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viernes, 30 de marzo de 2012

Titulus Crucis: La reliquia con la inscripción de la cruz


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La reliquia con la inscripción de la cruz (titulus) conservada en la basílica romana de la Santa Cruz, que puede verse en detalle en esta foto, es un trozo de madera rectangular de 25 por 14 centímetros, de 2,6 centímetros de grosor y de un peso de 687 gramos.
Es muy posible que el fragmento que se conserva se trate de una copia del original. En 2002, la Universidad de Arizona realizó una prueba de radiocarbono con el objeto y lo fechó entre 980 y 1146 D.C, por lo que se trataría de una reliquia medieval, posiblemente una copia de la auténtica hoy perdida. Los resultados fueron publicados en la revistaRadiocarbon.
He encontrado este vídeo sobre el titulus Crucis o Título de la Cruz del Señor, también conocido como ogium:
En la Basílica romana de la Santa Cruz de Jerusalén, mandada construir en la primera mitad del siglo IV por santa Elena, la madre del emperador Constantino, se venera una de las reliquias más importantes de la cristiandad: se trata de parte del “titulus”, de la  inscripción Que fue colocada en la cruz de Cristo, al ser crucificado en el Gólgota. Al parecer esta reliquiasde la Cruz es verdaderas. Esta fue la conclusión a la que ha llegado el experto Michael Hesemann, en su libro «Titulus Crucis» (Editorial «San Paolo») publicado en el 2000. Un estudioso judío, que analizó las fotos, dijo que el «titulus» se remonta «al período que va del I al IV siglo d.C.». Un perito griego lo encuadró en el siglo I d. C. con «absoluta» seguridad. Por último, un estudioso latino coincidió con este último.  Hasemann recuerda que las primeras narraciones de los peregrinos cristianos ya hacían mención al «titulus». Hesemann afirma que el «título» que se conserva en la basílica romana es sólo la mitad del original. La parte derecha, que fue mencionada por varios testigos hasta el siglo VI d.C. ha desaparecido. Con más detalle la opinión de estos expertos fue la siguiente:
  • Primera Línea. Hebreo. Desafortunadamente esta línea está en muy mal estado. No obstante, con diversas discusiones, dos de los tres expertos consultados en paleografía judía encontraron características obvias típicas de la forma de escritura de los siglos del I al IV.
  • Segunda Línea: Griego. Muestra varias características paleográficas interesantes. El  estilo de las letras se corresponde con las que se utilizarían en el siglo I. Es especialmente interesante la grafía que representa las letras omicrón y ypsilón:
  • Este signo fue utilizado en el siglo primero y también en el periodo bizantino, desde el siglo VI, pero no se utilizó en los siglo del segundo al quinto.
  • Sin embargo, el estilo de las alfas es típico de los siglos primero al tercero, pero no de tiempos posteriores. De ello se sigue que el único período posible del texto griego sería el siglo I.
  • Tercera Línea: Latín. Se observa un paralelismo con las inscripciones romanas del siglo I halladas en  Caesarea Maritima. De estas inscripciones, la más conocida es aquella en la que se cita a Poncio Pilato.
  • La conclusión de los especialistas es que no existe indicio alguno de que se trate de una falsificación. Contrariamente, las características paleográficas de estos textos apuntan como fecha más probable de los mismos la del siglo I. Puesto que el texto hace referencia a un “J el Nazareno, rey de los judíos”, todo apunta a que este trozo de madera se corresponde verdaderamente con el  titulus colocado en la cruz de Jesús de Nazaret.
A la vista de los resultados conseguidos por el equipo de paleógrafos dirigidos por el  alemán Hesemann, el Vaticano autorizó  que se realizara en esta reliquia la prueba del carbono 14. La datación por el método del Carbono 14 se efectuó en la Universidad de Arizona por los profesores Francesco Bella y Carlo Azzi, que publicaron sus resultados el año 2002. Según esta datación, este trozo de madera ha de datarse entre el año 980 y el 1146 (ver informe  sobre datación del Carbono 14 en inglés).
Según esta datación, el Títulus no puede ser auténtico: se trataría de una sofisticada falsificación.
Sin embargo, el resto de estudios a los que se ha sometido la reliquia parecen que concluyen en favor de su autenticidad. ¿Quién habría podido falsificar en los siglos X a XII esta inscripción, demostrando unos conocimientos de paleografía propios del siglo XX? La fecha de datación del Carbono 14 conduciría a concluir que, de tratarse efectivamente de una falsificación, ésta se colocaría en la Basílica con ocasión de las obras efectuadas por por el Papa Lucio II (Cardenal Gerardo) a mediados del siglo XII.
En el año 2005 ha aparecido el libro de la doctora de teología bíblica por la Universidad Pontifica Gregoriana MARIA LUISA RIGATO, escrito en italiano y titulado IL TITOLO DE LA CROCE DE JESU (Editorial Pontificia de la Universidad Gregoriana, Roma 2005). En este libro la autora, que conoce el resultado del Carbono 14, señala que este resultado no es la última palabra, puesto que la datación con C 14 no ha funcionado siempre. María Luisa Rigato, en base a todo lo que argumenta en su libro, considera que el texto de la inscripción se corresponde con el del Títulus original de Pilatos. En el peor de los casos, según la autora, el Títulus de la Basílica sería una copia perfecta del Títulus original.
Tal vez el Títulus original estaba tan deteriorado cuando se efectuaron las obras por el Cardenal Gerardo, de modo que éste decidió hacer una copia idéntica al original. Por otra parte, la profesora Rigato indica que todo apunta a que, para facilitar la lectura del texto, se añadió un pigmento a la madera, cosa que podría explicar el error de la datación del carbono 14. En suma, la doctora Rigato concluye que la inscripción como tal tiene todas las apariencias de corresponderse fielmente al Títulus original de Pilatos.

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