valle del río Motagua en Guatemala, se encuentra uno de los yacimientos más ricos del mundo, y es la fuente de los colores más novedosos, como el Jade Arco Iris, el Jade negro y el Oro galáctico, que es un jade negro con incrustaciones naturales de oro, plata y platino.
Según los Mayas el jade era la piedra de la creación.
El verde jade se utilizó en la poesía China.
El Jade se compone de dos tipos diferentes de rocas, “Nefrita y Jadeita“, esta ultima es la que mas variedades de colores tiene, así como mayor dureza, encontrándose solo en 4 lugares del mundo: Burma-California-Japón y Guatemala.
La Nefrita es el llamado Jade Chino, siendo Taiwan donde su explotación es extensa, el color del Jade es blanco, los colores que presenta se deben a su combinación con minerales, siendo estos: verde, negro, lila, marrón, dorado, rosa, celeste, amarillo, etc.
El Jade Negro es la roca más difícil de encontrar, muy utilizado por los Mayas, para sus rituales, así como los chinos también lo revistieron de un gran poder mágico.
El Jade Verde es el mas común, los Mayas le atribuían el poder de la “fertilidad y la abundancia“, el verde oscuro era el elegido para la confección de amuletos.
Recibía el nombre “Yu” para los chinos que significa “Tesoro” y cuyo simbolismo se asociaba a la nobleza, para la “Perfección y la Longevidad“.
Los rituales místicos Mayas en lo referente a las ceremonias mortuorias, utilizaban el Jade para la confección de mascaras, ya que el material era relacionado con la vida eterna, siendo el Jade color verde claro, el que aseguraba el transito hacia el mas allá, colocaban una piedra de jade debajo de la lengua del difunto, para que cuando saliera el alma por la boca se llevara el Jade, por que este le iba a permitir el acceso al otro mundo.
Para los pueblos prehispanos el valor del Jade era superior al del oro, por que para ellos tenia el poder de acumular las energías cósmicas o universales divinas.
Otra de las creencias de los pueblos meso americanos, era la incrustación de Jade en los dientes, ya que creían que al hablar podían influenciar a las personas por la emisión de energías hipnóticas, influyéndolos a su favor.
Según la Gemoterapia goza de propiedades terapéuticas, en particular de efectos sobre los riñones, ya que su traducción en Latín es; “Piedra Urinaria“, así como estimuladora sexual.
lunes, 9 de marzo de 2009
MUSEO OMIECH (Médicos Indígenas de Chiapas)
La Organización de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas, A.C., fue constituido en 1984 cuando Médicos Mayas Tzotziles, Tzeltales y Choles se unieron para conservar la sabiduría de la medicina tradicional.
Desde entonces, la misión ha sido rescatar, reproducir, defender, desarrollar y practicar la medicina tradicional Maya, contribuyendo al salud de las comunidades indígenas y no indígenas en Chiapas y en México en general.
Su visión es desarrollar y fortalecer la Medicina Maya trabajando con organizaciones indígenas, sociedades, autoridades y comunidades, mientras que promovemos la Medicina Maya.
La asociación tiene 825 miembros activos, incluyendo hierberos, parteras, hueseros, rezadores de cerro y pulsadores. Estos están distribuidos entre 38 comunidades en 11 municipios en Los Altos, Norte y Selva de Chiapas.
La máxima autoridad es la Asamblea General que incluye todos los miembros de la OMIECH y todos las decisiones colectivos se hacen ahí. La estructura operativa esta compuesta de:
• Una Mesa Directiva con tres doctores indígenas y dos parteras • Un Equipo Técnico con seis promotores de salud indígenas • Un Equipo de Consulta con dos doctores alopáticos
Proyectos:
Sus Áreas de Trabajo están dividas en la siguientes categorías: • Mujeres y Parteras • Museo de la Medicina Maya • Farmacia de Hierbas Medicinales y Productos Derivados • Administration • Centro de Diagnostico • Acercamiento a la Comunidad y Capacitación • Producción de Medios
La población que sirvan son del estrato mas bajo socio-económico del estado, entonces la remuneración es mínima. A veces, el pago es simplemente una gallina. A pesar de esto, estamos comprometidos a continuar sirviendo a la gente y preservar la tradición de la sabiduría de la Medicina Maya para las generaciones del futuro.
La producción y distribución de productos de plantas y medicinas esta organizado por medio de Unidades de Manejo y Desarrollo Sustentable y un Centro Regional de Colección y Producción para recolectar, domesticar y comercializar la abundancia de plantas y productos medicinales de la región que tengan valor terapéutico probado.
En 1997, OMIECH creo el Museo de Medicina Maya para difundir y promover la medicina tradicional de las comunidades de Chiapas. El museo muestra algunos de los trajes, tradiciones y practicas de la medicina indígena de la región por medio de exhibiciones de algunas de las formas de sanacion que todavía existen en Chiapas.
Para los Tzeltales y los Tzotziles la tierra y la lluvia poseen características sagrados y hay una relación supernatural entre ambos elementos. En algunas comunidades, como Zinacantan y Chenalho, la tierra es mas importante que la lluvia y es considerado la diosa de la vida universal. En otras comunidades, como Oxchuc, la representación del dios de la lluvia es el símbolo de la cruz (prehispánica), que también representa la Cieba, el árbol sagrado, origen de toda la vida.
La tierra es la madre de la vida universal. Ella es la diosa de las montañas y maneja las fuerzas cósmicas: fuego, viento, lluvia, eclipses y terremotos. Enfermedades y hambre son manifestaciones de su ira. La maldad y la muerte atacan desde los cuatro puntos cardinales de la cruz, asociado con colores: Rojo con el oriente, negro con el occidente, blanco con el norte, amarillo con el sur.
http://www.medicinamaya.org/
martes, 3 de marzo de 2009
AEROPUERTO Tuxtla, Ángel Albino Corzo
VUELOS INTERNACIONALES
Aeropuerto Internacional
de Tuxtla Gutiérrez
Ángel Albino Corzo
Hugo Gutiérrez
hugogtez@hotmail.com
Ubicado a 35 kilómetros de la
capital chiapaneca, dentro del
municipio de Chiapa de Corzo, la
terminal sustituye al antiguo aeropuerto
de Terán, así como al de
Llano San Juan. Aquí es importante
indicar que estos dos últimos
aeropuertos fueron cerrados
al tráfico comercial, quedando el
aeropuerto de Terán exclusivamente
para operaciones militares
bajo el control de la Fuerza Aérea
Mexicana, y Llano San Juan fue
cerrado a toda operación y quedó
bajo la custodia de ASA. El aeropuerto
Albino Corzo inició operaciones
el lunes 26 de junio de 2006
a las 7:00 a. m.
ZOOLOGICO de Tuxtla Gutiérrez Chiapas
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LOGRA ZOOMAT REPRODUCCIÓN DE QUETZALES
En el mes de Julio de 2007, se presentaron mediante una rueda de prensa a los dos polluelos de quetzal logrados este año; el primero nació el 1 de mayo que cuenta hoy en día con un mes y una semana de nacimiento y el segundo el 12 de junio con tres semanas de nacimiento.
El quetzal una de las aves más bellas del mundo que se encuentran en peligro de extinción. El Zoológico Miguel Álvarez del Toro tiene actualmente cinco quetzales, tres jóvenes y dos adultos, mismos que ha logrado reproducir en cautiverio desde el 2002.
El hábitat natural del quetzal son los bosques de niebla y se localiza en los picos más altos de las montañas y estos han sido severamente impactados, por la cacería, la captura y el tráfico ilegal, la especie se encuentra en peligro de extinción. Por lo que el IHNE, con la cría en cautiverio en un zoológico único a nivel mundial, prevé desarrollar un proyecto para poder reintegrar a la especie a su hábitat natural, y es que aunque en varios sitios de México hay bosques de niebla, sólo en los de Chiapas vive el quetzal. La distribución de la especie se localiza en los bosques altos desde México hasta Panamá.
Esta especie es de suma importancia, debido a que anteriormente fue muy abundante, actualmente solo se puede encontrar algunos individuos en los picos altos de las montañas, principalmente en las Áreas Naturales Protegidas y la Selva Lacandona. Además, se encuentran en cautiverio en varia partes del mundo, como en zoológicos, de los cuales, solo el ZooMAT a podido reproducir la especie, a través del cual buscan combatir el tráfico ilegal.
El cuerpo del quetzal mide cerca de 40 centímetros, son más o menos como una gallina, el macho se diferencia de la hembra porque su cola mide hasta dos veces el tamaño de su cuerpo, según como le de la luz del sol, se ve el azul o dorado de su plumaje, el cual se confunde con las hojas siempre húmedas de las plantas, ya que en el bosque de niebla llueve mucho. Se alimenta de algunos insectos, pero los que más le gusta son las frutas que, como muchos de los animales que viven en el bosque de niebla, toma de árboles como el laurel y el de moras, pero sobre todo, del tepe aguacate, que es un árbol de aguacates silvestres. Estas aves son únicas y muy humildes, debido a que no revolotean al se capturadas, es difícil que un quetzal se deje ver, pues casi siempre es silencioso.
CURSOS DE VERANO EN EL ZOOMAT
También en este mes dieron inicio los Cursos de Verano en el Zoológico Miguel Álvarez del Toro, en el cual se inscribieron mas de 500 niños y adolescentes. Estos cursos son tradicionales pues se llevan a cabo desde hace 25 años buscando ayuda educando a los niños para que apoyen a educar a los padres en el tema de la protección al medio ambiente. Se trata de contribuir a que se involucren a las tareas de conservación del ambiente, y mejor desde una edad temprana. La duración de cada curso fue una semana por lo que en total se impartieron 18 cursos de acuerdo a los grupos de edad y bloques semanales.
Al final del curso, un grupo de adolescentes realizó un campamento en el Parque Educativo San José Bocomtenelté en San Cristóbal de las Casas.
ZOOMAT. Parque Zoológico Regional "Miguel Alvarez del Toro" (Tuxtla Guitérrez). Se localiza al sur de la ciudad, en el bosque conocido como El Zapotal, se llega utilizando autobúses o combis que se abordan en las terminales ubicadas alrededor del mercado central. Su fundación se debe al científico Miguel Alvarez del Toro en 1942, en honor a él y por orden oficial, el zoológico lleva su nombre desde 1980, de ahí las siglas ZOOMAT. En ese mismo años se acondicionó con instalaciones necesarias para la comodidad de los visitantes y el bienestar de los animales. Actualmente es un hermoso parque ecológico recreativo, considerado indudablemente el mejor de la república. El ZOOMAT brinda un paseo agradable por andadores que comprende 2.5 km durante éste se puede admirar gran variedad de animales silvestres en libertad y en cautiverio, o bien, visitar el herpentomuseo y Herpetario, el Aviario, la Casa Nocturna y el Insectario-vivario. Algunas de las especies en libertad so: el mono araña y saraguato, ardilla, armadillo, iguana, ocofaisán, chachalaca, e insectos. Entre los ejemplares en cautiverio con ambiente natural podemos observar; jabalí, grisón, venado de montaña, jaguar, tigrillo, leoncillo, puma, ocelote, viejo de monte, nutria, cocodrilo, guacamaya, loro, tucán, zopilote rey y tecolote.