Carretera derretida en Yellowstone, en EE.UU., obligó su cierre el 10 de julio de 2014. (Parque Nacional Yellowstone)
La ruta de entrada al lago Firehole en el Parque Nacional de Yellowstone fue cerrada temporalmente debido a que parte de su superficie burbujeaba por el calor extremo en el asfalto. Inmediatamente algunos temieron por el súper volcán, que en realidad es una gran caldera de más de 50 kilómetros cuadrados, la cual se formó hace unos 640 mil años después de una súper-erupción.
“El calor extremo de las zonas termales de los alrededores dañó el asfalto y causó un burbujeo del espeso aceite en la superficie”, comunicó el 10 de julio el Parque en su página Web. La administración indicó que esto creó condiciones de conducción peligrosas en la carretera situada a medio camino entre el Old Faithful y Madison Junction en el Geyser “Lower Geyser Basin” del Parque. Esta carretera es parte de una vía de 3,3 millas que lleva a los visitantes al Gran géiser y al lago Firehole.
En las redes sociales el equipo de Yellowstone difundió hace una horas un artículo que resume un anterior estudio publicado en las revista Geophysical Research Letters. Éste explica lo que se encuentra bajo el suelo donde está la caldera Yellowstone y el parque. Según los expertos, la presencia de lava hoy no representa un mayor riesgo de erupción del volcán, y el aumento de calor podría deberse a causas termales.
El documento señala que los sismólogos de la Universidad de Utah y el Instituto Federal de Tecnología de Suiza mediante una técnica llamada tomografía sísmica descubrieron que el depósito de magma es mucho más grande que lo que se apuntó en los estudios anteriores. Este depósito contiene entre 5 y 15% roca fundida (masa fundida) que ocupa los espacios de poros entre (cristalina) material sólido. El Magma normalmente no entra en erupción a menos que tenga más del 50% del estado fundido, aclara Yellowstone.
El reporte destacó que a unos 15 kilómetros al noreste de la caldera del volcán, a una baja profundidad de solo cinco kilómetros se observó algo de fusión parcial, “pero es más probable que sea debida a la presencia de agua caliente, otros líquidos, y gases que salen del cuerpo principal del depósito de magma”.
Los geólogos de Yellowstone en su glosario explican que la caldera se formó en el pasado remoto por la eliminación de grandes volúmenes de magma que dio lugar a la pérdida de soporte estructural para la roca suprayacente, lo que llevó al colapso de la tierra y la formación de una gran depresión. "Las Calderas son diferentes de los cráteres, que son depresiones circulares más pequeñas, creadas principalmente por la excavación explosiva de roca durante las erupciones".
La región donde se observó fusión parcial se relaciona con un área concentrada de rocas de baja densidad de una gran anomalía de gravedad -medida por gravímetros- que progresa en el noreste y tiene que ver con una parte del sudoeste de la placa de América del Norte. Aquí la parte más caliente con material del manto terrestre en Yellowstone se encuentra, por debajo a aproximadamente 60 y 90 kilómetros.
Los nuevos sismógrafos fueron realmente los que permitieron registrar mayores datos del magma de uno de los volcanes más temidos del planeta.
La Administración de Yellowstone indicó que “la carretera (derretida) permanecerá cerrada durante los siguientes días, mientras que los equipos de mantenimiento hacen reparaciones. La fecha para la reapertura de la carretera es incierta en este momento, y será determinada después de los equipos evalúen la efectividad de sus esfuerzos”, dijeron.
El parque provee un mapa con la actualización de las carreteras abiertas y cerradas en línea vía Internet. (Mapa carretero)
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FUENTE
La erupción del volcán de Yellowstone podría cambiar el destino de la humanidad
Si el volcán de Yellowstone entrara en erupción las consecuencias podrían ser catastróficas no solo para el país en el que se encuentra, EE.UU., sino también para toda la humanidad, según afirman algunos expertos.
La erupción de este gran volcán, un enorme lago de magma subterráneo, podría cambiar el destino de la población entera del planeta, apunta un artículo publicado en el portal ruso Slon.
Los seres humanos ya se vieron en serios aprietos hace unos 74.000 años, cuando explotó el volcán Toba en lo que ahora es Sumatra. La fuerza con la que estalló fue 10.000 veces superior a la del monte Santa Helena en 1980, una de las más devastadoras del siglo XX, y sus cenizas opacaron el cielo de toda la Tierra. Las temperaturas aumentaron hasta en 21 grados centígrados en las latitudes altas, señala el biólogo y geólogo de la Universidad de Nueva York Michael Rampino, que estima que las tres cuartas partes de las especies de plantas en el hemisferio norte perecieron a causa de esa catástrofe.
Algunos estudios afirman que esto produjo un cuello de botella en la pirámide demográfica de la raza humana y habría reducido la población mundial a 10.000 personas, de modo que todos los seres humanos de la actualidad serían, afirman las investigaciones, descendientes de quienes sobrevivieron entonces.
El volcán de Yellowstone ha experimentado un ciclo regular de erupciones cada 600.000 años y la última ocurrió hace 640.000, por lo que muchos consideran que la próxima ya debería haber tenido lugar. La erupción no sería tan potente como la del Toba, pero sí sería 2.500 veces mayor que la ocurrida en el monte Santa Helena.
En el blog Modern Survival, Ken Jorgustin señala que buena parte de EE.UU. quedaría cubierta bajo las cenizas. Otros expertos aseguran que la lava arrasaría con todo lo que encontrara a su paso a lo largo de cientos de kilómetros.
Pese a las posibles consecuencias fatales, los científicos de la Universidad de Utah han tranquilizado a la sociedad asegurando que "no hay evidencia de que una erupción catastrófica en el Parque Nacional de Yellowstone sea inminente".
"A pesar de que una nueva erupción es teóricamente posible, es muy poco probable que ocurra en los próximos 1.000 o incluso 10.000 años", afirmaron desde esa institución.
Los seres humanos ya se vieron en serios aprietos hace unos 74.000 años, cuando explotó el volcán Toba en lo que ahora es Sumatra. La fuerza con la que estalló fue 10.000 veces superior a la del monte Santa Helena en 1980, una de las más devastadoras del siglo XX, y sus cenizas opacaron el cielo de toda la Tierra. Las temperaturas aumentaron hasta en 21 grados centígrados en las latitudes altas, señala el biólogo y geólogo de la Universidad de Nueva York Michael Rampino, que estima que las tres cuartas partes de las especies de plantas en el hemisferio norte perecieron a causa de esa catástrofe.
Algunos estudios afirman que esto produjo un cuello de botella en la pirámide demográfica de la raza humana y habría reducido la población mundial a 10.000 personas, de modo que todos los seres humanos de la actualidad serían, afirman las investigaciones, descendientes de quienes sobrevivieron entonces.
El volcán de Yellowstone ha experimentado un ciclo regular de erupciones cada 600.000 años y la última ocurrió hace 640.000, por lo que muchos consideran que la próxima ya debería haber tenido lugar. La erupción no sería tan potente como la del Toba, pero sí sería 2.500 veces mayor que la ocurrida en el monte Santa Helena.
En el blog Modern Survival, Ken Jorgustin señala que buena parte de EE.UU. quedaría cubierta bajo las cenizas. Otros expertos aseguran que la lava arrasaría con todo lo que encontrara a su paso a lo largo de cientos de kilómetros.
Pese a las posibles consecuencias fatales, los científicos de la Universidad de Utah han tranquilizado a la sociedad asegurando que "no hay evidencia de que una erupción catastrófica en el Parque Nacional de Yellowstone sea inminente".
"A pesar de que una nueva erupción es teóricamente posible, es muy poco probable que ocurra en los próximos 1.000 o incluso 10.000 años", afirmaron desde esa institución.
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