Iron Man y Superman sobrevolaron el 27 de junio Sorrento Canyon, cerca de San Diego (California, Estados Unidos), controlados desde tierra por el diseñador Otto Dieffenbach, quien, con su socio Ed Hanley, ha creado una compañía que construye aviones con forma de personajes, animales o cosas con fines publicitarios. “Nuestro negocio consiste en crear y hacer volar imágenes aéreas para fortalecer marcas”, explican en la web de Flyguy Promotions. Los superhéroes teledirigidos son aeronaves ultraligeras del tamaño de un ser humano que alcanzan a una velocidad de hasta 48 kilómetros por hora. Se trata variaciones de una silueta humana que cuesta sin decorar 700 dólares (unos 540 euros) y que los empresarios californianos adaptan al sexo y apariencia deseados por el cliente. Estaría bien encargar uno con forma de platillo volante y lucecitas, y echarlo a volar de noche en las proximidades de una romería ufológica como las que organiza Luis José Grifol en Mantserrat (Barcelona).
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